Y no solo eso: la organización también recortó su previsión para 2023, que ahora quedó en 2.1%
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) recortó sus pronósticos para la economía de México, a 1.9 por ciento para 2022 y a 2.1 por ciento para 2023.
Las cifras representan ‘tijeretazos’ de 0.4 y 0.5 puntos porcentuales respecto a lo previsto en febrero.
“La recuperación en curso y las perspectivas de crecimiento a mediano plazo podrían potenciarse aumentando la inversión pública, basándose en análisis costo-beneficio, y el gasto en programas sociales bien focalizado”, señaló en su reporte Perspectivas Económicas de la OCDE de junio.
Los pronósticos de la OCDE sobre México son ligeramente más optimistas que los entregados esta semana por el Banco Mundial y por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ambos de 1.7 por ciento de crecimiento para 2022.
Sobre la inflación, la OCDE estima que cierre 2022 en 6.9 por ciento, y se reduzca a 4.4 por ciento en 2023, en la medida que el impacto de las tasas de interés surta efecto. La institución prevé que la tasa de interés del Banco de México llegará a 9 por ciento en el primer trimestre del 2023 y se mantendrá en ese nivel durante el resto de ese año.
¿Qué recomendaciones hace la OCDE a México?
Destaca la temporalidad de los subsidios a los combustibles para enfrentar los mayores precios y “estar bien centrados en las Pymes y los hogares más afectados”.
La certidumbre sobre la validez de los contratos existentes y la estabilidad regulatoria ayudarán a impulsar la inversión, así como mejorar la regulación empresarial a nivel estatal y municipal para reducir los costos monetarios y administrativos ayudaría a reducir la informalidad y crear empleos formales.
La libre competencia garantizada con la independencia de los reguladores y las autoridades de defensa de la competencia con un presupuesto suficiente impulsará la competencia y la productividad junto con el fomento de las energías renovables, señaló el grupo.