La población de la República Democrática del Congo sufre una pobreza desesperada a pesar de que el país alberga algunas de las mejores reservas minerales y otros recursos naturales del mundo.
(ZENIT Noticias / Congo).- La visita del Papa Francisco de esta semana a la República Democrática del Congo (RDC) tuvo como objetivo transformar un «río de odio y violencia en un océano de justicia y reconciliación», según el embajador del Vaticano en el país.
En declaraciones a la organización caritativa católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el Arzobispo Ettore Balestrero destacó el encuentro del Pontífice el miércoles (1 de febrero) con víctimas del este del país, asolado por el conflicto, afirmando que Francisco quiere estar «cerca» de ellas.
El Arzobispo, que es Nuncio Apostólico en la República Democrática del Congo, dijo que el Papa condena la violencia que ha llevado a seis millones de personas a abandonar sus hogares, con 5,5 millones de desplazados internos y el resto buscando refugio en el extranjero.
El Arzobispo Balestrero dijo: «Este país debe su nombre al gran río Congo. El Papa quiere transformar el río del odio y la violencia en un océano de justicia y reconciliación. El Papa quiso consolar al pueblo, condenar los atentados, pedir perdón a Dios por todas estas matanzas».
El Arzobispo añadió que el pueblo congoleño anhela que la visita dirija la atención internacional hacia un país frecuentemente olvidado y que necesita ayuda urgentemente: «La sociedad congoleña espera que el Papa ayude a mostrar al mundo que la RDC no es un problema sin solución, sino una urgencia moral que no puede olvidarse».
El Padre Marcelo Oliveira, misionero comboniano en la provincia oriental de Kivu Norte, declaró a AIN la semana pasada que «el terror está muy extendido», pero que la comunidad internacional se muestra indiferente.
La población de la RDC sufre una pobreza desesperada a pesar de que el país alberga algunas de las mejores reservas minerales y otros recursos naturales del mundo.
La corrupción está muy extendida en un país que supuestamente sufre uno de los conflictos más prolongados de África.
La República Democrática del Congo tiene uno de los mayores números de proyectos de ACN del mundo, con casi 250 respaldados en 2021. En medio de la creciente violencia islamista, los estipendios para misas de sacerdotes perseguidos son una prioridad. La organización benéfica también ha proporcionado ayuda de emergencia, por ejemplo apoyando a las familias afectadas cuando el volcán del Monte Nyiragongo entró en erupción en mayo de 2021.
ACN también da prioridad a la formación de sacerdotes, la construcción y reparación de iglesias, presbiterios, conventos y otros edificios religiosos, así como ciclomotores y otros vehículos para el clero que ejerce su ministerio en comunidades remotas.