Desde el 18 de junio, la fiscalía de Michoacán y FGR han localizado 25 cuerpos en predio Los Negritos; podrían ser 500, estiman activistas
Villamar.— Hasta hace unos años, el lugar conocido como Los Negritos, era visitado por familias de Michoacán, Jalisco y Guanajuato que pasaban los fines de semana en el lago.
Ahora es lugar prohibido. La fiscalía de Michoacán y la Fiscalía General de la República (FGR) trabajan aquí desde el pasado 18 de junio, localizando y exhumando cadáveres en una fosa clandestina. Hasta ayer habían encontrado los cuerpos de 25 personas. Activistas consideran que podrían ser hasta 500.
Mientras los trabajos avanzan, camionetas con las siglas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) circulan en los alrededores para intimidar.
Los Negritos se encuentra en el vértice de los municipios de Villamar, Sahuayo, Jiquilpan, Venustiano Carranza y Santiago Tangamandapio, en lo que ahora es conocido como el Corredor de la muerte.
De los cuerpos encontrados, 23 han sido desenterrados por personal de la fiscalía de Michoacán y dos más por la FGR.
Ocho han sido identificados y 17 permanecen en calidad de desconocidos. Entre las víctimas identificadas hay tres originarias de Jiquilpan —una mujer—, un hombre de Sahuayo, un hombre de La Barca, Jalisco, y dos más del Estado de México.
Familiares dicen que hay más de 500
El colectivo San Pedro Cahro en Busca de Ángeles fue el que hizo presión a las autoridades para que iniciaran las excavaciones en Los Negritos.
El colectivo fue formado por Isis del Rocío Macías Gracián, tras el secuestro y desaparición de su hermano Jesús, quien fue encontrado sin vida cinco meses después de iniciar su búsqueda.
La lucha de Isis del Rocío llevó a las autoridades estatales a detener a los responsables del secuestro y asesinato de su hermano.
Su lucha no quedó ahí, ella decidió seguir trabajando y apoyar a otras familias que no han tenido la suerte de encontrar a sus seres queridos desaparecidos.
“Sigo en esto porque sé lo que se siente tener un familiar desaparecido y que no haya quién te brinde apoyo o se anime a realizar ese tipo de búsquedas”, explicó.
Sobre la fosa encontrada en Los Negritos, la fundadora del colectivo estimó que, en ese sitio, en el límite entre Michoacán y Jalisco, podría haber más de 500 cuerpos enterrados.
“Se tiene el dato de que en ese predio puede haber incluso restos humanos enterrados desde hace siete u ocho años y hasta la fecha”, expuso.
Isis del Rocío explicó a EL UNIVERSAL que las sábanas de llamadas y mensajes de muchos desaparecidos evidencian que en ese punto se registraron las últimas actividades de telefonía.
Adelantó que muchos de los cuerpos no van a poder ser rescatados, debido a que ese predio está en una zona geotérmica.
“Muchos de los cuerpos pueden estar dentro de los pozos hervidores o del lago, y las personas que somos de aquí de la región sabemos que, si eso llegó a pasar, esos cuerpos ya no se pueden rescatar porque estos son como respiraderos de volcán”, expuso.
Reveló también que con base en los datos dados por las familias que se han acercado al colectivo, hay más de 2 mil personas desaparecidas de distintos puntos de la región Lerma-Chapala.
“Mi hermana puede estar ahí”
María, (nombre ficticio por seguridad), cree que su hermana, desaparecida hace dos años, podría estar en la fosa de Los Negritos.
“Ahorita con lo que se sabe y se está viendo en el lago de Los Negritos, siento que está ahí [enterrada] ella también, porque era a donde los malos siempre se los llevaban”, explicó.
María contó que la última vez que vio a su hermana fue el 4 de mayo de 2020 cuando, junto con su hijo de cuatro años, salió de su casa para ir a la fiesta de una de sus amigas.
“El niño llegó a la casa solo. Mi mamá y yo fuimos a buscarla y ya no había nadie en esa fiesta. Desde entonces ya no supimos nada de ella”, relató.
Señaló que vecinos les revelaron que llegó gente armada en unas camionetas y se llevaron a su hermana y a otra muchacha.
María dijo que no buscan a los responsables, “sólo los cuerpos de nuestros familiares.
