SHCP informa que ingresos por impuesto especial subieron de 161 mil 949.1 millones de pesos a 183 mil 561.7 por comercio de mercancías nocivas
Los esfuerzos del Congreso para frenar el consumo de productos nocivos para la salud a través de reformas y del gobierno con políticas públicas y el incremento de impuestos han dado pocos resultados, pues su compra y venta se mantiene.
Durante 2022, el gobierno federal recaudó, sólo por concepto de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), 183 mil 561.7 millones de pesos por la venta de cigarrillos, comida chatarra, bebidas energéticas y alcohólicas, entre otros, casi 22 mil millones más que en 2021, cuando se recaudaron 161 mil 949.1 millones.
Los datos se ubican en el último informe sobre la situación financiera del país que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó al Congreso, correspondiente al año 2022.
Para disminuir el consumo de tabaco en México, desde 2009 la Cámara de Diputados lo restringió en lugares cerrados y desde enero de 2023 está prohibida la publicidad de ese producto en cualquier medio de comunicación, su exhibición en los lugares de venta y fumar en espacios al aire libre como patios, terrazas, balcones y parques.
Además, el impuesto pasó de 0.5484 a 0.5911 pesos, es decir, un alza de 7.8 %, bajo el argumento de desincentivar la compra. Pese a ello, en 2021 la Federación recaudó 45 mil 656.6 millones de pesos, mientras que en 2022 la cifra aumentó a 47 mil 948.3 millones por IEPS.
Con esa recaudación se pueden otorgar Becas para el Bienestar Benito Juárez a 4.7 millones de estudiantes de educación básica durante un año, recibiendo mil 680 pesos bimestrales.
El mismo caso ocurre en los esfuerzos para reducir el consumo de comida chatarra, principal causa de sobrepeso y obesidad. Desde 2019 el Congreso avaló una reforma para obligar a las empresas al etiquetado frontal, mostrando el contenido de grasa, azúcar y calorías en alimentos como frituras, panes, chocolates, flanes y otros.
Incluso, en 2021 se prohibió la venta de alimentos con alto contenido calórico en las cooperativas de las escuelas, mientras que en octubre de 2022 se prohibió la venta de comida chatarra dentro y fuera de los colegios.
Aun con estas medidas, en 2021 la Federación recaudó por concepto de IEPS 25 mil 590.2 millones de pesos, mientras que en 2022, la cifra se incrementó a 30 mil 333.4 millones.
Sobre el consumo de alcohol, el Congreso ha endurecido las medidas coercitivas contra quienes venden vino a menores de edad; sin embargo, en 2021 se recaudaron 57 mil 395.3 millones de pesos en IEPS por la venta de bebidas etílicas y cerveza, mientras que en 2022 se obtuvieron 68 mil 49.8 millones.
Las bebidas energéticas y saborizadas, cuyo consumo en exceso deriva en severos daños al sistema nervioso, también se siguen vendiendo con la misma tendencia que en 2022 e incluso alza en la recaudación, al pasar de 30 mil 299.6 millones de pesos en 2021 a 34 mil 2.6 millones en 2022.
La lista incluye a los juegos de apuestas y sorteos, cuyo abuso deriva en ludopatía (adicción), depresión, ansiedad y problemas económicos. En 2021, el Congreso endureció la ley contra la operación de casinos para castigar hasta con nueve años de prisión las prácticas de juego ilegal o clandestino. Ello no redujo esa práctica, ya que la recaudación pasó de 2 mil 828.5 millones de pesos a 2 mil 983.5 millones.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), dijo que desde hace años el Estado opta por aplicar medidas coercitivas para desincentivar el consumo de esos productos: “¿Cuál ha sido el resultado? Lo contrario, se consumen igual”.
Lo anterior, pese a que en 2022 se registraron pérdidas en las ventas de alimentos, principalmente de la canasta básica, pero el tabaco, el alcohol, las bebidas energéticas y endulzadas, y la comida chatarra continúan vendiéndose de manera regular.
“Todas las prohibiciones comerciales no han dado resultados, este es un país que tiene arraigados muchos hábitos de consumo, sólo la industria refresquera tiene más de 100 años de antigüedad aquí, los mexicanos no van a dejar de consumir refresco y aunque eso no es bueno, nuestro trabajo es venderlo porque somos comerciantes no doctores, vendemos lo que autoriza el Estado y la forma de cambiar esto es con educación, información y persuasión razonada, pero nunca con la imposición”, sentenció Rivera.