Mortalidad infantil, un problema al alza en México, alerta UNICEF

En 2021 perdieron la vida 26 mil jóvenes, según un reporte del Grupo Interinstitucional para la Estimación de la Mortalidad en la Niñez

Bruselas.— En México sigue aumentando la probabilidad de que un joven de 15 años muera antes de cumplir su 25 aniversario, sostiene el Grupo Interinstitucional para la Estimación de la Mortalidad en la Niñez (UN IGME, por sus siglas en inglés).

El organismo formado por UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la División de Población de las Naciones Unidas y el Banco Mundial sostiene que la tasa de mortalidad entre la población mexicana de entre 15 y 24 años fue de 12.08 muertes por mil habitantes en 2021, es decir, ese año perdieron la vida 26 mil jóvenes.

La cifra es la más alta desde 1990 y certifica la tendencia al alza vista a partir de 2005, cuando la tasa de defunciones en ese grupo de la población fue de 8.5, el punto más bajo registrado en la base de datos internacional.

Desde 2006, año en que el entonces presidente Felipe Calderón sacó a las Fuerzas Armadas de sus cuarteles para combatir los cárteles de la droga, la tasa de mortalidad entre adolescentes y jóvenes adultos no ha dejado de escalar.

Los datos forman parte de un informe publicado el martes en Ginebra sobre tendencias mundiales en materia de mortalidad infantil.

En América Latina, países como Guyana y la República Dominicana tienen indicadores superiores a México entre la población de 15 a 24 años, pero con la diferencia de que en esas naciones los índices van a la baja, por ejemplo, la República Dominicana ha pasado de 16.78 muertes por mil habitantes en 2004 a 12.15 en 2021.

Igualmente Brasil muestra una tendencia opuesta a la de México, en 2015 la ONU calculó que morían 14.48 jóvenes de 15 a 24 años por mil habitantes, mientras que la última estimación fue de 12.07.

Colombia y El Salvador destacan por su notable progreso en el rango juvenil; los colombianos han pasado de una tasa de mortalidad de 26.17 por mil habitantes en 1990 a 10.59 en 2021, en tanto que los salvadoreños de 28.85 a 10.43 durante el mismo periodo.

Al igual que México, Venezuela muestra un constante deterioro, los niveles de mortalidad en este grupo de la población aumentó de 12.28 por mil habitantes en 1990 a 27.33 en 2021.

Las estimaciones de UN IGME sobre la mortalidad en la niñez se elaboran en consulta con los países y tienen como objetivo dar seguimiento al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible dirigidos a reducir la mortalidad en la niñez.

Todos los países se comprometieron a reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años al menos a 25 muertes por cada mil niños, y la mortalidad neonatal por debajo de 12 muertes por cada mil cada mil nacidos.

El reporte 2022 del Grupo Interinstitucional muestra que México ha progresado en otros segmentos. La mortalidad de los niños menores de cinco años pasó de 45 muertes por cada mil infantes en 1990 a 13 en 2021. La mortalidad neonatal igualmente ha ido a la baja, de 22 muertes por cada mil nacidos vivos a ocho durante el mismo periodo.

El reporte sostiene que a nivel mundial perdieron la vida en 2021, más de 5 millones de menores de cinco años y 2.1 millones de niños y jóvenes de cinco a 24 años.

Indica que la mayoría de las muertes fueron por causas prevenibles o enfermedades tratables. Además señala que las oportunidades de supervivencia de un niño dependen del lugar donde nace.

“Los niños que viven en zonas frágiles y afectadas por situaciones de conflicto son especialmente vulnerables”, apunta el documento.

Vidhya Ganesh, directora de la División de Análisis, Planificación y Monitoreo de Datos de UNICEF asegura que todos los días hay demasiados padres que enfrentan el trauma de perder a sus hijos, incluso antes de que respiren por vez primera.

“Una tragedia tan generalizada y prevenible nunca debe aceptarse como inevitable. El progreso es posible con una voluntad política más fuerte y una inversión específica en el acceso equitativo a la atención primaria de la salud para todas las mujeres y niños”, afirma.

El reporte también examina los impactos del coronavirus en la niñez. Destaca que el Covid-19 no se tradujo en un aumento directo de la mortalidad infantil, dado que los niños corren menos riesgos ante la enfermedad que los adultos.

Según las estimaciones, cerca de 0.7% de las 3.7 millones de muertes totales por Covid reportadas en 2021 y 2021 correspondieron a menores de 25 años.

Sin embargo, las interrupciones causadas por las medidas introducidas para frenar la pandemia sí aumentaron los riesgos para la infancia. Preocupan las consecuencias por la interrupción de servicios de vacunación y vitales, así como por la pérdida de ingresos en los hogares.

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