Migrantes y adultos mayores, los que más han abandonado cuentas bancarias

Este tipo de cuentas, al no ser reclamadas, pasan a formar parte de la beneficencia pública, aunque ahora se propuso tomar dichos recursos y destinarlos a la seguridad pública

Nicolás y Marcelo migraron a Estados Unidos en búsqueda de trabajo. Llegaron a Nueva York y lograron encontrar una fuente de ingresos que les permitía enviar dinero a sus familiares en México.

Al principio, gran parte de estas remesas las depositaban en cuentas bancarias y, repentinamente, dejaron de mandar dinero. Lo acumulado en esos ahorros jamás fue reclamado y ahora es muy posible que se encuentre entre los innumerables casos de cuentas “abandonadas” tema que ha tomado relevancia a partir de la reforma aprobada en días recientes en la Cámara de Diputados para tomar dichos recursos y destinarlos a la seguridad pública.

En opinión del ex presidente de la Condusef y ex legislador Mario Di Costanzo, gran parte de este tipo de cuentas son propiedad de migrantes que en algún momento trabajaron en México y que incluso depositaban de alguna forma sus dólares en esas cuentas y jamás reclamaron. De igual forma, adultos mayores sin beneficiarios y que no van al banco también son los propietarios de dichos fondos ahorrados, los cuales, si en 6 años no tuvieron ningún movimiento, pasaron a formar parte de beneficencia pública.

“Incluso fallecidos intestados en donde las cuentas están en algún tipo de litigio o están buscando cómo retirar dinero los beneficiarios. El otro importante es gente que no sabe que es beneficiaria”, explicó.

En ese sentido, después de la cantidad de muertes provocadas por la pandemia de Covid-19 se puede presentar un mayor número de cuentas que no se reclaman o peor aún, los desaparecidos, donde es mucho más complicado reclamar el dinero por parte de sus familiares.

Di Costanzo criticó el sentido de la medida, al resaltar que no se toma en cuenta el verdadero origen de ese tipo de cuentas y considerar que solamente se trata de productos financieros utilizados por el crimen organizado.

“Están confundiendo inmovilización o falta de movimientos con abandono y lo están relacionando con dinero de procedencia ilícita y están totalmente equivocados. Yo creo que hay más casos de cuentas emproblemadas por falta de beneficiarios. Están haciendo pagar justos por pecadores y el fin que buscan, de recobrar dinero del crimen organizado no lo van a conseguir”, dijo.
 

Trabajadores informales abandonan cuentas bancarias

En el mismo tono, el presidente de la Condusef, Óscar Rosado, explica que otro tipo de cuentas abandonadas tienen su origen en trabajadores que alguna vez estuvieron en la formalidad, tenían una cuenta bancaria y, en algún momento cayeron a la informalidad.

En su opinión, se trata de montos muy pequeños y que a lo largo del tiempo se han abandonado. De igual forma, personas fallecidas van dejando recursos y que difícilmente son reclamados ya que los familiares desconocen los recursos.

Tanto la Condusef como la Asociación de Bancos de México, han expresado que esta reforma únicamente cambia el destino de estos recursos, ya que desde 2008, se legisló para que se dirigieran a la beneficencia pública. De darse el visto bueno en el Senado, este dinero se dirigiría a la Seguridad Pública.

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