“Mi hermana era muy alegre; le gustaba andar mucho de fiesta. Tenía muchas amistades que a lo mejor tuvieron que ver en eso, pero que haya andado en algo mal, no”, precisó.
La mujer indicó que pese a que hace poco tiempo se integró al colectivo San Pedro Cahro en Busca de Ángeles, ya ha recibido amenazas de muerte por parte del crimen organizado.
Denunció que los delincuentes la han llamado para exigirle que detenga la búsqueda de su hermana, de lo contrario, la van a matar a ella y a su familia.
“Nos dicen que saben que vivimos sin problemas y bien, pero que, si queremos seguir buscando, van a acabar con todos nosotros”, comentó.
Aun así, María dijo enfática que continuará la búsqueda de su hermana y que nada la detendrá hasta tener el cuerpo y un lugar donde rezarle y llevarle flores.
“Es lo más desgastante que pueda pasar, porque no sabemos si está viva, si está muerta; es un dolor muy grande y hasta que esté ella, es cuando uno va a descansar”, reiteró.
Trabajar en el Corredor de la muerte
El Corredor de la muerte atraviesa los municipios de Cotija, Jiquilpan, Sahuayo, Marcos Castellanos, Villamar, Venustiano Carranza, Briseñas, Pajacuarán, Vista Hermosa, Chavinda, Tangamandapio, Jacona y Zamora.
Los pobladores lo han bautizado así por el alto grado de violencia que se vive en la región, las desapariciones forzadas, los secuestros, las masacres y los ataques contra fuerzas municipales, estatales y federales.
EL UNIVERSAL recorrió gran parte de esa franja colindante con Jalisco, que actualmente está en disputa entre dos grupos internos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los trabajos de búsqueda y excavación en Los Negritos son encabezados por personal de la fiscalía de Michoacán, apoyada por Seguridad Pública estatal y las policías municipales.
A estas labores se han sumado, temporalmente, la Fiscalía General de la República y cuerpos de auxilio que, en conjunto, han trabajado en varias jornadas para localizar más víctimas.
En el terreno es imparable la labor del binomio canino. Manchas es el perro responsable de detectar cuerpos enterrados y es dirigido por un especialista.
“Hay ya más de 110 puntos en los que creemos que hay restos de víctimas enterrados”, suelta el integrante de un colectivo que espera afuera del lugar.
Mientras todos trabajan son vigilados de cerca. Las autoridades no se salvan de ser acechadas por los grupos armados que circulan en camionetas rotuladas con logotipos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los convoyes delincuenciales circulan a gran velocidad alrededor de ese predio y son detectados a distancia por los cuerpos de seguridad, que encienden sus alertas.
A lo lejos, sólo se escuchan los motores de las camionetas y los gritos que intentan ahuyentar a las corporaciones de seguridad y procuración de justicia.
“Le molesta a esos delincuentes que el gobierno desentierre a las personas que mataron”, expresa un jornalero que transita por el lugar y que pidió el anonimato.
Un lugar de descanso
Los Negritos fue, hace muchos años, un lugar de recreación para los habitantes de la región y algunos turistas de Jalisco y Guanajuato que gustaban de él.
Un vecino recordó que si bien las personas no se podían meter al lago, todos disfrutaban de la naturaleza, de los asadores y de los quioscos familiares que hay en ese sitio.
“Este lugar lo convirtieron en un cementerio. Aquí veníamos las familias y turistas de fin de semana o a vacacionar”, aseguró.
Dijo que la mitad de ese predio pertenece al ayuntamiento de Villamar y el resto a otros gobiernos municipales, por lo que al principio era gratuito, pero luego los grupos criminales en turno se apoderaron del lugar y lo hicieron campo de exterminio y cementerio clandestino.
“Todos sabemos lo que aquí pasaba desde hace muchos años. Nomás se escuchaba el ¡pam, pam, pam!, de las metralletas a diario, pero si decíamos algo nos mataban”, dijo.
En tanto, las autoridades aseguraron que continuarán con los trabajos de búsqueda en el predio, a pesar del asedio criminal.
El colectivo, por su parte, pide que se les permita el ingreso y su incorporación a las labores de búsqueda, rastreo y excavaciones para avanzar en el rescate de más cuerpos, en un lugar que podría ser uno de los cementerios clandestinos más grandes del país.(El Universal)