JOSÉ LUIS SEEFOÓ LUJÁN / Zamora – Jacona: 61 homicidios en enero

1. ¿Buen inicio de año?
   Si comparamos el número de muertes violentas ocurridas en diciembre de 2021 y en enero de 2022, en nuestros municipios, hemos de reconocer una baja importante: de 78 decesos bajamos a 61. Una disminución de 17 casos.
  
   Pero, si vemos un plazo un poquito más largo, tratando de mirar la tendencia, digamos septiembre a diciembre de 2020 y 2021; digo, si nos vamos un poco más atrás y cotejamos el mismo cuatrimestre, septiembre-diciembre de 2021, los 176 homicidios repartidos entre cuatro, arroja la cifra de 44 homicidios mensuales. Sí, de 44 muertes violentas en tiempos de Martín Samaguey Cárdenas y Adriana Campos Huirache subimos a 61.5 en los buenos gobiernos de Carlos Alberto Soto e Isidro Mosqueda Estrada.
  
   De Martín-Adriana a Soto-Isidoro, en el lapso septiembre a diciembre 2020 a 2021, pasamos de 44 a 61.5. Un brinco de 17.5 homicidios más por mes.
  
   Disponer de más efectivos de la Guardia Nacional, del Ejército, Policía Michoacán, Policía Municipal, Fortapaz, una gran coordinación entre todos los niveles de gobierno, directores de seguridad municipal designados (sin conflictos) por el gobierno estatal, y lograr un descenso de 0.50 mensual en los homicidios, sugiere que no hay buenos resultados y que éstos son –comparativamente- más costosos.
  
   No sobra repetir que la causalidad y solución de la violencia rebasa las fronteras municipales, más esto no se veía así hace unos pocos meses.
  
   2. Zamora: 50 homicidios en enero de 2022
  
   Este mes anotó un total de 82 víctimas. De ellas, son 61 homicidios y 21 heridos. De esas muertes, 50 son de Zamora y 11 de Jacona (Tabla 1).
  
   En promedio, ambos municipios, contabilizaron 1.96 (dos) muertes violentas por día, cifra menor a las 2.51 (dos y media) de diciembre.
  
   Visto más en detalle, se trata de 49 hombres que perdieron la vida más 21 heridos de los cuales no contamos con seguimiento para saber si sobreviven y en qué condiciones pues un buen número, con lesiones en la cabeza, sufre consecuencias severas de incapacidad parcial o total. La mujer participa con 12 muertes y 2 heridas; casi la quinta parte de los homicidios (19.72%) y 9.52% de los heridos.
  
   En números fríos, enero parece mejorar respecto al mes anterior, pero observados los hechos más de cerca e imaginada la complejidad social en que se enmarcan, no son logros para festejar.
  
   ¿Cómo nos fue en enero en años pasados? Es una comparación sin sentido, pero es frecuente leer ese tipo de ejercicios. Veamos: enero de 2020 sumó 50 homicidios, 34 heridos y 2 ilesos. De los fallecidos, 30 correspondieron a Zamora. Luego, en 2021, tenemos 42 homicidios, 25 heridos y 3 ilesos.
  
   ¿Es posible que enero de 2020 y enero de 2021 con menos efectivos policiales, menos guardias nacionales hubiese menos asesinatos? Eso parece: enero 2020, 50; enero 2021, 42 y enero de 2022 son 61.
  
  

  
   3. Política de Seguridad y Prevención: Más dudas que certezas
  
   Además de las cifras (que los políticos llaman “datos duros”), la producción discursiva (la palabra) incentiva la duda. Para formular este alegato nos apoyamos en tres situaciones que por el momento funcionan de modo hipotético. El argumento es simple: las palabras de los políticos están algo alejadas de la realidad, lo que no es raro, lo interesante es la falta de respeto hacia una opinión pública cada vez más enterada. Los boletines policiales pueden narrar un evento de un modo hoy, con unas cifras ahora y otras mañana.
  
   Los sobresalientes casos de Ojo de Agua y “Casa Azul”, más el sinnúmero de eventos de baja notoriedad arrojan más sombras que luces. Si el lector, si el ciudadano ordinario, no presta atención, estas políticas marchan exitosas.
  
   3.1.De la balacera, agresión, enfrentamiento del día 30 de enero, en los boletines se refiere a 18 detenidos pero los nombres suman 13 y, finalmente, el día 3 de febrero aluden a 11 menores de edad vinculados a proceso. El mismo “parte oficial” precisa los delitos que se imputan: portación de armas de uso exclusivo del ejército y delitos contra la salud.
  
