Santos y Beatos mexicanos

José Salvador Huerta Gutiérrez

José Salvador Huerta Gutiérrez nació en Magdalena, Jalisco, el 18 de marzo de 1880. Mecánico por vocación, se dedicó a este oficio, llegando a ser uno de los más competentes de Guadalajara.

Devoto de Jesús Sacramentado, participaba todos los días de la Eucaristía y adoraba, con frecuencia, el Santísimo en el sagrario. Su conducta como hijo, esposo y padre fue siempre ejemplar. Poseía una particular intuición ante el peligro, al que se enfrentaba con singular fortaleza.

Al comenzar el año de 1927 la situación religiosa se tornó imposible para los católicos. Se perseguía sin tregua a los clérigos por considerárseles instigadores de la resistencia armada. El 2 de abril de 1927, consumado el asesinato de Anacleto González y sus tres compañeros, acudió al cementerio a despedir los restos del conocido líder.

De regreso a su taller, lo esperaban agentes de la policía, y valiéndose de un ardid, lo arrestaron. En la Inspección general comenzó un crudísimo tormento; lo colgaron de los dedos pulgares; querían los verdugos conocer el paradero de los presbíteros Eduardo y José Refugio. Exánime lo tiraron en un calabozo.

En las primeras horas del 3 de abril, lo condujeron, junto con su hermano Ezequiel, al panteón de Mezquitán. Ante el pelotón de fusilamiento, pidió una vela encendida, iluminando su pecho descubierto dijo: «¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!; disparen; muero por Dios, que lo amo mucho».

Fueron beatificados por SS Benedicto XVI el 20 de noviembre de 2005.

Adquiere el libro

Un viaje a través de la historia del periódico Guía.

Colegio Fray Jacobo Daciano