Con banderas, pancartas y hasta pendones con la imagen de la Virgen de Guadalupe, miles de personas repudiaron la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de reformar el INE; la danza de cifras de asistentes sigue siendo cuestionada
Una ola rosa y blanca desbordó este domingo el Paseo de la Reforma desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución para expresar su respaldo al Instituto Nacional Electoral y su rechazo a la iniciativa de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con banderas de México, banderines, mantas, pancartas y playeras con leyendas en defensa del INE, y hasta pendones con la imagen de la Virgen de Guadalupe, miles de personas marcharon de manera pacífica y ordenada, coreando consignas en favor del órgano electoral y en repudio a lo que llamaron “pretensión del presidente López Obrador de controlar y apoderarse del INE”.
Desde antes de las 9 de la mañana comenzaron a concentrarse en la Glorieta del Ángel de la Independencia familias completas, que llegaron por sus propios medios, incluso acompañadas de sus mascotas. Llamó la atención la presencia de una gran cantidad de adultos mayores, algunos de ellos con bastón y hasta en silla de ruedas. También arribaron algunos autobuses que transportaron a manifestantes y contingentes de partidos como el PRD, que portaban playeras de color amarillo, distintivo de los perredistas.
Claudio X. González, uno de los convocantes de la movilización, supervisaba desde temprano que todo estuviera en orden. Poco a poco, el Paseo de la Reforma fue llenándose de gente que, entusiasta, se incorporó al contingente que partió en punto de las 10:30 horas.
Mientras tanto, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la capital montaron un dispositivo discreto pero efectivo para garantizar la seguridad de quienes integraron los contingentes. Ahí estaban policías de cuerpos de élite como los Zorros, y también mujeres policías expertas en manifestaciones, quienes a distancia y sin intervenir en ningún momento custodiaron la marcha.
Solo hubo un incidente, cuando uno de los manifestantes, en el cruce de Reforma y la Avenida Insurgentes, reclamó la portación de armas de fuego por parte de algunos elementos de la SSC, y es que había advertido el riesgo de que hubiera uniformados armados: por lo menos un policía de tránsito que participó en el operativo de corte de la vialidad portaba un arma de fuego.
En la marcha participaron políticos de oposición de todos los colores: desde el expresidente Vicente Fox; el diputado de MC Salomón Chertorivski; Emilio Álvarez Icaza y Germán Martínez Cázares, senadores del Grupo Plural; el dirigente del PAN, Marko Cortés; el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel; el líder del PRD, Jesús Zambrano; la diputada y exprimera dama Margarita Zavala; el coordinador del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio, y la senadora priista Beatriz Paredes, en silla de ruedas.
Así como el alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe; el exgobernador de Michoacán, Silviano Aureoles; el exsecretario de Turismo y aspirante a la candidatura presidencial, Enrique de la Madrid, quien no paró de tomarse selfies con simpatizantes, y el presidente del PRI, Alejandro Moreno, a quien no le fue nada bien, pues al menos en cuatro ocasiones le gritaron: “vendido” y “traidor”.
En punto de las 10:50 horas, la vanguardia de la marcha llegó a la explanada del Monumento a la Revolución, donde ya estaba instalado un escenario con la leyenda “Marcha por la democracia. El INE no se toca”.
Ello dio inicio al evento conducido por Fernando Balaunzarán, quien comenzó con un grito: «¡Dame una I, Dame una N, dame una E, ¿qué dice?»… «¡INE!»…»Otra vez»… «¡INE!»… «Un chingo de veces»… «¡INE, INE, INE!».
Balaunzarán afirmó que «aquí ya somos un chingo, y todavía sigue saliendo gente del Ángel de la Independencia», y llamó al gobierno de la Ciudad de México a que «nos cuenten bien», «porque somos un chingo».
Mientras esperaban al ponente principal del evento, el expresidente del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg, un grupo de jóvenes también subió al escenario. Afirmaron que más de 10 mil personas de ese sector poblacional estaba presente en la marcha para defender al INE, y aseguraron que “los jóvenes ya despertaron» y que serán ellos quienes saquen a Morena de la Presidencia en 2024, al tiempo que la gente gritó a coro «¡fueeera AMLO, fueeera AMLO!».
Era tan grande el contingente de manifestantes, que cuando José Woldenberg finalizó su discurso, la retaguardia de la marcha no terminaba de salir de la Glorieta del Ángel de la Independencia.
Por ello, cuando apenas entraban grupos de manifestantes a la Plaza de la República, otros ya iban de salida. Incluso hubo gente que aunque estaba en el Monumento a la Revolución, no alcanzó a escuchar completo el mensaje de Woldenberg.
—¿Qué dijo en el discurso el expresidente del IFE?, preguntó una persona.
“No escuché, pero estoy de acuerdo en todo lo que dijo”, respondió entre risas el expriista y experredista Demetrio Sodi de la Tijera, quien consideró que fue exitosa esta marcha “de clases medias, popular, no fifí”, en la que se envió un mensaje muy claro al presidente de que “más allá de preferencias políticas, el INE es una garantía de estabilidad y de paz nacional”.
Una mujer que no escuchó lo que dijo en su discurso José Woldenberg preguntó a su pareja, quien respondió: “Yo escuché la mitad y de la otra mitad me voy a enterar mañana cuando lea el periódico”.
No fueron pocas las personas que no alcanzaron a escuchar el discurso, por lo que los organizadores decidieron poner la grabación del mensaje para que lo recibieran más manifestantes.
La fiesta de los manifestantes en favor del INE duró algunos minutos más en el Monumento a la Revolución, que no solo se llenó, sino también las calles que comunican a la Plaza de la República como Lafragua e Ignacio Ramírez, entre otras.
Por eso, cuando algunos se enteraron de que el gobierno de la Ciudad de México calculó en un máximo de 12 mil personas la participación ciudadana, gritaron a coro la clásica consigna de movimientos sindicales y de izquierda: “No somos uno, no somos diez, pinche gobierno, cuéntanos bien”.
Decenas de manifestantes ocuparon el espacio de las famosas «fuentes» en el Monumento a la Revolución, las cuales no fueron desactivadas, cosa que poco les importó. Así, mojados, gritaban a coro «no somos acarreados, somos ciudadanos».