Hace seis años se tuvo el primer registro de pigmentación rosa en laguna de Huatulco, luego se repitió en lagunas de Puerto Escondido; ambos fenómenos duraron entre 20 y 30 días
Juchitán de Zaragoza.— Aun cuando la repentina coloración rosa del agua de la Laguna La Salina, en Escobilla, causó gran admiración, asombro y hasta se catalogó como espectáculo bello entre algunos habitantes cercanos al cuerpo de agua que desemboca en el Océano Pacífico, lo cierto es que el color es consecuencia de un desequilibrio ecológico que cada vez es más común en los humedales de la costa oaxaqueña.
Hace seis años se tuvo el primer registro de pigmentación rosa en la Laguna La Salina de Bajos de Coyula, Huatulco. Hace dos años se repitió en las lagunas de Manialtepec, Puerto Escondido. Ambos fenómenos duraron entre 20 y 30 días hasta que la lluvia hizo su trabajo natural de restauración.
Ahora le tocó el turno a la Laguna La Salina, en el municipio de Tonameca, que se espera pase por el mismo proceso que los fenómenos anteriores.
El biólogo Eugenio Villanueva, gerente operativo del Comité de Playas Limpias de Huatulco, siguió el proceso de la eutrofización de La Salina de Coyula, hace seis años.
El especialista indica que la eutrofización es el término científico que recibe la acumulación excesiva de nutrientes inorgánicos en el agua, lo que desencadena una proliferación de algas, en este caso la microalga conocida como dunaliella salina, que tiene una gran concentración de betacaroteno, que no es más que el elemento que provoca el color rosa en el agua.
Este desequilibrio termina por matar primero a las crías de camarones, los anfibios, pero principalmente a peces, por lo que es común observar en estas condiciones una gran mortandad de especies acuáticas. También se ha observado la migración de los cocodrilos, además de que se nota la ausencia de aves y garzas que se alimentan de los seres vivos de la laguna.
Contaminación y clima, las causas
El biólogo explica que el cambio ambiental en la laguna se debe a la falta de lluvia y el extremo calor, lo que provocó la evapotranspiración; es decir, que la laguna perdió agua y hay una alta concentración de sal.
Además, se redujo el oxígeno y se dio paso a la proliferación de las algas. A esos elementos se sumó la contaminación de los núcleos urbanos cercanos a los brazos de agua de la laguna.
“Nuestros humedales costeros están bajo mucha presión, recibiendo alta contaminación constante de los seres humanos. A eso se suma la sequía, el calor, la falta de lluvia”, señala el experto.
“Se ve bonito el color en el agua, pero la realidad es que es un desequilibrio ecológico; hay poca oxigenación. Se reparará según vengan las lluvias.
“La bocabarra está cerrada, así que abrirla manualmente en estos momentos para oxigenar es contraproducente. Sólo queda esperar las lluvias, entre 20 y 30 días dura”, explica.
Para Eugenio Villanueva, los humedales costeros de Oaxaca padecen del mismo mal: la contaminación del agua por agroquímicos y drenaje, además del asolvamiento.
A su vez, el asolvamiento contribuye al desequilibro ecológico, pues la cantidad excesiva de sedimentos como arena, que se acarrean hacia la laguna, no permiten que tenga profundidad, por lo que termina por tener poca agua y no tiene caudal. Por eso, cuando se entra en una temporada de estiaje y se presentan ciertos elementos ambientales, es más probable la floración de las microalgas.
“Es preocupante porque cada vez es más frecuente la floración de esta especie. Esto nos dice que estamos haciendo mal la restauración de nuestro sistema. No estamos desazolvando, no estamos realizando un manejo adecuado del humedal. Urge realizar acciones correctivas, como la reforestación de la cuenca, que el agua no se reduzca”.
Además de las acciones correctivas, dice que es de suma urgencia realizar trabajo preventivo con la participación ciudadana, así como reforestación, educación ambiental en escuelas y entre todos los sectores de la sociedad, además de trabajar con los tres niveles de gobierno para disminuir la contaminación por residuos sólidos, biológicos e infecciosos que terminan en las lagunas.