De la Redacción // Solidaridad mundial contradictoria

Ante la tragedia del terremoto ocurrido en los países de Turquía y Siria, que ha dejado miles de muertos y heridos, destrucción de edificios y viviendas, y hambre, gobiernos de numerosos países, entre ellos el nuestro, México, han acudido, de manera generosa, con grupos de rescate de personas con vida, así sea la de un niño, sepultadas bajo escombros. Cada persona, pequeña o adulta, salvada, es una conquista preciosa.

Por su parte, “grupos religiosos y humanitarios del mundo entero ponen en marcha solicitudes de ayuda y oran mientras se amplía la respuesta” (internet).

A la vez, de varios lugares del planeta han estado contribuyendo, generosamente, de manera particular, con recursos económicos y con donaciones de ropa, alimentos, medicinas para los habitantes de dichos países.

Solidaridad que, por desgracia, no se vio del todo frente a la pandemia del Covid 19, ya que los países ricos, productores de la urgente vacuna, primero la surtieron de ella a su población y dejaron en segundo o tercer lugar a los habitantes de los países pobres.

Finalmente, todo lo contrario a una solidaridad mundial frente a una catástrofe natural, es la promoción del aborto, que parte principalmente de organizaciones mundiales como la ONU y del país más poderoso, Estados Unidos. En lugar de apoyar para que el niño concebido, indefenso, persona viva completa, cuente con los mejores medios para su desarrollo final natural, fuera de la madre, se legisla a favor de que pueda sea eliminado, por millones, sin cuenta, de la manera más inhumana, cruel.

Deja un comentario

NOTA DE LA REDACCIÓN

 

Gracias por visitarnos