¡Infladitas y suaves! Así puedes hacer tortillas a mano

La tortilla es el segundo alimento más recurrente en la canasta básica mexicana

La tortilla de maíz es la base

de muchos platillos en México.

El maíz es el alimento por excelencia de la gastronomía mexicana. De el nace diversos productos, en especial la tortilla, uno de los productos imperdibles en cada hogar. 

Aporte nutrimental 

Millones de mexicanos consumen tortillas a diario, pues es el segundo producto más importante en la canasta básica; incluso su aporte alimenticio es de alrededor de 72 a 78 kcal.

Su precio

Sin embargo, en los últimos años han tenido un aumento en su precio; en agosto 2022, según el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), el promedio del costo ponderado por población es de $21.13. 

Por consiguiente, algunas personas buscan alternativas para seguir consumiéndolas; una de estas es hacerlas a mano.

En Menú te decimos cómo puedes preparar tortillas a mano, desde el proceso de nixtamalización, hasta el truco para calentarlas sin que se deformen.

Pasos para hacer tortillas a mano

Ingredientes

2 kilos de maíz
1 cucharada de cal viva, también conocida como óxido de calcio
Agua
Sal

Primero debes nixtamalizar el maíz, proceso que consiste en cocerlo en agua para ablandar el grano, retirar la cáscara y molerlo. Esto hace que la concentración de nutrientes y vitaminas aumente; por ejemplo, el calcio eleva un 20%; el fósforo, 15%; y el hierro 37%. 

Para este procedimiento, sirve el maíz blanco sobre una olla con agua. El líquido debe cubrir por completo el agua. Después vierte la cal viva sobre el maíz. Mueve un poco el agua para que asiente con el óxido de calcio. 

Es necesario resaltar que el agua no debe hervir, por lo que cuando empiece a calentarse de más, revisa si a los granos se les cayó la piel o el pellejo. Luego deja que se calienten por 15 minutos más, después retira el maíz del fuego. 

Deja el maíz reposar hasta que enfríe. Más tarde, pasa el nixtamal a otro recipiente limpio con agua fría, enjuágalos y vuelve a ponerlo en otra olla o cubeta. 

Tras esto, lleva los granos a un molino o, en su defecto, puedes molerlos en un metate, aunque es un proceso más tardado. Corrobora que la masa esté bien molida y poco a poco échale un poco de agua para que no quede seca. Al final, debe quedar húmeda y flexible.

Ya con la masa lista, puedes agregar sal al gusto, después amásala y tápala con un trapo o pliegos de plástico, sin dejar que entre aire, y déjala reposar por 30 minutos.

Toma una porción de masa (el tamaño de la tortilla dependerá de cuanto uses) y frótala en tu mano para hacer bolitas.

Para aplanarlas, usa una prensa para tortillas, coloca una hoja o bolsa de plástico encima de la aplanadora, pon la bolita de masa y, sobre ella, pon otra bolsa, cierra y aplástala. Luego voltea el plástico y aplástala del otro lado Ten mucho cuidado al momento de aplastarlas, procura no usar tanta fuerza porque la masa puede quedarse en el plástico. 

Después, de la parte superior despega con delicadeza la masa del plástico, luego voltéala, toma la tortilla de una orilla y desprende el plástico restante. Para que no se deshagan, puedes hacer un pequeño movimiento con las manos: dale pequeños golpes a la tortilla, como si estuvieras jugando con ella con un resorte de plástico. Extiende la tortilla un comal caliente con una lumbre media.

En aprox. 30 segundos, o cuando tu veas que sea necesario, voltea la tortilla hasta que esté cocida. Si la tortilla está bien se va a inflar. 

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