Yo no sé si los demás presidentes de los países del globo terráqueo se sienten en la cúspide del poder y entre sus equivocaciones está el sentirse el non plus ultra que les permite hacer y disponer a su antojo de las riquezas de su nación, en primer lugar; y en segundo, beneficiar por todos los medios a su parentela o a aquellos que se pliegan a su santa voluntad.
Seguramente en algunos países esto no ocurre y se comportan de tal modo que son el ejemplo del mundo. Claro que ese ejemplo en la mayor parte de los casos no es contagioso y por eso tenemos siempre países, naciones, estados que van arrastrando una estela interminable de miseria.
Ciertamente hay un organismo universal que denuncia constantemente esta situación, pero a la mayoría de los que detentan la riqueza, les vale wilson; más bien les sirve de acicate para acumular más billetes.
La ONU, que es el organismo, denuncia que hay 1.300 millones de pobres en el mundo y la mitad son niños. Igualmente, señala que el 84.5 % de esta pobreza se concentra en el sur de Asia y la llamada África subsahariana.
Lo más grave del asunto es que, al mismo tiempo que existen estos desarrapados pululan multimillonetas que ya no saben qué hacer con sus riquezas. Seguramente también sufren ante la realidad lacerante, para ellos, de que no podrán llevárselas al otro mundo; no al mundo exterior, sino al de las calacas; allá donde impera la huesuda, la sincarne, la calavera.
Lo que si veo en nuestro México es que Andrés Manuel López Obrador, en la forma de pensar y sentirse el todo poderoso, no tiene ninguna diferencia con los demás presidentes de México.
Si no fuera de esa manera, no hubiera abierto al grupo de las “corcholatas” de la cuarta T, cuyas posibilidades de sustituirlo como jefe de Estado, están en sus manos; lo mismo que estuvieron los llamados por él, conservadores, que cada uno en su momento designo a su sucesor. Claro, todo ello camuflageado para que no se viera; aunque lo vieron todos los mexicanos de aquí y de allá.
Para mayor precisión, recuerde amigo lector que los presidentes más próximos, los que llamé integrantes de “legión de la bacinica”, cada uno en su momento designó a su sucesor. Seguramente recordará también que en su mayoría el destape lo realizó Fidel Velázquez (Dios lo tenga en su santa gloria).
Y volviendo a la jugada lópezobradorista, por todo el país, ahora vemos cómo los integrantes de su Cuarta Transformación, en más o en menos, han descuidado su trabajo, Tatiana Clouthier, Claudia Sheibaum, Martí Batres Guadarrama, Marcelo Ebrard Casaubom, Juan Ramón de la Fuente, Gerardo Fernández Noroña y Ricardo Monreal Ávila. No cuento al de Tabasco porque él es harina de otro costal, como quien dice, es su cuaderno de doble raya, aunque para que no se le vaya a perder el “gran dedo”, Adán Augusto López también anda desatado. En fin, hasta ahorita todos (¿sin excepción?) han estado en reuniones, dizque multitudinarias, organizadas por ellos o sus más cercanos, donde han acariciado sus oídos al escuchar su melodía preferida ¡Presidente! ¡Presidente!
Otro efecto de esa apertura de Andrés Manuel es que no han faltado quienes abren la de taquear para enseñar los colmillos que solo de verlos asustan. Tal es el caso de Ricardo Monreal Ávila que de una forma o de otra muestra al buen entendedor que es gallo de pelea para cualquier palenque y que su cuero tiene cicatrices que hablan de los múltiples enfrentamientos que ha tenido a lo largo de su vida política.
En las últimas semanas los medios de comunicación han publicado diversas notas en las que el senador se defiende como gato boca arriba de supuestos o reales ataques.
Van algunos ejemplos:
Ricardo Monreal aseguró que críticas por abstenerse a votación de que Sedena controle a la Guardia Nacional son “patrocinadas con recursos públicos”
Asegura Ricardo Monreal que Claudia Sheinbaum trata de liquidarlo.
El senador zacatecano, supongo que después de llenar estampitas y coleccionar álbumes de fútbol, salió a gritar e insistir en que se inscribirá “en las boletas de la elección presidencial”. Alguien lleva tiempo mintiéndole a Monreal y, sólo el demonio sabe por qué, ha creído que tiene posibilidades de suceder al presidente López Obrador en 2024.
Ni la alta temperatura ni la vergüenza impidieron al dúo dinámico de la traición: Ricardo Monreal y Sandra Cuevas organizar un evento, con acarreados y aplaudidores incluidos, en la plaza pública del Monumento a la Madre, aquí en la CDMX. ¿Serán ilusos? ¿O serán, simple y llanamente, una pareja de desfachatados? Desde hace tiempo, la gente sabe que fue Monreal quien operó detrás de Sandra Cuevas para entregarle al PRIANRD la alcaldía que tanta empatía tiene con el presidente López Obrador y con la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum. La pregunta es: Ya, en la cruda realidad, ¿cómo pretende hacer Cuevas para sacar a su mentor del basurero de la Historia y hacerlo ganar el voto del pueblo? Necesitará un centenar de páginas para redactar ahí un cuento chino que nunca llegará a la realidad.
«No soy suicida ni necio democrático» El senador de Morena reiteró que no se irá a ningún otro partido, quiere estar en la boleta del 2024 porque México necesita un presidente de reconciliación y consideró que tiene todas las características para serlo.
“Quiero ganar a la buena en Morena, porque Morena no es la estructura aunque el Presidente tiene un gran sentimiento popular y una gran respaldo, impresionante, deseo transitar por Morena, soy fundador de Morena, tengo 25 años acompañando al presidente López Obrador y soy militante de Morena, sería muy lamentable que Morena se alejara de este deseo democrático que fue lo que nos dio vida y repito, pondría en grave riesgo el legado de la democracia que buscamos siempre y que impulsó el presidente desde hace décadas en México.
“México es mucho más grande que cualquier partido y que cualquier interés personal, por eso es momento de expresarle a la población que en razón de su respaldo en su momento estaré en las boletas, pero si no hay respaldo tampoco soy un suicida político ni un necio democrático, simplemente la gente es la que decide, me atengo a la gente, pero estoy preparado, tengo la lucidez y la preparación para enfrentar los grandes retos de México moderno, sé cómo hacerlo y sé cómo enfrentar esto en consenso y sin confrontación”.
Aseguró que está “bien en Morena” y seguirá luchando para “ganar a la buena”, y no tomará ninguna decisión a la prisa, pues se mantendrá en su postura de buscar la candidatura “hasta el límite de mis fuerzas y de mi dignidad”.
En entrevista con MILENIO, Ricardo Monreal también reconoció que la ruptura con el presidente Andrés Manuel López Obrador se generó tras comprar una intriga palaciega de que él colaboró en la pérdida de nueve alcaldías en la Ciudad de México en 2021, Monreal advirtió que Morena necesita su estructura para ganar y dejó claro que no le interesa ser jefe de Gobierno de la Ciudad de México. “El aislamiento, la distancia, se debe a una intriga palaciega porque se me atribuye ser el responsable de la pérdida de nueve alcaldías en la Ciudad de México
(¿Mis enemigos?) Compraron esa intriga y eso ha generado este distanciamiento con el Presidente.
En fin… ¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Presidente! ¡Presidente!