Siguiendo la línea marcada por el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’, este documento considera que el cuidado de la naturaleza –como creación de Dios– y de los más vulnerables van de la mano.
(ZENIT Noticias / Nairobi).- El Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) ha hecho pública una declaración en la que instan a los gobiernos a tomar acciones urgentes y ambiciosas para proteger la biodiversidad. Es la primera vez que la Iglesia africana establece un posicionamiento público en este ámbito. El texto se ha presentado en un acto en Nairobi (Kenia), donde están teniendo lugar unas sesiones preparatorias para la cumbre de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP15) que se celebrará en China antes de que acabe el año. La declaración ha contado con el apoyo de la Red Eclesial para la Cuenca del Río Congo (REBAC) y del Laudato Si’ Movement (LSM).
Siguiendo la línea marcada por el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’, este documento considera que el cuidado de la naturaleza –como creación de Dios– y de los más vulnerables van de la mano. En este sentido, han alertado: “No tenemos derecho a destruir la biodiversidad”. Por esto, los obispos del SECAM se han unido a quienes reclaman que se proteja el 50% de la tierra para 2030. Además, el documento pide que se respeten los derechos de los pueblos indígenas y el abandono inmediato de la construcción del oleoducto de África Oriental. Finalmente, piden a los Gobiernos –especialmente a los del Norte Global– que sean transparentes y rindan cuentas, al tiempo que se les recuerdan sus compromisos financieros para detener la pérdida de la biodiversidad e iniciar su recuperación.
Emergencia climática y crisis de la biodiversidad
La declaración del SECAM hace una mención especial a la biomasa de la cuenca del río Congo, que es la segunda selva tropical más grande del mundo. Allí, la tala ilegal y abusiva de árboles junto con el acaparamiento de tierras relacionado con la agricultura industrial ponen en riesgo a los pueblos indígenas y a las especies en peligro de extinción. Además, el documento señala que la emergencia climática y la crisis de la biodiversidad están íntimamente ligadas. La razón es que la destrucción de biomasa hace que se pierda un recurso clave para la absorción del carbono de la atmósfera, cosa que ayuda a mitigar el calentamiento global. Así, el clima y la biodiversidad son las dos caras de la misma moneda y, por este motivo, deben enfrentarse conjuntamente. De igual modo, el problema ecológico es inseparable de su vertiente social. Como apunta la declaración, estos abusos contra la biodiversidad afectan a comunidades vulnerables que llevan siglos cuidando de esos ecosistemas y, también, generan diferentes conflictos sociales.
La declaración “El SECAM reclama una actuación urgente para lograr un ambicioso Acuerdo Global sobre la Biodiversidad post 2020” la firma el obispo Sithembele Sipuka, vicepresidente del SECAM. El documento se ha dado a conocer hoy en un acto organizado por el SECAM, el REBAC y el LSM en Nairobi. En el transcurso del evento han intervenido Fr. Joshtrom Issac Kureethadam, del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (Vaticano), y representantes de diferentes organizaciones. Entre otras entidades, han participado River Above Asia Oceania Ecclesial Network (RAOEN), Friends of Lake Turkana, Justice,peace and integrity of Creation franciscan Africa (JPICFA), y Association of Member Episcopal Conferences in Eastern Africa (AMECEA).
El acto The Catholic Church Position at COP15 ha coincidido con la reunión en la capital de Kenia del grupo de trabajo sobre el Acuerdo Global sobre la Biodiversidad post 2020, que prepara la cumbre de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP15) de China de finales de 2022. Los impulsores del manifiesto han habilitado la posibilidad de adherirse firmando la Petición Planeta sano, Gente Sana a los líderes mundiales que participen en la cumbre. Puede hacerse a través de esta web: https://healthyplanetandpeople.org/es/home-es/