JEAN MEYER // ¿Cuántos somos?

Ocho mil millones de humanos, según el último informe de la ONU. De ser cierto –los conteos son siempre aproximativos– el número de terrícolas dejaría de crecer antes de lo previsto. La pandemia, que todavía no termina, provocó un exceso de mortandad de quince millones de personas en 2020 y 2021, tres veces más que las cifras oficiales. Sin embargo, ni con sus muertos del año en curso, Covid explica el hecho que ha sorprendido a los analistas. En su informe de 2018-2019, la ONU no pronosticaba la estabilización antes del siglo XXII, mientras que ahora se piensa en el año 2060. Los factores causales son el número de niños por mujer, la contracepción y las prácticas matrimoniales. A nivel mundial, la tasa actual de fecundidad ha bajado a 2.3 y podría bajar hasta 1.8. En 2020, dice el informe, por primera vez desde 1950 (cuando había dos mil quinientos millones de personas), la tasa de crecimiento se encontró debajo del 1 por ciento anual.

La población mundial seguirá creciendo hasta 2060 para llegar a los diez mil millones. Ocho países, de los cuales cinco africanos, aportarán más de la mitad de esos dos mil millones suplementarios: Congo-Kinshasa, Egipto, Etiopía, India, Nigeria, Pakistán, Filipinas y Tanzania. Hoy China y la India empatan con sus mil trescientos millones, pero desde el año próximo la India será el país más poblado del mundo, mientras que China entra en una bajada impresionante: pronostican para 2100, una China de 770 millones frente a una India de mil quinientos millones de habitantes. China tiene actualmente 1.18 niños por mujer, lo que no permite remplazar las generaciones y explica la penuria de mano de obra y el envejecimiento del gran país. En 1850, la tercera parte de la humanidad vivía en China, en 2100 no pasará del 10 por ciento. En términos de geopolítica, la India y África serán dos colosos demográficos, con todo lo que esto implica. Sin comentario.

Sobre el modelo chino, sesenta países verán bajar su población al ritmo anual de 1 por ciento: toda Europa oriental, empezando por Rusia y Ucrania. En Europa occidental, Alemania, Grecia, Italia, España estarán en el mismo caso, por la extrema debilidad de su natalidad. En los tres países mediterráneos hace tiempo que el número de defunciones supera el de nacimientos. En algunos países, como Alemania o España, la inmigración masca la realidad, pero Ucrania perdió 9,000,000 de habitantes en veinte años, la mayoría por emigración. Bulgaria tenía 9,000,000 en 1990 y hoy tiene 6,800,000. Serbia que tenía 8, tiene apenas 7 hoy. Japón, Corea del Sur y Cuba se encuentran en la misma resbaladilla que China y el antiguo bloque soviético.

Globalmente, Europa debería perder el 5 por ciento de su población en los próximos veinte años: Europa oriental y mediterránea, el 10 %. El promedio de 5 se debería al mejor comportamiento de Francia y del Norte. Para América del Norte, no se prevé a mediano plazo una baja demográfica, debido a una tasa de fecundidad respetable y a un movimiento migratorio muy positivo. América del Sur termina lo que los expertos llaman su “transición demográfica”, es decir, una baja de fecundidad hasta el 2.1 por ciento que permite renovar las generaciones.

En el siglo XVIII, el lema de las grandes monarquías era “gobernar es poblar”, tan es cierto que el número de habitantes es un elemento fundamental. El gobierno chino está descubriendo, un poco tarde, que su brutal política del hijo único tiene consecuencias negativas imprevistas por Mao y sus herederos. Xi Zhi Ping ha de mirar con envidia y algo de miedo a su vecino indio que tiene una población con 28 años de edad promedio, mientras que china tiene 40. Por eso la India dispone de un enorme contingente de hombres en edad de trabajar, mientras que China batalla para cubrir sus necesidades laborales. La India se beneficia de lo que los expertos llaman el “dividendo demográfico”. Nuestro México lo tiene, sin haber sabido explotarlo bien; por eso millones de mexicanos se fueron y se van al Norte. Pero eso es otra historia y el tal dividendo se acabará pronto.

Jean Meyer, historiador en el CIDE

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JEAN MEYER

Dr. Jean Meyer. Francés nacionalizado mexicano. Historiador. Licenciado en grado de doctor por la Universidad de la Sorbona. Profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) donde además fundó y dirigió la División de Historia.

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