La propuesta de reforma electoral, a través de leyes secundarias, no ha logrado consolidarse esta semana debido a la falta de acuerdos entre Morena y el PVEM, pues el primero no tiene el número de votos suficientes para sacar adelante ese amenazante proyecto.
Sin embargo, posponerlo una semana como lo han anunciado, debe ser espacio para cerrar filas en torno a un instituto como el INE el cual pretenden transformar a modo para los retos electorales que se avecinan.
Como lo he reiterado, el Poder Legislativo en México no puede estar subordinado a otro Poder como el Ejecutivo. El Legislativo debería ser un verdadero contrapeso para frenar los excesos y arbitrariedades del Poder Ejecutivo. Independientemente de lo que suceda, los legisladores de Morena y sus aliados, están escribiendo una de las páginas más tristes en la historia del Congreso en México porque sus consecuencias afectarán el sistema democrático de la nación.
Como muchos, estoy convencido de que ya no es momento para una reforma electoral. Todos los posibles candidatos a la presidencia de la República del partido en el gobierno (y algunos de otros partidos) están en campaña. Y, si lo que se pretende con esa reforma es destruir al Instituto Nacional Electoral (INE), con mayor razón debe de ser rechazada. El INE ha demostrado sobradamente que puede organizar los comicios aún en situaciones difíciles con indudable calidad democrática. El proceso electoral del 2024 se vislumbra de lo más complicado, un INE fuerte lo puede sacar adelante.
En las próximas semanas el INE enfrentará una de sus más duras pruebas. Ante el previsible fracaso de su reforma constitucional con la que se intentó desaparecerlo, los esfuerzos del gobierno y sus legisladores se centrarán en una serie de reformas a leyes secundarias que no tienen más propósito que debilitarlo en todo lo posible y, lamentablemente, para cambiar las leyes secundarias, cuentan con los votos necesarios.
La agresión en contra del INE ha superado todo lo imaginable. Desde el inicio de la actual administración hemos visto como actores políticos destacados han tratado de minar la capacidad del INE para acometer tareas importantes que tienen que ver con el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, ataques y amenazas han sido una constante. En momentos como éste no podemos dudar, es hora de defender nuestras instituciones porque así defendemos nuestra democracia.
En los últimos 30 años, nuestro país ha logrado indudables avances democráticos. Estos cambios no se dieron por voluntad exclusiva o predominante de un partido político, sino por la voluntad de todos los que queremos un México mejor. Los avances democráticos que hemos logrado son resultado de un largo camino de cambios que han costado vidas, tiempo y múltiples esfuerzos. Es un camino que no debe tener retrocesos. En la continuidad del fortalecimiento de nuestras instituciones y cultura democráticas, está el camino de México.
La campaña electoral del 2024, como lo pudimos constatar con la marcha que encabezó el Presidente de la República el pasado domingo, ya comenzó. Digamos no a una reforma electoral en este momento. Estoy convencido de que el poder se debe ganar en una elección y no en una reforma electoral.
@jglezmorfin
Abogado