La violencia feminicida que ha cobrado la vida de más de 660 mujeres durante el actual sexenio generó una ola de protestas durante la gran fiesta oaxaqueña
Oaxaca de Juárez.– La alegría para celebrar la vida tras dos años de silencio impuesto por la pandemia de Covid-19 con el regreso de la Guelaguetza, la máxima fiesta de Oaxaca, también sirvió de marco para que se hiciera escuchar la digna rabia de jóvenes mujeres ante la violencia feminicida que ha cobrado la vida de más de 660 mujeres durante el sexenio que termina, según datos de organizaciones sociales, así como la desaparición de decenas más.
La primera chispa
La chispa encendida durante el primer Lunes del Cerro, cuando una manta con la leyenda “Oaxaca feminicida” apareció entre el público del Auditorio Guelaguetza, se ha ido multiplicando y ha detonado en otras exigencias de justicia y manifestaciones de descontento, lo mismo con protestas en el desfile de delegaciones que con intervenciones urbanas y letreros que se han hecho presentes en las calles de la Verde Antequera.
La protesta se hizo presente con fuerza por primera vez en la segunda función de la Guelaguetza, durante el primer Lunes del Cerro, cuando la saxofonista María Elena Ríos ondeó una manta con el mensaje que se ha vuelto icónico: Oaxaca feminicida.
La joven, sobreviviente de un intento de feminicidio perpetrado mediante un ataque con ácido, aprovechó la presentación de la delegación de su ciudad, Huajuapan de León. Durante la interpretación de la Canción Mixteca realizó su protesta de manera pacífica y silenciosa; sin embargo, fue desalojada del auditorio por decenas de elementos de seguridad.
Lo anterior derivó en la condena de un centenar de colectivas y organizaciones feministas y en la emisión de medidas cautelares a favor de la también activista por parte de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), luego de que determinó que se violentó su derecho humano a la libre manifestación de ideas.
Además, el momento fue inmortalizado en un stencil por un colectivo de artistas urbanos, quienes retrataron a Malena tocando el saxofón rodeada por un grupo de policías, acompañada del mensaje: “La justicia es selectiva en Oaxaca feminicida”.
«María Elena es un símbolo”: Lila Downs
Arropada por el público con el grito de “¡Justicia, justicia!”, María Elena Ríos regresó sólo cuatro días después al Auditorio Guelaguetza, ahora como invitada especial de la cantante mixteca Lila Downs, con quien compartió el escenario en su concierto, que marcó su regresó a la entidad.
Durante el espectáculo, Lila Downs aseguró que “es tiempo de las mujeres que luchan y de quien quiere escuchar esa lucha”. Luego, tras interpretar la pieza La Llorona con Ríos Ortiz, ambas extendieron una manta con tres corazones, uno morado, uno verde y uno naranja, que simbolizan la lucha de las mujeres; el derecho a decidir, y la no violencia contra las mujeres.
“María Elena es un símbolo que nos representa a todas las mujeres que hemos sido violentadas; luchó en contra del agresor y logró mucho. Y hay que apoyar ese esfuerzo”, dijo la cantante en entrevista con EL UNIVERSAL.
Colectivas feministas respaldan protesta
La protesta y desalojo de María Elena motivó nuevos reclamos, entre ellos el encabezado por la colectiva feminista Oaxaperras y activistas de diferentes organizaciones, quienes el sábado pasado llevaron a cabo la performance Mujer Oaxaqueña, frente al Templo de Santo Domingo de Guzmán, para denunciar la violencia feminicida en Oaxaca.
La convocatoria se pactó para las 15:00 horas en el centro de la capital del estado, momento en que las mujeres organizadas se concentraron en la explanada y extendieron una manta con la leyenda que se ha convenido en consigna: Oaxaca feminicida.
Las colectivas expusieron que en lo que va de 2022, según el Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos, hay un registro de 79 muertes violentas de mujeres, de las cuales sólo 23 han sido tipificadas como feminicidio; mientras que suman 661 en la administración actual.
Durante el acto, las activistas exigieron justicia en cada uno de los casos cuyo proceso no avanza.
Cambian cartel a Murat
Luego, el mismo sábado, durante el desfile de delegaciones en víspera del segundo Lunes del Cerro, una joven vestida de tehuana abordó al gobernador Alejandro Murat y su esposa, quienes encabezaban el desfile por las calles de la ciudad, para tomarse una foto.
La joven se acercó sosteniendo un cartel con el mensaje “Oaxaca lo tiene todo”, que se utiliza como eslogan para promocionar los atractivos turísticos de la entidad; sin embargo; al momento de tomarse la fotografía, la joven tiró dicho cartel y lo cambió por otro, donde se leía 666, la cifras de las muertes violentas de mujeres durante el actual sexenio.
La protesta de esta joven quedó grabada en un video que se ha difundido en las redes sociales, sobre todo dado que se observa a personal del gobierno estatal en su intento por arrebatar el cartel a la joven, quien reacciona con rapidez y lo alza para alejarlo de su alcance.
Cierre con protesta
Finalmente, ayer, tras concluir las dos funciones de la Octava del Lunes del Cerro, con las cuales cierran oficialmente las fiestas de la Guelaguetza, la saxofonista María Elena Ríos regresó al Cerro del Fortín para manifestarse de nueva cuenta, portando un letrero con la ya icónica frase.
“Ya se acabó el folclor, ¿qué nos espera mañana, más feminicidios? ¿Hasta cuando van a seguir en la impunidad los 666 feminicidios?”, cuestionó la saxofonista, quien también exigió la detención de Juan Antonio Vera Hernández, quinto implicado en el ataque que sufrió. A este presunto responsable se le considera prófugo e incluso se ofrece un millón de pesos de recompensa por información de su paradero; dicha persona es hijo de Juan Antonio Vera Carrizal, exdiputado del PRI preso y a quien se considera autor intelectual del ataque con ácido.
También en las calles
A estas manifestaciones, la noche de ayer y la madrugada de este martes se sumó la aparición de la frase “Oaxaca feminicida” en las calles de la ciudad capital, misma que fue impresa en hojas blancas y pegada en paredes del Centro Histórico, señalando que suman 667 feminicidios en la entidad durante esta administración, mismos en los que impera la impunidad.