Emergencia en Ucrania

misionessalesianas.org

El conflicto en Ucrania lleva activo ocho años y ha dejado alrededor de 14 mil muertos. Sin embargo, cuando Rusia ha lanzado ataques contra diversas poblaciones ucranianas, la atención internacional se ha volcado en las consecuencias del conflicto. La preocupación se centra en los menores y jóvenes que son atendidos por los salesianos en las siete presencias en el país. Los misioneros salesianos están al frente de colegios, centros juveniles y parroquias y quieren “seguir al lado de la población”.

En la ciudad de Dnipro, Ucrania, cercana al frente de Donesk, los misioneros salesianos realizaban hasta ahora cursos de formación y espacios de tiempo libre, en los que jóvenes, niños y niñas tenían la posibilidad de aprender valores y trabajar la cultura de la paz a través del juego y los deportes. En total, más de 50 misioneros salesianos atienden a miles de niños, niñas y jóvenes en nueve ciudades del país: Kiev, Lviv, Dnipro, Novosilka, Odesa, Shytomyr, Korostyshiv, Bibrkra y Peremyshlany. Colegios, centros juveniles, hogares de acogida, escuelas profesionales y parroquias son las obras que dirigen los salesianos en Ucrania.

“Es imposible ocultar la realidad a los menores, porque la guerra no es un juego”, asegura un salesiano en la frontera de Ucrania con Polonia. Muchos niños y niñas ya han dibujado los horrores de la guerra y la esperanza en la paz. Todos ellos se han visto separados de una parte de sus familias, ya que los hombres de entre 18 y 60 años han sido reclutados para defender el país. Otras personas mayores, con problemas de movilidad, también se han tenido que quedar en Ucrania.

La guerra continúa trasladando imágenes de desolación y horror, entremezcladas con las de solidaridad dentro y fuera del país invadido. Más de 13 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares y casi 5.5 millones se han convertido en refugiadas en otros países europeos. Casi 2 millones son niños y niñas, muchos de los cuales han salido del país sin la compañía de ningún adulto. Y más de 6.5 millones han decidido desplazarse dentro del país hacia las ciudades buscando refugio y alejarse de las bombas. Más de 7.5 millones de niños, niñas y jóvenes se encuentran en riesgo. La emergencia continúa, por eso los salesianos acogen y atienden a la población desplazada desde el primer día ofreciéndole condiciones de vida digna.

Las personas que han abandonado Ucrania por la guerra se han desplazado a Polonia, país que se ha convertido en el lugar con mayor número de ucranianos acogidos: La solidaridad en Polonia se encuentra a cada paso, y contrasta con las emociones y el dolor que reflejan las caras de los miles de personas que cada día llegan en autobuses y trenes a las principales ciudades del país. Polonia es un ejemplo de solidaridad en la acogida y en la ayuda a las personas refugiadas. Los oratorios y centros juveniles de los salesianos en Varsovia se han convertido en casas de acogida: reciben todo tipo de ayuda material y la reparten entre todas las familias.

El trabajo de los salesianos en la emergencia de Ucrania no se detiene. El envío de alimentos y medicinas a las zonas más afectadas, como Kharkiv, Dnipro, la región de Lugansk y Donetsk es casi diaria, y lo mismo ocurre con la atención a los refugiados que llegan a las distintas inspectorías de Polonia y al resto de países limítrofes. Muchas escuelas salesianas en Ucrania siguen funcionando y también ofrecen las clases online, además de acoger a menores y a desplazados en sus instalaciones. La mayor parte de las actividades salesianas están dirigidas a la educación, la socialización y a la atención de los menores y de los adolescentes en todas las dimensiones. Las escuelas atienden a menores durante las horas de trabajo y los oratorios están abiertos para las actividades diurnas.

Por su parte, los niños y niñas que son acogidos reciben alojamiento las 24 horas del día, alimentación y toda la ayuda necesaria, incluyendo educación, recreación y todos los demás ciudadanos que necesitan. El deporte es una de las primeras actividades para integración de los menores que llegan de Ucrania. La ayuda psicológica también es una prioridad porque quienes han tenido que desplazarse han vivido un gran estrés y trauma. Es indispensable ofrecerles un hogar, ayuda, comida, higiene y salud durante el tiempo necesario.

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