Un porcentaje reducido de víctimas deciden acudir a las autoridades; miedo a las consecuencias, vergüenza o pensar que no les creerán, algunos motivos
Sólo 13% de mujeres que vivieron violencia en la pareja presentaron una queja.
En México, la falta de quejas o denuncias ante alguna autoridad es la constante en las mujeres que experimentan violencia física en distintos rubros.
En el ámbito de la relación de pareja, sólo 13% de las mujeres que experimentaron violencia física o sexual presentaron una queja o denuncia ante alguna autoridad. En otros ámbitos, como el escolar, el porcentaje de denuncia es 7.8%; en el familiar es de 7.1%; laboral, 6.5 % y en el comunitario, 4.3%.
Lo anterior, en el periodo de octubre de 2020 a octubre de 2021, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemoró este viernes 25 de noviembre, las cifras del Inegi, refieren además, que respecto a las víctimas que no presentaron denuncias ante alguna autoridad, en el ámbito comunitario el porcentaje fue 94.7%, seguido del laboral, 92%; escolar, 91.2%; familiar, 89.9% y pareja, 78.3%.
En el rubro escolar, de quienes vivieron violencia física o sexual y no denunciaron, argumentando que fue algo sin importancia fue 43.1%. En tanto, 12.6% no sabía cómo o dónde denunciar.
El 12.5% por miedo a las consecuencias; 12.4%, porque no le iban a creer o decir que era su culpa y 12.2% por vergüenza.
En el ámbito familiar de quienes vivieron violencia física o sexual y no denunciaron, manifestando que se trató de algo sin importancia fue 31.41%, mientras 9.3% no sabía cómo y dónde denunciar; 22.8%, por miedo a las consecuencias; 13.3%, porque no le iban a creer o la iban a culpar y 14.9% por vergüenza.
La encuesta resalta que las jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, son quienes vivieron mayor prevalencia de agresiones, con 58.3%. La violencia sexual fue la más frecuente, con 42%, seguida por la sicológica, con 40.7%; económica, patrimonial o discriminatoria, con 16.1% y violencia física, con 15.2%.
Las mujeres pertenecientes al grupo de edad de 25 años o más experimentaron agresiones sicológicas en mayor medida.
De acuerdo con su situación conyugal, las solteras vivieron el mayor nivel de violencia, con 53.9%; las casadas o unidas, con 41.1% y las separadas, divorciadas o viudas, con 34%.
Por otra parte, la cifra de mujeres que vivieron agresiones físicas o sexuales a lo largo de su vida en el ámbito escolar y presentaron una queja o denunciaron ante las autoridades educativas asciende a 90.2%.
El 9.7% acudió a las fiscalías; 3.6%, a la policía y 3% a las autoridades municipales o de las alcaldías. En el ámbito de pareja, 55.3% de las víctimas recurrió a la fiscalía; 29.8%, a la policía y 23.3%, a las autoridades municipales o de las alcaldías.
El documento enfatiza que, en las entidades de la República no hay un patrón consistente entre las afectadas que experimentaron violencia física o sexual a lo largo de su vida y las que presentaron una queja o denuncia ante alguna autoridad.
Por ejemplo, en Hidalgo fue más frecuente que las mujeres víctimas de violencia física o sexual en el ámbito de pareja acudieran a presentar una queja o denuncia, con 18%, mientras en el ámbito escolar fue de 10.8%.
En el caso de Michoacán, en todos los rubros, los porcentajes de mujeres violentadas que se acercaron a presentar queja o denuncia fue igual o menor que el promedio nacional.
En el ámbito de pareja, la entidad registró 9.2% y la media nacional es 13.1%; en el rubro escolar documentó 7.8% y la medida nacional es del mismo porcentaje.
La cantidad de mujeres que han contado a alguien las experiencias de violencia que han vivido a lo largo de su vida fue mayor en el ámbito comunitario, con 68.3%, seguido por el ámbito familiar, con 65.4% y el laboral, con 65.1%; escolar, con 58.8% y de pareja, con 52.9%.
La encuesta subraya que la familia fue el círculo de apoyo más cercano para las mujeres que han experimentado violencia.