Al menos 18 sacerdotes han sido secuestrados en el país africano desde principios de 2022, cinco sólo en la primera semana de julio.
(ZENIT Noticias – Ayuda a la Iglesia Necesitada / Abuya, Nigeria).- Ante el dramático aumento de los secuestros, los asesinatos y la violencia, los sacerdotes nigerianos instan a evitar una reacción violenta. Según datos recogidos por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), al menos 18 sacerdotes han sido secuestrados en el país africano desde principios de 2022, cinco sólo en la primera semana de julio.
La mayoría de ellos han sido liberados, pero tres han sido asesinados. La Asociación de Sacerdotes Católicos de Nigeria (NDCPA) emitió un comunicado en el que afirmaba que «es verdaderamente triste que en el curso de sus actividades pastorales habituales, los sacerdotes se estén convirtiendo en una especie en peligro de extinción». Según la NDCPA, «se ha intentado buscar ayuda del gobierno a varios niveles, pero como ya ha señalado la Conferencia Episcopal de Nigeria, «está claro para la nación que [el gobierno] ha fracasado en [su] deber primordial de proteger las vidas de los ciudadanos nigerianos».
Los sacerdotes rechazan explícitamente cualquier respuesta que implique fuerza o violencia y también cuestionan el supuesto beneficio de su participación en las protestas callejeras. «Nuestro camino ministerial consiste en proclamar la Palabra de Dios y celebrar la Eucaristía como recuerdo de Cristo y de su misión en la tierra. Esto implica que llevamos libros sagrados y no armas. Cristo nunca nos ha animado a tomar las armas contra nadie ni a realizar actos de venganza».
La Asociación destaca la labor fundamental que realizan los sacerdotes a pesar de la falta de seguridad: «Nuestro deber es poner ante el altar de Dios la gratitud, las atenciones, las preocupaciones y las peticiones de los fieles. Somos defensores de la vida y la paz. Hemos sido llamados y enviados a predicar la buena noticia a los pobres, a liberar a los cautivos, a liberar a los oprimidos, a curar a los corazones rotos, a vendar las heridas, etc. Hemos cumplido esta llamada y seguiremos haciéndolo. Hemos cumplido este llamamiento y seguiremos haciéndolo».
Por ello, los sacerdotes invitaron a todos sus hermanos de ministerio a unirse a una iniciativa extraordinaria de oración y ayuno, adoración eucarística y rezo del rosario durante estos días.