El embajador ruso ante el Vaticano presenta queja formal.
(ZENIT Noticias / Roma).- El lunes 28 de noviembre America Magazine publicó una entrevista con el Papa Francisco. Uno de los temas tratados fue Rusia y Ucrania. El periodista Gerard O’Conell preguntó al Papa lo siguiente: «sobre Ucrania: muchos en Estados Unidos se sintieron confundidos por su aparente voluntad de no criticar directamente a Rusia por su agresión a Ucrania, prefiriendo, en cambio, hablar más en general de la necesidad de un fin a la guerra, de un fin de la actividad de los mercenarios, en lugar de los ataques rusos y el tráfico de armas. ¿Cómo puede explicar su posición sobre esta guerra a los ucranianos o a los norteamericanos y otros que apoyan a Ucrania?».
En una parte de la entrevista el Papa dijo
«Cuando hablo de Ucrania, hablo de pueblo mártir, de un pueblo martirizado. Si hay un pueblo martirizado hay alguien que lo martiriza. Cuando hablo de Ucrania, hablo de la crueldad porque tengo mucha información de la crueldad de las tropas que vienen.
Generalmente los más crueles son quizás los pueblos que son de Rusia, pero no son de la tradición rusa, como los chechenos, los buryatis, etc. Ciertamente quien invade es el Estado ruso. Eso es muy claro. A veces trato de no especificar para no ofender y más bien condenar en general, aunque se sabe bien a quién estoy condenando. No es necesario que ponga el nombre y el apellido».
Esa parte de la respuesta, que no es toda, es la que llevó a Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa, a calificar la declaración como más allá de rusofóbica: «Esto ya no es rusofobia, sino una perversión. Recuerden que en los años noventa y principios de los 2000 nos dijeron exactamente lo contrario: que son rusos, eslavos (los) que estaban torturando a los pueblos del Cáucaso, y ahora se nos dice que son los pueblos del Cáucaso los que están torturando a los rusos».
Pero la tensión no se ha detenido ahí: el embajador ruso ante la Santa Sede, Alexander Avdeev, ha presentado una queja formal a nombre de su país: «Rusia está indignada porque el Papa insinúa que los militares rusos cometieron supuestas atrocidades en el curso de la operación militar especial en Ucrania», recoge ABC. Por su parte, el líder del parlamento checheno, Magomed Daudov, declaró: «No sé cómo el pontífice justificó sus declaraciones, pero no hay un solo hecho que indique que los representantes de nuestras naciones hayan cometido un crimen de guerra».
Esta tensión se da pocos días después de que Moscú manifestara su asentimiento para que el Vaticano mediara en el conflicto entre Rusia y Ucrania.