Este cultivo es uno de los más importantes en el sector de plantas ornamentales en México.
En México existen más de 100 variedades de Nochebuena, también conocida como flor de Pascua, y son los estados de Guerrero y Morelos los que tienen la más elevada producción comercial tanto para el consumo nacional como para la exportación.
En México celebramos el 8 de diciembre el Día Nacional de la Nochebuena o cuetlaxóchitl (flor que se marchita, o flor de cuero, en náhuatl) y Euhphorbia pulchérrima para la ciencia botánica, la cual sobresale entre las flores domesticadas por los pueblos originarios.
El arbusto mexicano que produce la también conocida como flor de Pascua, crece deen forma silvestre en bosques tropicales secos del Pacífico mexicano, desde Sinaloa hasta Chiapas, incluso hasta Guatemala, y su área ancestral se encontró en el norte de Guerrero.
Las especies silvestres de cuetlaxóchitl son menos ramificadas, con brácteas (hojas que son consideradas pétalos) petaloides angostas y menos brillantes e inflorescencias con menor número de flores, pero los floricultores mexicanos han logrado nuevos tonos y variedades: rojas, amarillas, rosas, salmón, blancas y jaspeadas, y algunas con hojas adicionales, e incluso con flecos en los bordes.
En Estados Unidos y Europa se le llama Poinsettia porque en 1829 el entonces embajador estadounidense Joel Roberts Poinsett recopiló algunos ejemplares de esta planta en Taxco, Guerrero, y los envió al jardín botánico Bartram, donde las cultivaron y exhibieron. Más tarde, la Nochebuena fue introducida a Europa y se expandió al resto del mundo.
Pero la cuetlaxóchitl fue domesticada por la antigua población mexicana que encontró en esta planta propiedades medicinales. Con las partes aéreas y las brácteas preparaban un cocimiento y una infusión contra la hemorragia vaginal abortiva y para regular la menstruación.
La popularidad de la flor creció y se dio a conocer al resto del mundo durante la Colonia, cuando con la cuetlaxóchitl se adornaban las iglesias durante la temporada navideña, costumbre que llega a nuestros días con la flor de Nochebuena convertida en un ícono cultural de la Navidad en todo el mundo, ya que su imagen aparece los fines de año de manera profusa impresa o manufacturada en diversos materiales y sitios inesperados.
Esta flor mexicana es actualmente imprescindible durante las fiestas de fin de año en hogares, oficinas, camellones, jardines, centros comerciales, escolares y de diversión, para crear un ambiente festivo y acogedor.
Datos del Fideicomiso de Riesgo Compartido indican que el cultivo de la flor de Nochebuena es uno de los más importantes en el sector de plantas ornamentales en México.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el trabajo de los productores rurales permitió garantizar el abasto de la flor de Nochebuena para la temporada decembrina 2020 en el país, a pesar de la pandemia por la COVID-19, con una producción de 16 millones 268 mil 524 plantas, sembradas en una superficie de 240.6 hectáreas en la Ciudad de México y los estados de Jalisco, Michoacán, México, Morelos, Oaxaca y Puebla.
En México existen más de 100 variedades de Nochebuena, también conocida como flor de Pascua, y son los estados de Guerrero y Morelos los que tienen la más elevada producción comercial tanto para el consumo nacional como para la exportación, ya que se obtienen flores de muy alta calidad mediante el cultivo en invernadero con riego tecnificado, fertilización, control de la temperatura y humedad, luminosidad, reguladores de crecimiento, poda y control de plagas y enfermedades,
Desde principios de noviembre, esta típica flor mexicana, regalo navideño de México para el mundo, está disponible en viveros, tianguis, mercados y centros comerciales. Al adquirirla contribuimos a mejorar la economía de quienes las producen y nosotros embellecemos nuestro entorno durante las fiestas decembrinas.