En las calles de nuestro país, principalmente en las de pueblos y ciudades grandes, suelen verse con mucha frecuencia alcantarillas o coladeras sin tapa. Esto se debe también con altísima frecuencia a varios factores; el primero, las raterías que gente sin conciencia comete un día sí y otro también ante la demanda creciente de tapaderas y todo tipo de pedacerías metálicas en multitud de expendios que las compran aquí y allá; el segundo, la negligencia de quienes integran el cuerpo de autoridades y empleados que olvidan el cumplimiento de su deber y que pasan una y otra vez por esas calles donde las han sustraído y a pesar de que las ven, pasan semanas y meses hasta que ocurre un accidente mortal, como el que cegó la vida de dos hermanas, en la CDMX.
Claro que, después del niño ahogado vienen las condolencias y actos que, ahora ni son presenciales, sino que se envían por medio de las redes sociales; “benditas redes sociales”.
Lo mejor es que el pueblo, la gente que sufre esos dolores y angustia; ese pueblo siempre dolido, sí celebra actos que enmarcan el adiós definitivo.
“Despiden a hermanas que murieron tras caer a coladera previo a concierto de Zoe en CDMX”
Y como dice el dicho “después del niño ahogado tapan el pozo”.
Y aquí es donde se lucen las diversas autoridades en twitteadas que dan risa, desde la gobernadora de la CDMX hasta sus colaboradores de diverso nivel.
En este caso fue el alcalde de Iztacalco, Armando Quintero, quien no solo lamentó la muerte de las dos mujeres que cayeron por la coladera destapada sino que solicitó a la Fiscalía que investigue de manera pronta y expedita los hechos suscitados por la noche de este 10 de noviembre.
Y qué decir de los organizadores del festejo: «Estamos profundamente consternados y tristes por lo que pasó ayer. Ofrecemos un muy sentido y respetuoso pésame a familia de Sofía y Esmeralda. Exigimos que las autoridades se hagan cargo de esto y que no vuelva a ocurrir jamás», comentó León Larregui al inicio del concierto de Zoé ofrecido en el Palacio de los Deportes.
Y claro no faltan los que sufren los atropellos, como Alejandra, que con su comentario los pone en evidencia…
“Yo reporté hace un mes una coladera que tiene solo la mitad de la tapa, justo en el cruce de Viaducto y Medellín y ¿qué creen? Que sigue igual. Nadie viene. Ustedes tienen la culpa por no atender los avisos”.
Como quien dice, todo es consecuencia de la negligencia de los que tienen el poder y la responsabilidad.
Estos crímenes “por negligencia” suceden frecuentemente en cualquier pueblo o ciudad.
A propósito, cuando estuve al frente del Centro interdisciplinario de Investigaciones para el Desarrollo Integral Regional en Jiquilpan, Mich., sucedió un evento semejante al reciente de la CDMX, en la larguísima Av. Lázaro Cárdenas, de la Perla Tapatía y Zapopan.
Es conocido que la Av. Lázaro Cárdenas cruza la ciudad de Guadalajara de Oriente a Poniente con varios pasos a desnivel en los que no faltan algunos que están por abajo del nivel de las otras calles y avenidas a las que cruza.
También es sabido que Zapopan más que Guadalajara tiene graves problemas de inundaciones en época de lluvias. Fue justamente en esta temporada cuando en esos pasos profundos, donde el agua corre a raudales y se pierde en las alcantarillas. Una de ellas sin tapa fue la causante del suceso, que también puede calificarse como criminal.
Un día de marras, un par de hermanas, hijas de un amigo mío, circulaba su auto por la Lázaro Cárdenas y se detuvieron ante un sitio, debajo de un puente, que estaba inundado. La más chica bajo del auto para saber si podría cruzar por la profundidad del agua y desapareció en la alcantarilla. La más grande, en afán de auxiliar a la menor, hizo lo mismo y así también la arrastró la corriente.
Sus cadáveres serían rescatados muy lejos de ahí. Las autoridades ofrecieron una indemnización económica que jamás fue aceptada por los padres de las hijas.
Conclusión: hay que acabar con las coladeras asesinas que creen que el dinero devuelve la felicidad perdida.
