Comunicado conjunto entre la Santa Sede y la Conferencia Episcopal Alemana.
(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano).- Por la mañana del viernes 18 de noviembre se ha celebrado una reunión interdicasterial en el Instituto Augustinianum de Roma, a la que han asistido los responsables de algunos de los Dicasterios de la Curia Romana y los 62 obispos de la Iglesia Católica en Alemania presentes en Roma para la Visita ad Limina Apostolorum.
La reunión se había planeado desde hace tiempo como una oportunidad para reflexionar juntos sobre el Camino Sinodal en curso en Alemania, convocado en respuesta a los casos de abuso sexual de menores por parte de clérigos.
El encuentro fue moderado por el Cardenal Secretario de Estado, Su Eminencia Pietro Parolin, quien al introducir los trabajos recordó el vínculo de comunión y amor que une a los obispos entre sí y con el Sucesor de Pedro y, subrayando la importancia del encuentro como momento de compartir y de gracia, de unidad en las diferencias, mencionó las preocupaciones que suscita el Camino Sinodal, señalando el riesgo de «reformas de la Iglesia y no en la Iglesia».
En su discurso introductorio, Mons. Georg Baetzing, Obispo de Limburgo y Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, ofreció una lectura de los trabajos del Camino Sinodal Alemán, y destacó su espíritu, basado en la escucha del Pueblo de Dios y el dolor por los abusos cometidos por miembros del clero. El Arzobispo Baetzing también enumeró los temas tratados en las asambleas: Poder y división de poderes en la Iglesia – Participación comunitaria y planificación misionera; La vida sacerdotal hoy; Las mujeres en los ministerios y cargos de la Iglesia; Vivir en relaciones que funcionan – Vivir el amor en la sexualidad y en las relaciones. Por último, Mons. Baetzing agradeció el trabajo del Sínodo convocado por el Santo Padre para toda la Iglesia y la decisión de prolongar su tiempo.
A continuación, los informes teológicos de los cardenales Luis Francisco Ladaria, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y Marc Ouellet, Prefecto del Dicasterio para los Obispos, hablaron con franqueza y claridad de las preocupaciones y reservas sobre la metodología, el contenido y las propuestas del Camino Sinodal, proponiendo, en beneficio de la unidad de la Iglesia y de su misión evangelizadora, que las peticiones surgidas hasta ahora se incluyan en el Sínodo de la Iglesia universal.
Numerosos obispos alemanes y representantes de la Curia participaron en el posterior diálogo abierto. Así, surgió la importancia y también la urgencia de definir y profundizar en algunas de las cuestiones destacadas, por ejemplo, las relativas a las estructuras de la Iglesia, el ministerio sagrado y el acceso a él, la antropología cristiana, etc. Al mismo tiempo, hubo una plena conciencia por parte de todos de que están en camino con todo el santo y paciente Pueblo de Dios, incluso en la confrontación entre diferentes posiciones. Precisamente en este sentido, muchas intervenciones señalaron la centralidad de la evangelización y la misión como objetivo último de los procesos en curso, así como la conciencia de la indisponibilidad de ciertos temas.
En esta perspectiva de intercambio abierto y fraternal, se hicieron varias propuestas, como la de aplicar una moratoria al Camino Sinodal alemán, que no ha encontrado espacio, y la de fomentar una mayor reflexión y escucha mutua a la luz de las perplejidades que han surgido.
Para concluir, el Cardenal secretario de Estado expresó su agradecimiento por el debate, que no fue formal, sino necesario y constructivo, y que «no se puede obviar» en los caminos que se están recorriendo.
Se acordó continuar con la escucha mutua y el diálogo en los próximos meses, para contribuir al enriquecimiento del Camino Sinodal alemán y del Sínodo universal de la Iglesia.
Traducción del original en lengua italiana realizado por el director editorial de ZENIT.