Tareas permanentes del trabajo de base

Ranulfo Peloso
San José de los Campos, SP, Brasil

“Para comenzar, se hacen las cosas que parecen insignificantes; después, se pasa a las cosas dichas importantes… cuando estas ya están hechas, se emprenden las dichas imposibles. La condición de andar una legua es dar el primer paso”

Trabajo de base: No se reduce a debates, reuniones, agitación y propaganda… ni es la repetición melancólica de prácticas del pasado. Tampoco se confunde con el Basismo, forma disfrazada de autoritarismo que trata al pueblo como ingenuo y elogia sus acciones espontáneas. Significa rescatar una estrategia, un camino de organización y de lucha que envuelve a los actores en la solución de sus desafíos y presenta un nuevo orden social.

El trabajo de base se define como una acción política transformadora, hecha por militantes de una organización que, situados dentro de una base social concreta, contribuyen para despertar organizar y acompañar a la clase que trabaja, en la solución de sus problemas cotidianos y en la lucha general contra la opresión. Ese movimiento prepara una fuerza propia para construir la sociedad sin opresión sabiendo que no existen recetas ni plazos.

Trabajo de base es hacer, porque es la única forma de demostrar que es posible cambiar. Es salir del discurso y meter el cuerpo en una base social y con ella crear salidas para las preguntas del día a día. No existe un modelo porque depende del contexto y de la creatividad. A veces, es el enemigo el que determina el camino a seguir. Por otro lado, al comparar muchas prácticas es posible descubrir puntos en común que pueden inspirar nuevas prácticas.

Hay que aproximarse, entrar en contacto con la realidad de un grupo o territorio; ya que no existe trabajo de base a distancia, ni por teléfono, ni de forma virtual… llegar sin muestras externas de poder y siempre respetando las costumbres del lenguaje, de la cultura, etc. Hay varias formas de meterse en una base. Algunos migran al territorio, otros encuentran conocidos en el local y algunos hasta se capacitan para hacer compañeros de profesión.

Conocer el territorio es más que tener información y datos. El conocimiento viene de la aproximación, del contacto directo, observación, conversación, visita, pesquisa… conocer es dejar de ser extraño. Es un ejercicio de aprendizaje y complicidad que favorece la integración, el intercambio y lazos de confianza, para todo ello necesitamos informaciones indispensables y estas son aquellas que:

• tratan del territorio: geografía, cultura, costumbres, saberes, población…

• revelan la economía: empresas, trabajadores, profesiones, producción, renta…

• hablan de las relaciones sociales y políticas: líderes, personalidades, entidades y organizaciones, enemigos, amigos, adversarios…

• indican potencialidades y carencias: situación social, demandas, valor, arte…

• revelan lo subjetivo, sentimientos, deseos…

• hablan de la historia: resistencia individual, grupal, espontánea, organizada…

• muestran el lenguaje: modo de vivir, de expresarse, de comunicarse…

Descubrir semillas es la acción inicial de descubrir gente insatisfecha, curiosa, discreta, con humor, contagiosa… Qué puede convertirse en referencias más adelante. Es tener cuidado con gente “sabia”, amiga de autoridades, muy santas, amargas, sin ánimo, que llevan y traen intrigas,…

Formar núcleo inicial con las pequeñas estrellas que se descubrieron. Es preferible tener una persona de confianza en la región que mucha gente en la reunión. La selección sigue el criterio de la práctica: Confianza y referencia junto al grupo. Es bueno tener en el grupo inicial gente joven de edad y de mentalidad. Con él hay que compartir las tareas, debatir el sentido del trabajo y ayudarles a que se asuman como referencia colectiva del trabajo.

Hacer acciones concretas a partir de los datos de la realidad. Así pueden sugerirse propuestas de acción, pero es necesario sentir lo que el grupo quiere hacer. La acción es aquella donde el grupo participa porque comprendió y se involucró (juego, fiesta, celebración, protesta, trabajo en grupo, disputa política…). A partir de la puerta que el pueblo ofrece, el pueblo puede llegar al punto que necesita; acciones no asumidas generan incomodidad y frustración.

