México es cuarto lugar de 16 países, según OCDE, en población nini; becas no son suficientes para solucionar problema: expertos
La apuesta para evitar que los jóvenes dejen la escuela debe ser que la educación sea de la mejor calidad desde los primeros años de vida, afirman.
Apesar de que la población de jóvenes que no estudia ni trabaja es prioritaria dentro de los programas de apoyo económico y social del gobierno federal, México ocupa el cuarto lugar de una lista de 16 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) por el porcentaje de personas de 18 a 24 años que reportan no ejercer ninguna actividad educativa o laboral.
Mientras la media de ese organismo internacional para los jóvenes de 18 a 24 años que no estudian ni trabajan se ubica en 16.1%, Brasil, que no forma parte de esa organización, encabeza la lista con la mayor cifra de los llamados ninis, con 35.9%, seguido por Italia, con 27.1%; Chile, 26.1%; México, 21.7%; España, 20.3%, y Grecia, 19.9%.
El Panorama Educativo 2022, elaborado por ese organismo que integran 38 naciones, revela que entre los países con menor número de personas en esa condición se encuentran los Países Bajos, con 4.6%; Noruega, 8.1%, y Alemania, con 10%.
Desde el arranque del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha intentado buscar una solución a este fenómeno a través de uno de sus programas insignia: Jóvenes Construyendo el Futuro. En 2019, se le destinó un presupuesto de 40 mil millones de pesos y en 2020 sufrió una reducción de 37%, al recibir 25 mil millones de pesos. En tanto que en 2021 ejerció 20 mil 600 millones de pesos, y en 2022, 21 mil 696.6 millones de pesos.
Consultado al respecto, el exsecretario de Educación Pública y Cultura en Sinaloa Juan Alfonso Mejía comenta a EL UNIVERSAL que los datos que da la OCDE “son evidencias que los evidencian”, en alusión al actual gobierno federal.
“Es una realidad muy clara que nos están alcanzando. Todas las pruebas que han surgido en torno a que las becas, el apoyo económico, es insuficiente para combatir un fenómeno como el del abandono escolar, porque la evidencia ha demostrado una y otra vez que de tres niñas y niños que abandonan las aulas, uno quizá lo hace por situaciones económicas, pero el segundo y el tercero tiene que ver con el tema de aprendizaje”, precisa.
El activista en defensa del derecho a aprender de las niñas, niños y jóvenes explica que a medida que los estudiantes van forjando sus trayectorias, se va generando una frustración, debido a que sienten que no aprenden y porque entienden cada vez menos al profesor.
“La base tiene que ver con ese sentido de frustración y no con las becas. Eso es una realidad. Por eso diría [que] la evidencia, los evidencia, porque el tema de las becas será siempre insuficiente porque así ha quedado demostrado desde hace años en diversos análisis y estudios”, expone.
Juan Alfonso Mejía destaca que los datos que presenta la OCDE también revelan la urgencia de cambiar el enfoque de la educación sobre las bases de los aprendizajes y las trayectorias.
Patricia Ganem, vocera de la organización civil Educación con Rumbo (ECR), opina que suponer que una beca abata todas las causales que llevan a un estudiante a dejar el aula escolar “es totalmente ingenuo”.
“Es ingenuo pensar que este nivel que tiene México con 21.7% de chicos que no estudian ni trabajan, sólo con la asignación de estos recursos se puede abatir su problema”, dice.
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Explica que el fenómeno de los ninis es “un cuello de botella, principalmente en jóvenes entre los 18 y 24 años, que el gobierno no puede descuidar. Las políticas públicas deben estar muy focalizadas para tratar de resolver este fenómeno. La apuesta debe ser que la educación sea de la mejor calidad desde los primeros años de vida de nuestras niñas y niños para que luego no tengamos que, remedialmente, tratar de corregir esto.
En opinión de Alma Maldonado, integrante del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN), todos los recursos que se han invertido en programas para reducir el número de los llamados ninis no han servido para disminuir ese fenómeno y considera que una estrategia para resolver este problema es haciendo más atractivos los aprendizajes.
“La escuela tiene que ser más atractiva para los jóvenes. Es decir, que le encuentren un sentido a los programas de estudio que se ofrecen, pero también deben contar con las condiciones para poder estudiar”, indica.
Sostiene que la ausencia de los jóvenes en los salones de clases también tiene que ver con la situación económica por la que atraviesa el país. “Es una combinación de elementos. Sabemos que muchos jóvenes en distintas regiones del país tienen al alcance dedicarse al crimen organizado en lugar de acceder a la escuela o a un trabajo adecuado. Entonces, es la suma de factores la que tampoco ayuda a mejorar la cifra de personas que no estudian ni trabajan que da la OCDE”, subraya.