Agua Blanca está inmersa en las típicas huertas jungapenses en las que abundan los frutales de todo tipo. No es por nada, pero si usted puede hacer una comparación con las frutas que se producen en otras regiones y las de Agua Blanca (como representante de las jungapenses), es indudable que los sabores son más agradables, más concentrados y de mejor calidad.
Esto no tiene otra explicación, sino que Agua Blanca está ubicada en recovecos de la Sierra Neovolcánica Transversal y sus frutos reciben la riqueza de sus aguas subterráneas y minerales.
La verdad es que Agua Blanca, tierra pródiga, le ofrece una feria multivariada de frutas; ahí puede degustar plátanos de diversos tipos, mangos ciruelas, anonas, chirimoyas, guanábanas, maracuia, fruta del árbol del pan, fruta estrella, aguacate, zapote negro, etc.
Pero volviendo al meollo del escrito, el dueño del balneario de Agua Blanca desde sus inicios tuvo la genial idea de hacer construir un sitial absolutamente familiar y reservado. La porción hotelera se armó con un estilo auténticamente tarasco. Cada habitación lucía nombres de alguno de los municipios michoacanos: Pátzcuaro, Zitácuaro, Uruapan, Jiquilpan, Zamora, Tacámbaro. El complemento a la estancia en ese lugar fue la sabrosísima comida que se ofrecía en tres tandas, rematada con chocolate y café negro únicos en muchos sitios michoacanos.
Respecto del café hay que decir que siempre fue de indiscutible calidad, porque fue traído a Uruapan por un agregado de la Secretaría de Relaciones exteriores, directamente de la región de Moka (en árabe Al Mokha). El café de Jungapeo (Agua Blanca) es el mismo de Uruapan.
Otro atractivo muy visitado por aquellos que presumían de “pata fuerte” es la cascada denominada “velo de novia” que se forma en el despeñadero de las aguas del río Tuxpan en el barranco de la Malinche.
Claro que como balneario nunca faltó el seductor encanto de las aguas radioactivas en sus dos albercas, una de aguas azulosas y no tan profunda; y la otra, aguas amarillentas y de profundidad media, ambas con una temperatura agradable.
El remate en esos años era tomar café en los amplios jardines de jacarandas, en pleno mirador de las aguas del río Tuxpan o Jungapeo.
Hablar de comida rica, variada, sabrosa, abundante y nutritiva, por un lado; rematar con el mencionado café traído de Moka; y saborear un exquisito chocolate, amén de la riqueza de las aguas termales era, muchos opinaban, como estar en el paraíso.
Metros arribita de las albercas, en algo así como una primitiva casa de campaña, se encontraba el verdadero goce de Agua Blanca, las aguas de la fuente de la juventud, lo que le hizo ser el centro curativo más importante del imperio tarasco. Dice, entre otras cosas, el profesor y escritor Vicente Marín Iturbe: “Se le atribuían curaciones y acción milagrosa, así como el sorprendente poder de prolongar indefinidamente la juventud”.
El agua de esos manantiales decía que tenía la propiedad de bajar el colesterol de la sangre lo que producía elasticidad a las arteriolas corporales.
Mucho antes, el investigador Harry Petters publicó un documento que hablaba de las maravillas de estas aguas termales. El documento fue entregado al dueño del balneario y se perdió en el tiempo.
Decía el Dr. Petters: las heridas internas y externas curan con notable rapidez; se experimenta una mejoría notable en los padecimientos artríticos; se mejora el funcionamiento hepático y renal; regula la presión arterial; aumenta el apetito y mejora la digestión; se experimenta un estado general normalizando el sueño, regula el estado nervioso. Todo ello en un completo estado de bienestar. Finalmente, que deja como sedimento (no olvidar que no se refiere a las albercas, sino al manantial)suaviza la piel, y hace desaparecer barros y espinillas.
Justamente, Petters mando hacer un examen químico de las aguas.
Termino con el listado de esas propiedades.
Carbonatos 0.3670
Bicarbonatos 0.7294
Cloruros 0.1470
Silicatos 0.1606
Sulfatos 0.0002
Fosfatos 0.0002
Calcio 0.1026
Magnesio 0.0443
Litio 0.0030
Sodio 0.1565
Potasio 0.0179
Aluminio y hierro 0.0043
Nitratos No tiene
Materias orgánicas, amonio, elementos tóxicos, bacterias. NO TIENE
Radioactividad del agua 38×4 x 10 – 12 unidades curie por litro
El remate en esos años era tomar café en los amplios jardines de jacarandas, en pleno mirador de las aguas del río Tuxpan o Jungapeo.
Hablar de comida rica, variada, sabrosa, abundante y nutritiva, por un lado; rematar con el mencionado café traído de Moka; y saborear un exquisito chocolate, amen de la riqueza de las aguas termales era, muchos opinaban, como estar en el paraíso.