   El reporte inicial incluye a dos muertos y dos heridos, sin precisar quiénes o de qué parte (“bando”) son las bajas. Al grupo delincuencial se le aseguran (una palabra interesante, chiclosa) un fusil cuerno de chivo (Ak47, 600 disparos por minuto), 4 armas calibre .223 (¿5.56 X 45 mm?), 34 cargadores (7.62, .223 y 50 mm) y 350 cartuchos útiles, y (por fortuna) sólo fueron heridos dos policías.
  
   Se informa de 2 policías heridos y 2 personas fallecidos; se vincula a 11 menores por portación de armas de uso exclusivo del ejército y por delitos contra la salud. ¿Quién es el responsable de las lesiones a los policías? ¿Quiénes son los fallecidos? ¿A nadie se vincula por homicidio o tentativa de homicidio?
  
   Y un paquete de preguntas que antecede a todo: ¿y los padres de estas muchachas y chamacos que constituyen ese grupo delincuencial, como se les nombra? Si los presuntos no disparan a la policía seguirán felices en el Ojo de Agua, La Ladera y puntos intermedios. Dos autos, una camioneta, cinco motocicletas, 18 jóvenes, transitan, van y vienen al Ojo de Agua, sin llamar a atención, sin alterar la tranquilidad en pueblos y campos agrícolas donde cualquier extraño se nota, incluso si viaja en bicicleta.
  
   Bien por la coordinación interinstitucional que logra controlar a esta “célula delictiva” formada por siete muchachas de 25,23, 21,20, 19, 16 y 15 años acompañadas de seis masculinos de 17,16 (dos), 14 y 13 (dos) años. Mal, muy mal por la familia, la iglesia y la escuela.
  
   El colmo será que algunos de estos chamacos gocen de la beca trabajo “Jóvenes Construyendo el Futuro” y que alguien de las siete mujeres tenga su “Tarjeta Rosa”, condición plenamente posible que empeora la imagen de esta tragedia.
  
   Creo que estos triunfos del Ejército, Guardia Nacional, Policía Michoacán, etc. multi aplaudidos en la prensa, tendrán un alto costo social y financiero.
  
   3.2. De la Casa Azul llaman la atención tres condiciones: una, obvia, la capacidad de la delincuencia para cometer crímenes en cualquier punto de la ciudad, sin mayores consecuencias para los agresores; dos, la manera en que se dibuja y s e hace circular la imagen de una “casa non sancta”, un negocio “clandestino”; y, tres, la escasa iniciativa, disposición gubernamental, para resarcir el daño moral. Supongo que, además de defender el derecho a la vida, existe el deber de cuidar del derecho al honor.
  
   “Casa Azul, mujeres, clandestinidad” formatea el imaginario social para justificar, para voltear la mirada hacia otro lado. En Zamora, gran ciudad de pequeños negocios, la empresa, taller, comercio y servicios coexisten con la casa-habitación.
  
   En esta reflexión colateral de la “doble moral”, ¿es correcto clausurar una casa azul o amarilla y dejar operando todos los pequeños, medianos y grandes negocios de venta de cerveza, vino y/o maquinitas de apuestas? ¿Se han clausurado todos los negocios donde han ocurrido homicidios?
   ¿La clausura es por la dimensión de los homicidios o porque el escándalo llegó a la prensa nacional?
  
   3.3.Detenciones por faltas menores y “hallazgos” de órdenes de aprehensión al revisar antecedentes.
  
   Ordinariamente, la sucesión “comisión de un delito y acción de la autoridad” cursa estos pasos ya mecanizados en los boletines: “reporte de los vecinos; comunicación del C5 (coordinación, comando, control, etc.); presencia de la ´policía (en cuestión de minutos) que acordona la zona; arribo de la Unidad Especializada a la Escena del Crimen para recoger los testimonios en estricto apego a los protocolos respetando la cadena de custodia … evitar contaminación, etc.; los hechores se fugaron con rumbo desconocido; se abre la carpeta se investigación.
  
   Y en las aprehensiones, que cada vez son más frecuentes, sucede que un individuo es detenido por provocar escándalo en la vía pública, por manejar en exceso de velocidad o por orinar en la banqueta, y al revisar los antecedentes resulta que tiene una o varias órdenes de aprehensión por homicidio (no es broma, así se lee en los partes policiales).
  
   Política de Seguridad y Prevención: Más dudas que certezas
  
   Si lo narrado es cierto, si no es un invento para hablar mal de las autoridades, más homicidios ahora que en el pasado y discursos casi idénticos en unos gobiernos como en otros, no hacen más que cultivar la duda, la desconfianza.
  
  Zamora, Michoacán, 4 de febrero de 2022
  
   jlseefoo@hotmail.com

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JOSÉ LUIS SEEFOÓ LUJÁN

Dr. José Luis Seefoó Luján. Investigador en el Colegio de Michoacán. Normalista rural en los años sesenta, realizó estudios de economía en la Universidad Autónoma de Nayarit.

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