CARDENAL JAVIER LOZANO BARRAGÁN

Everildo González Alvarez

No nació en la ciudad de Zamora, pero siempre la quiso como si así hubiera sido y por eso sus restos, después de Roma y la ciudad de México, fueron traídos a esta ciudad el miércoles 4 de Mayo de este 2022, para ser puestos en una cripta del Santuario Guadalupano.

Monseñor Javier Lozano Barragán nació en la ciudad de Toluca el 26 de Enero de 1933  Hijo de un segundo matrimonio de su padre por viudez, de madre normalista y devota, con 16 hermanos en total-  y murió en la ciudad de Roma el 20 de Abril de este mismo 2022. Contaba con 89 años de edad .

Lozano Barragán fue un hombre culto e inteligente. Supo acomodarse a las oscilaciones eclesiásticas. Fue determinante su paso por el CELAM en Bogotá como director del Instituto Teológico Pastoral. Allí entabló amistad y alianza con Alfonso López Trujillo, colombiano, obsesionado en combatir a las comunidades de base, las pastorales populares y el progresismo teológico latinoamericano.

Estudió en el seminario de Zamora ubicado en Jacona, ahí recibió su formación sacerdotal entre los año9s de 1954 y 1958.  Luego, obtuvo tanto su licenciatura en filosofía como su doctorado en teología, en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Fue ordenado el 30 de octubre de 1955 en Roma, fue profesor y prefecto de estudios en el Seminario de Zamora. Fue luego nombrado encargado de la formación permanente del clero diocesano. Fue presidente de la Sociedad Teológica Mexicana y director del Instituto de Teología Pastoral de la Conferencia Episcopal Latinoamericana —CELAM—- en Medellín, Colombia. Asimismo, fue miembro del equipo de reflexión teológica del CELAM. Asistió, en calidad de experto, a la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizada en la ciudad mexicana de Puebla, entre el 27 de enero y el 13 de febrero de 1979.

Tras su ordenación sacerdotal en Zamora, enseñó Teología Dogmática e Historia de la Filosofía en el Seminario y Pedagogía en la Escuela Normal Juana de Asbaje en Zamora, Mich.

Fue elegido obispo titular de Tunicia de Numidia y nombrado auxiliar de la Archidiócesis Primada de México el 5 de junio de 1979. Fue consagrado el 15 de agosto de 1979, en México, por el cardenal Ernesto Corripio Ahumada, Arzobispo de México.

El 28 de octubre de 1984 fue transferido a la sede de Zacatecas, en la que tomó posesión el 26 de enero de 1985. Durante su episcopado se instituyó la participación de los laicos como agentes de animación pastoral denominados encargados de la vida cristiana. Creó el Santuario Diocesano del Niño de las Palomitas, que es el segundo más importante en su tipo en la Diócesis de Zacatecas ahí celebraron el Segundo Sínodo Diocesano en 1994 y el Congreso Internacional Mariológico en 1996. La ciudad de Zacatecas recibió la visita del papa Juan Pablo II durante su segundo viaje a México, el 12 de mayo de 1990.

Por otra parte, asistió la IX Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos realizada en la Ciudad del Vaticano entre el 2 y 29 de octubre de 1994.

Dos años después, el 31 de octubre de 1996, fue nombrado presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios. Renunció al gobierno pastoral de la diócesis y le fue otorgado el título de arzobispo ad personam el 7 de enero de 1997. Asistió a la Asamblea Especial para Europa del Sínodo de Obispos, Ciudad del Vaticano, entre el 1 y 23 de octubre de 1999. Asistió también a la X Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos en el Vaticano, desde el 30 de septiembre hasta el 27 de octubre de 2001. Adicionalmente, fue el enviado especial del Papa al X Día Mundial del Enfermo el 11 de febrero de 2002 en Vailankanni, India.

Creado cardenal diácono por el Papa Juan Pablo II en el consistorio del 21 de octubre de 2003, recibió la birreta roja y el diaconado de S. Michele Arcangelo el 21 de octubre de 2003. Enviado especial del Papa para las celebraciones del XII Día Mundial del Enfermo, Lourdes, Francia, 11 de febrero de 2004. Enviado especial del Papa para las celebraciones del XIII Día Mundial del Enfermo realizado en Yaundé, Camerún, del 9 al 11 de febrero de 2005.

Fue de los primeros en promover la canonización del Papa Juan Pablo II después de su muerte en abril de 2005, diciendo que la recuperación de un niño con leucemia terminal, a quien el Papa había bendecido en su visita a la ciudad de Zacatecas el 12 de mayo de 1990, era un milagro atribuible a Juan Pablo.

Fue uno de los cardenales electores que participaron en el cónclave de abril de 2005 en el que se eligió el Papa Benedicto XVI.

En el conmemorar momentos significativos en la vida del difunto purpurado, hizo presente una característica de la espiritualidad del difunto: su fuerte devoción a la Virgen.

En la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe recibió su Primera Comunión. Cuando fue nombrado obispo, quiso que la ordenación episcopal se confiriera en la misma basílica mariana.  Como nuevo cardenal celebró una de sus primeras misas en el santuario guadalupano. Para conmemorar su 25º aniversario como obispo, en 2004, viajó a México para rezar a la Virgen María y celebrar una misa en el Santuario de Guadalupe en el Tepeyac, tan querido por él.

Su muerte fue pocos días después de sufrir una caída en su habitación el pasado 13 de abril, Lozano Barragán fue hospitalizado en la clínica San Pio XI, pero después de un día regresó a su casa porque los médicos informaron de que ya no se podía hacer nada, debido a su delicado estado de salud, informaron fuentes cercanas al cardenal.

Entre sus publicaciones destacan “Síntesis dogmáticas actuales” —-1968— “Cultura y religiosidad popular –1979–, “La Iglesia del Pueblo, Teologías en conflicto” —1983– “Por qué soy católico” –1991–y “Teología y Medicina –2000—Entre otras.

El Sr. Lozano Barragán pasa a ser uno de los hombres ilustres de Zamora, aún cuando no haya nacido aquí.

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Un viaje a través de la historia del periódico Guía.

Colegio Fray Jacobo Daciano