Obtener conquistas, porque es decisivo que las primeras acciones tengan buen resultado. En la lucha, se gana o se pierde, pero es la victoria la que anima la voluntad de continuar. La derrota, al inicio, aumenta el sentido de impotencia. Una acción bien preparada y evaluada, en sus avances y retrocesos, anima nuevas acciones. Hacer acciones y reflexionar sobre ellas ha sido la gran escuela donde la militancia y el pueblo se califican.

Organizar el trabajo esclarece lo que hay que hacer y prepara y une a sus participantes, para eso se crea una estructura de funcionamiento. Pero la principal razón de organizar es democratizar el poder, esto quiere decir, distribuir las tareas, conforme la necesidad, la habilidad y el gusto de los participantes, siempre que sea posible.

La organización de base es esencial en un movimiento; es su fundación, es su fuerza, su ejército organizado. Es la puerta de entrada que acoge, escoge y prepara personas para la organización. Los diversos grupos juntan a quienes ya visten la misma camisa, quien discute y aplica, en la vida diaria, las orientaciones del movimiento e influencian todo el territorio, no se confunden con club de amigos, comité electoral, comunidad de iglesia… La estructura nunca puede ser el centro de la lucha, el centro es el movimiento real del pueblo contra la opresión.

Presentar a la organización los objetivos y el trabajo. A veces es en el camino y en otras, es necesario esperar. En algún momento se debe anunciar la razón y objetivos del trabajo, para así convencer y convocar personas para su propuesta. Informar al pueblo sobre la finalidad del trabajo es vacunarse contra el ataque de los enemigos.

La formación política es una necesidad en la lucha por la vida, sólo entusiasmo y fuerza son insuficientes para vencer el poder de la opresión que aflige al pueblo. Sin formación, la lucha podría ser más feroz, pero no iría más allá del combate a los efectos de la explotación. El movimiento debe proponer la formación para los diversos niveles de participantes de base, militancia y dirección.

Conocer otros territorios porque, en todas partes, hay gente que lucha contra la injusticia. Una experiencia se fortalece cuando une la lucha de su territorio con otras prácticas. En esa “salir”, la militancia adquiere experiencia y habilidad, aumenta su horizonte y sus conocimientos; observa a otras personas y las prácticas de otras localidades, es el desafío de elevar el nivel de conciencia y el ardor de la fe en este nuevo orden social.

Articulación y asociaciones, pues las mejoras concretas son urgentes y el enfrentamiento de las cuestiones muestra que una isla de agua dulce no resiste en el medio de un mar salado. Hasta para conseguir conquistas básicas es necesario aumentar la fuerza, participar de un movimiento mayor. Hacerse de acompañamientos no significa dejar las propias convicciones e historia, es unir esfuerzos para alcanzar objetivos que están en una misma dirección.

Sustentación política y financiera son las condiciones para funcionar, hacer acciones, formación, tener un lugar de encuentro…; es indispensable la contribución directa de cada participante, por menor que sea, como señal de compromiso y participación. Lo que nada cuesta, no se valora. También se recurre a la solidaridad, se hace presión por los fondos públicos y se utilizan formas creativas de conseguir dinero.

Hacer propaganda es de interés de quien cree en una propuesta. Propaganda no es inventar ilusiones; es repartir las lecciones que el pueblo aprendió en su lucha: denuncia las injusticias y divulga las conquistas y sueños para llamar más gente para la misma esperanza. Al inicio se hace de persona a persona, cuando la experiencia echa raíces se hace de forma abierta, mucha gente es atraída para la lucha alcanzada por la propaganda.

Proyectar un horizonte, porque es tarea del trabajo de base preparar personas para un proyecto de país. La política es tener el poder de decidir en la sociedad hacer posible lo que es necesario para la mayoría. El Movimiento Político junta a quién descubre la raíz de la explotación y entiende que, sin cambiar la sociedad de los explotados y explotadores, el pueblo continuará siempre oprimido.

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