Tras repetidas peticiones para que el colegio retirase una bandera LGBT y otra de Black Lives Matter y una negativa del colegio jesuita a retirarlas, el obispo de Worcester decidió el pasado 10 de junio retirar el título de católico al colegio y otras acciones que van de la mano de esa decisión.
(ZENIT Noticias / Boston, 18.06.2022).- El pasado mes de abril 2022 ZENIT publicó un artículo en el que se daba cuenta del litigio entre un Colegio Jesuita en Worcester y la diócesis local. La razón era la obstinada y duradera exhibición de una bandera LGBT y otra de Black Lives Matter en una zona visible del colegio. El obispo McManus había pedido repetida y conciliadoramente que se retirasen ambas banderas por no ser un colegio católico el lugar para mostrarlas. Tras repetidas peticiones y una negativa del colegio a retirarlas, el obispo decidió el pasado 10 de junio retirar el título de católico al colegio y otras acciones que van de la mano de esa decisión. Para posibilitar conocer de primera mano tanto la carta que explica detalladamente las cosas, ofrecemos una traducción al castellano de ese decreto originalmente publicada en la web de la diócesis de Worcester.
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Después de las discusiones de los últimos meses en un intento de encontrar alternativas a ondear las banderas de Black Lives Matter y del orgullo gay fuera de la escuela, que son incompatibles con la enseñanza católica, el Obispo Robert J. McManus de la Diócesis de Worcester ha emitido el siguiente decreto oficial en relación con la Escuela Nativity en Worcester. El decreto se publica hoy en línea en The Catholic Free Press, el periódico oficial de la Diócesis de Worcester.
DECRETO
La Escuela de la Natividad, ubicada en el 37 de la calle Lincoln, Worcester, Massachusetts, fue establecida en 2003 y desarrollada por la administración superior del Colegio de la Santa Cruz de Worcester para hacer frente a la devastadora tasa de graduación entre los chicos que experimentan inseguridad económica. Actualmente atiende a niños de quinto a octavo grado.
La escuela afirma ser una escuela «católica» afiliada a la tradición católica romana/jesuita. La administración de la escuela ha permitido ondear banderas de «Black Lives Matter» y «Gay Pride» frente a la escuela durante un período de tiempo.
Declaré públicamente en una carta abierta fechada el 4 de mayo de 2022 que «estos símbolos (banderas) encarnan agendas o ideologías específicas (que) contradicen la enseñanza social y moral católica». Es mi opinión que la bandera del «Orgullo Gay» representa el apoyo al matrimonio gay y a vivir activamente un estilo de vida LGBTQ+.
Esto también es cierto para «Black Lives Matter». La Iglesia Católica enseña que toda la vida es sagrada y la Iglesia ciertamente respalda inequívocamente la frase «las vidas negras importan» y afirma firmemente que todas las vidas importan.
Sin embargo, el movimiento «Black Lives Matter» ha cooptado la frase y promueve una plataforma que contradice directamente la enseñanza social católica sobre la importancia y el papel de la familia nuclear y busca desbaratar la estructura familiar en clara oposición a las enseñanzas de la Iglesia católica.
El hecho de ondear estas banderas frente a una escuela católica envía un mensaje contradictorio, confuso y escandaloso al público sobre la postura de la Iglesia en estas importantes cuestiones morales y sociales.
De acuerdo con el canon 803, §§ 1-3, del Código de Derecho Canónico, el Obispo Diocesano debe mantener la vigilancia sobre las Escuelas Católicas dentro de su Diócesis, incluso aquellas operadas por grupos laicos que buscan el uso del título «católico» para sus escuelas. Tal uso requiere la aprobación eclesiástica (canon 803, §3).
Una «Instrucción» recientemente publicada por la Santa Sede a través del Dicasterio para la Educación Católica, titulada «La identidad de la escuela católica para una cultura del diálogo», afirma que «las escuelas católicas forman parte de la misión de la Iglesia (par. 21) y tienen la gran responsabilidad de dar testimonio a través de un proyecto educativo claramente inspirado en el Evangelio (par. 28). Las escuelas católicas son entidades eclesiales. Como tales, participan en la misión evangelizadora de la Iglesia y representan el ámbito privilegiado en el que se desarrolla la educación de la Iglesia» (par. 30)
Como Obispo Diocesano, es mi deber sagrado y mi responsabilidad inherente determinar cuándo una escuela que dice ser «católica» está actuando de manera contraria a las enseñanzas de la Iglesia Católica y desconoce mi legítima autoridad como guardián y supervisor de la educación católica en la Diócesis de Worcester. A pesar de mi insistencia en que la administración de la escuela retire estas banderas por la confusión y el escándalo propiamente teológico que hacen y pueden promover, se niegan a hacerlo. Esto no me deja otra opción que tomar medidas canónicas.
Se han cumplido todos los requisitos de los cánones 48, 49, 50, 51 y 52.
Después de considerar en oración este asunto, yo, el Reverendísimo Robert J. McManus, Obispo de Worcester, teniendo ante mí mis responsabilidades pastorales para con esta Iglesia particular, en vista del canon 381, §1, por la presente declaro y decreto lo siguiente:
– La Nativity School of Worcester tiene prohibido a partir de este momento identificarse como una escuela «católica» y ya no puede utilizar el título de «católica» para describirse a sí misma;
– La misa, los sacramentos y los sacramentales ya no pueden ser celebrados en las instalaciones de Nativity School o ser patrocinados por Nativity School en cualquier edificio de la iglesia o capilla dentro de la Diócesis de Worcester;
– No se permite a la Nativity School realizar ninguna recaudación de fondos que implique a las instituciones diocesanas de la Diócesis de Worcester y no se le permite figurar o anunciarse en el Directorio Diocesano;
– El nombre del Obispo Emérito Daniel P. Reilly debe ser eliminado de la lista del Consejo de Administración de la Nativity School.
Este decreto es efectivo inmediatamente.
Ordeno que este decreto sea publicado.
Dado en Worcester, Massachusetts, el día diez de junio del año de Nuestro Señor, dos mil veintidós.