La otra marcha

 “Ni una más”, ¡Justicia para todas!”, “Exijo una vida libre de violencia”, “Vivas nos queremos”, “Si le pegas a una, nos pegas a todas”, “Ningún violador en las calles!” y “México feminicida” eran algunas de las frases que se leían en las pancartas de las mujeres que marcharon el viernes pasado por calles de la Ciudad de México.

Muchos de los contingentes fueron encabezados por víctimas, madres que buscan justicia para sus hijas y que avanzaron acompañadas por quienes se solidarizan con su lucha, abrazan su fuerza y comparten su dolor.

Una vez concentradas en el Zócalo capitalino, colocaron las pancartas en el suelo, las leyeron en voz alta y recordaron a aquellas que ya no están. La lista de las mujeres asesinadas es larga y tristemente incompleta. Cada día en México se suman a ella más de diez, cada día el duelo llega a más familias, cada día es mayor la indignación, cada día se nutre la impunidad.

Las movilizaciones ocurrieron globalmente debido al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esta protesta tiene su origen en República Dominicana. Activistas de ese país se manifestaron por primera vez en 1981 para honrar la memoria de las hermanas Mirabal, quienes fueron asesinadas por órdenes del gobernante Rafael Trujillo en 1960. Desde entonces, cada 25 de noviembre, mujeres marchan en distintas ciudades por la defensa de los derechos de todas.

De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2021 más de 4,400 mujeres fueron víctimas de feminicidio en Latinoamérica. Esto representa un aumento de 9.36 por ciento con respecto al año pasado.

En México el panorama es aún peor. Solamente de enero a octubre de 2022, se han reportado en el país 792 casos. La cifra es escandalosa y no contempla todos los asesinatos de mujeres por razones de género. Según el Observatorio Nacional del Feminicidio en México, solo el 30 por ciento de las muertes violentas de mujeres en el país son clasificadas con esta perspectiva.

El feminicidio es la más terrible expresión de la violencia machista, pero no la única. De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), más del 70 por ciento de las mujeres en México hemos sido víctimas de algún tipo de violencia. Las agresiones psicológicas y las sexuales son las que tienen una mayor incidencia.

Es muy preocupante que, a pesar de los muchos esfuerzos para reducir esta problemática, lo que hay es un constante aumento. Las mediciones de 2021 muestran un incremento de 4 puntos porcentuales con respecto a 2016.

Aquí no aplica eso de “tener otros datos”. Por un lado, porque estamos hablando de mediciones oficiales. Por otro lado, porque es un fenómeno tan doloroso que el debate no puede quedar reducido a las cifras. Cada caso duele porque hay detrás la desolación de madres buscando a sus hijas, porque hay familias que han quedado desmembradas, porque sobran impunidad y miedo, porque faltan seguridad y justicia.

@PaolaRojas

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