En la emergencia sanitaria, su demanda bajó 25% y 13% anual en 2021 y 2020, respectivamente, por el uso de cubrebocas.
Entre enero y septiembre de este año las ventas de fármacos para el sistema respiratorio, como antigripales, descongestivos, vitaminas y algunos antibióticos se incrementaron 57.8 por ciento anual, y 1.9 por ciento por encima del mismo periodo del 2019, antes del COVID, de acuerdo con datos del INEGI.
“A partir de la semana pasada que empezaron los fríos y las lluvias intermitentes se empezaron a disparar las gripes normales y la influenza, los antigripales normales se ha disparado la venta, es normal, pero tomando en cuenta los años previos a pandemias, la recomendación de los años pasados era la prueba COVID y la visita al médico”, explicó Juvenal Becerra, presidente de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm).
La alta venta de estos fármacos deriva de la mayor presencia de resfriados, gripes, faringitis, COVID-19, bronquitis y neumonía, que son las enfermedades más comunes en la temporada invernal, además de que los ciudadanos prácticamente ya dejaron de usar el cubrebocas en espacios públicos y abiertos, como se ha visto en conciertos, oficinas, transporte público y hasta en escuelas.
La Unefarm, que agrupa a 6 mil puntos de comercialización de farmacias como MultiFarmacias Genéricos, Grupo Vida Salud, Farmacias SanaSana, Grupo Díaz Barriga, Farmacia Popular Molinito, entre otras en 18 estados del país, reveló que, solo en la última semana la demanda por tratamientos contra la influenza y gripe creció 25 por ciento.
“Hay una demanda importante de entrada de todo lo que son multivitamínicos, complejo B, sueros rehidratantes, descongestionantes, lubricantes nasales, antihistamínico, jarabes para la tos”, compartió Marcos Pascual, director comercial de la Asociación Nacional de Farmacias de México (ANAFARMEX ).
Durante los dos años y medio del COVID-19, la comercialización de estos medicamentos disminuyó 25.6 por ciento anual en el 2021 y 13.1 por ciento anual en el 2020, según el INEGI.
Los fármacos del sistema respiratorio alcanzaron un valor de 3 mil 603 millones de pesos, un incremento anual del 34.8 por ciento, pero todavía 5 por ciento debajo del monto alcanzado en el 2019.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó la semana pasada que México se enfrenta a una ‘triple amenaza’ de enfermedades respiratorias con el aumento de casos de COVID-19, gripe y el Virus Respiratorio Sincitial (VSR).
La OPS advirtió que en el país los casos de influenza aumentaron a niveles de intensidad moderada para esta época del año, siendo Nuevo León y Querétaro los que reportaron la mayoría de las infecciones.
Mientras que las detecciones de VSR se elevaron, principalmente en el Estado de México, la Ciudad de México y Sonora.
Además de que el porcentaje de positividad de COVID-19 aumentó 9.3 por ciento con detecciones más altas en Yucatán, Ciudad de México y Aguascalientes.
“Hay curvas muy claras e históricas, las compras privadas se basan en eso, y la curva es clara, de que el número de enfermedades respiratorias se incrementa dramáticamente a partir de fines de noviembre, sigue en diciembre y enero, y eso está contemplado”, expuso Juan de Villafranca, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (AMELAF).
Los medicamentos no han sido ajenos a la inflación, los expectorantes y descongestivos concentran el mayor incremento en sus precios para octubre con 10 por ciento, seguido de los antigripales con 9.4 por ciento, y los antibióticos 6.3 por ciento, indican los datos del INEGI.
“Los ajustes de precios han sido estrictamente necesarios, si te fijas la inflación del año pasado fue menor en el caso de los medicamentos, y este año los ajustes por la gran competencia que hay en el mercado son muy medidos, muchas veces un ajuste de precios te lleva a perder participación de mercado, entonces, se ajustan lo estrictamente necesario”, acotó Rafael Gual, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma).
Faltantes serán intermitentes
Los faltantes por seltaferon, el tratamiento para la influenza, así como la amoxicilina, ceftriaxona o el ambroxol, son sólo intermitentes y descartan una escasez de éstos.
“Hay algunos faltantes intermitentes, pero tiene que ver un poquito con el tema de producción de los laboratorios, que se tarda un poco que se liberen las sales en las aduanas, pero en términos generales no tenemos desabasto, es solo desabasto intermitente que se resuelve en un par de días”, expuso Juvenal Becerra.
Desde sus matrices en Europa farmacéuticas como Teva, Sandoz, y Kabi de Fresenius han alertado por disminuir su producción por encarecimiento energético y de logística de las materias primas, riesgo al que no está exento México, pero ya trabaja en ello la industria.
“Las materias primas es un tema que afecta al mundo entero, los principales productores son India y China, estamos haciendo esfuerzos por traer mayores inversiones en el sector farmoquímico junto con Estados Unidos y Canadá”, concluyó Rafael Gual.