¿Beber alcohol frente a tus hijos?

El alcohol y los niños no son compatibles bajo ningún punto de vista. Normalizar este hábito desde edades tempranas tiene consecuencias a nivel emocional y conductual.

El consumo de alcohol se ha normalizado en casi todos los espacios de recreación; aun así, existen varios motivos por los que no deberías ingerir estas bebidas frente a tus hijos. Dicho escenario crea una internalización errónea en la mente de los pequeños, lo que eleva el riesgo de que inicien su ingesta a temprana edad.

Y como lo expone un estudio compartido a través de Journal of Studies on Alcohol and Drugs, esto conlleva otros problemas de salud mental y emocional, no solo en la infancia sino en la adolescencia y en la edad adulta. ¿Cuáles son las consecuencias? ¿Por qué los niños no deben tener contacto con el alcohol? Veamos.

Problemas generados por el alcohol

En términos generales, el alcohol resulta perjudicial para la salud a niveles elevados. De hecho, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS)el consumo de alcohol provoca más de 3 millones de decesos anuales en todo el mundo.

Dentro de los afectados existe mayor prevalencia en los hombres, quienes integran un número sobre tres cuartos del total.

Llegando al análisis sobre las causas de las defunciones por beber alcohol, nos encontramos con factores de salud y sociales. En efecto, explicaremos las ramificaciones dañinas en cada escenario.

En la salud

Desde la óptica de la salud, los problemas generados por el alcohol son numerosos y siguen en aumento conforme se van haciendo descubrimientos. Dentro de las complicaciones con mayor letalidad están las siguientes:

  • Daños en el hígado. El consumo excesivo de alcohol satura al hígado y provoca deposiciones de grasa en sus células.
  • Desnutrición. Se presenta una interferencia en la absorción de los nutrientes por parte del intestino delgado, esto promovido por el alcohol.
  • Distintos tipos de cáncer. Colon, mamas, hígado, esófago, entre otros. El acetaldehído en que se convierte el alcohol daña el ADN.
  • Descontrol de la presión arterial. El alcohol tiene calorías que, en demasía, pueden generar perturbaciones en la regulación de la presión arterial.
  • Depresión. Resulta un depresor del sistema nervioso central que, al ser consumido con frecuencia, tiende a generar trastornos depresivos.

En la sociedad

El alcoholismo solo trae problemas.

No solo en la persona afectada,

sino también en su núcleo familiar.

Aunque existe presión en la sociedad para consumir alcohol, y quienes no lo hacen son rechazados de forma pasiva, una desproporción en su empleo deriva en problemas para relacionarse con el entorno. Algunos de los conflictos sociales que se pueden propiciar son los siguientes:

  • Agresividad. Genera comportamientos agresivos con familiares y amigos, producto de la pérdida de control.
  • Rupturas amorosas. Se da una falta de empatía y desapego por darle prioridad a la adicción sobre todas las cosas.
  • Bajo rendimiento. Tanto en el trabajo como en cualquier actividad que se desempeñe, el alcohol es capaz de causar deficiencias en la memoria reciente y en la coordinación.
  • Distanciamiento social. Separación de todas las personas que no compartan una forma de vida teniendo al consumo excesivo de alcohol como aspecto neurálgico.
  • Accidentes. Los accidentes de tránsito ocurren por diferentes factores, pero uno de los principales causantes es el alcohol, ya que reduce la velocidad de reacción, atención en el entorno y el procesamiento de la información.

¿Qué problemas puede causar beber alcohol frente a tus hijos?

Entendiendo a la perfección los distintos inconvenientes críticos que pueden ocasionarse, ahora nos centramos en los problemas directos de beber alcohol frente a tus hijos.

Consumo de alcohol prematuro

Un estudio de Alexandra Aiken —relacionado con la edad de inicio del alcohol y la progresión en jóvenes— indicó que mientras menor sea la edad del primer trago, el riesgo de que esta conducta continúe suele incrementarse de manera notable.

Asimismo, la estimulación hacia los niños en favor de la bebida crece con padres que exhiben afinidad por el alcohol en cada posibilidad recreativa que se les presente.

Percibir el alcohol como una forma de vida

Otro de los problemas de beber alcohol frente a tus hijos está asociado a su interpretación del mundo que los rodea. En ese orden de ideas, al notar que sus padres recurren a las bebidas con frecuencia, los pequeños entienden que es algo natural y que no tiene ningún efecto perjudicial.

Les crea una motivación adicional a imitar esta conducta estando con amigos.

Retraso en la madurez emocional

Siguiendo la línea de eventos desafortunados, la ingesta de estas bebidas frente a los menores los incentiva a reproducir esta conducta desde temprana edad.

De ocurrir, el alcohol tiene efectos que retrasan la madurez emocional. ¿Cómo sucede? Pues a raíz del disfraz de las emociones y la imposibilidad tanto para afrontar como para superar los conflictos afectivos a tiempo.

¿Cómo hablar de alcohol con los hijos?

A pesar de que muchos padres tengan la impresión de que la mejor opción es evadir el tema hasta sus últimas consecuencias, esta no es una forma de actuar recomendada por los especialistas. Al contrario, se debe buscar un punto de encuentro con los hijos para comunicarles de forma certera acerca de los peligros del alcohol.

La mejor forma de hablar de alcohol con los hijos es utilizando la claridad en todo momento, dejando sentadas las bases de lo que enfrentarán en el futuro, incluidos los riesgos más importantes. El hecho de no mostrarse restrictivo e inflexible puede abrir una ventana de oportunidades al entendimiento a medida que los niños crecen.

Luego de esta estrategia comunicativa, los hijos estarán dispuestos a exteriorizar sus dudas sobre el tema para que la orientación se perfeccione a medida que van surgiendo nuevas experiencias.

Importancia de ser realistas

El realismo y la honestidad pueden marcar el camino del éxito explicativo de los padres hacia los hijos. Esto consiste en no ubicar al alcohol como algo prohibido, sino como un elemento social que tiene consecuencias dañinas para la salud y para el desenvolvimiento cuando es excesivo.

Conviene demostrar que el mejor camino es evitar su consumo desde el autocontrol.

Es importante dar el ejemplo

El hecho de beber alcohol frente a tus hijos debe reducirse y volverse algo esporádico, de manera que no se naturalice como una dependencia o adicción. En tal sentido, conversar sobre el tema desde una edad prudente puede marcar grandes diferencias en cuanto a la percepción.

En caso de ocurrir un episodio en el que alguno de sus hijos llegue a casa alcoholizado, los expertos señalan que la conversación para orientar el camino debe realizarse el día después, cuando sus sentidos vuelvan a la normalidad. Así pues, la paciencia y el entendimiento de los padres son herramientas imprescindibles para superar los retos.

Adquiere el libro

Un viaje a través de la historia del periódico Guía.

Colegio Fray Jacobo Daciano