LA ADELITA DE LA REVOLUCIÓN

EVERILDO GONZÁLEZ ÁLVAREZ

Estimados lectores, vamos a conocer de la historia de una mujer a la que se compuso una canción. En su tiempo fue famosa por participar en la Revolución Mexicana.

 Adela Velarde Pérez nació el 8 de septiembre de 1900 en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde estudió la educación básica y más tarde se dedicó a la enfermería. Desde este momento y hasta que triunfó como heroína de la Revolución Mexicana se sabe poco de su historia, Cierto que concedió una entrevista, pero ignoro si se publicó o fue corta la misma pero de lo que podemos deducir, es que fue una mujer rebelde, de esas que llevan la valentía en la sangre. Murió en los Estados Unidos el 4 de Septiembre de 1971 en una completa pobreza Sus restos fueron sepultados en el cementerio de San Felipe, Del Río, Texas. Realmente deberían haber sido traídos a su tierra natal. Hace falta la Rotonda de Mujeres Ilustres en donde estarían sus restos.

Tras estudiar la secundaria, se dice que Adela, hija de un adinerado comerciante de Ciudad Juárez, se rebeló contra su padre para incorporarse a la Asociación Mexicana de la Cruz Roja para ser enfermera; era conocida por su eficiencia y destreza en la atención de los heridos y fue eso lo que la hizo convertirse en la consentida de las tropas. Esa rebeldía contra su papá la hizo famosa.

Fue la creadora del grupo revolucionario de las adelitas, mujeres que curaban a los hombres heridos combatientes. No se sabe quién les puso el nombre de adelitas ni en que época.

De su apariencia se sabe que era una mujer muy bella, que sobresalía por su hermosura y por la generosidad con la que actuaba, siempre inquieta, alegre y curiosa. Fueron estas características las que la hicieron que se incorporara al grupo de enfermeras que había fundado Leonor Villegas de Manón, para apoyar a los ejércitos que luchaban en la justa revolucionaria.

Aun así, a ésta gran soldadera que fue Adela Velarde, la «Adelita», no se le reconoció su valor en el combate y tras la Revolución mexicana, todos se olvidaron de ella. En 1962, se la reconoció como una veterana de la Revolución y por su oposición al gobierno de Victoriano Huerta.

Adelita atendía a los heridos villistas de la División del Norte, como parte de la Brigada de la Cruz Blanca que formó la señora Leonor Villegas de Manón, refieren cronistas locales.

Estuvo presente en los combates de Parras, Meoqui, Santa Rosalía, Camargo, Gómez Palacio, Torreón, Zacatecas y otros más, donde fue testigo de las crueldades de la guerra que dejaba las calles llenas de muertos y teñidas de sangre.

Al concluir la lucha armada, Adela Velarde Pérez, perfectamente identificada, recibió años después un homenaje como veterana de guerra.

Las mujeres en la lucha armada fueron reconocidas oficialmente a partir de 1939, luego de que el presidente Lázaro Cárdenas promulgara el decreto de veteranía y en el caso particular de Velarde Pérez, su homenaje fue un año después.

Su expediente de veteranía quedo en resguardo especial en la Secretaría de la Defensa Nacional, así como las referencias de ella en el libro La Rebelde, de Leonor Villegas de Magnón, donde la señalan como la inspiradora del famoso corrido revolucionario “La Adelita”, al que describen como un canto de guerra, de amor y desolación grabado en el imaginario popular para referirse a las abnegadas mujeres que como enfermeras voluntarias atendieron a los heridos en el frente de batalla.

La canción “La Adelita” –según la versión de Adela Velarde– fue escrita inspirada en ella, por el compositor y el sargento Antonio del Río Armenta, perteneciente a las tropas de Villa quien fue su enamorado.  En una entrevista, comentó que el sargento quería casarse con ella. También le informó que se incorporarían a la brigada del general Manuel W. González.

“Yo siempre en la Cruz Blanca y él defendiendo su patria”, señaló la famosa enfermera.

Sin embargo, el sueño no se realizó ya que el soldado Antonio murió acribillado en el cumplimiento del deber, durante la toma de Torreón.

Tuvo un hijo que murió al participar en la Segunda Guerra Mundial y del que poco se sabe.

En el epitafio de su tumba se lee: “aquí yace la mujer que inspiró la canción de la Adelita”.

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