Bruselas.— La guerra de Rusia en Ucrania exacerbó la crisis humanitaria existente en México y América Central, afirma la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (ECHO).
La Comisión Europea señala que la inflación por el conflicto armado acentuó los problemas existentes en la región, aumentando la vulnerabilidad socioeconómica y las desigualdades estructurales.
“En Centroamérica y México, las sequías, las tormentas, Covid-19, la violencia, los desplazamientos, la inestabilidad política y el impacto de la guerra en Ucrania han exacerbado la crisis humanitaria”, sostiene ECHO.
En total, citando a la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, 9.3 millones de personas en México y los países centroamericanos requieren de asistencia humanitaria, un millón más que en 2022 y 80% más que en 2020.
“La violencia y el malestar social han forzado a un millón de personas a desplazarse internamente y más de 600 mil son ahora refugiados y solicitantes de asilo”.
La precaria situación empujó a más de 250 mil personas a cruzar la región del Darién. La frontera entre México y Estados Unidos registró una cifra récord de aprehensiones, 2.4 millones de personas.
“La violencia extrema ha desencadenado necesidades humanitarias y de protección similares, en naturaleza y escala, a las de zonas de conflicto (…) Las consecuencias: desplazamiento forzado, restricción de movimiento o confinamiento, violencia sexual y de género, reclutamiento forzado de menores, extorsión y restricciones de acceso a servicios básicos y medios de subsistencia”.
Nicaragua padece además de represión gubernamental, lo cual reduce el espacio para el trabajo humanitario. Nicaragua es uno de los países del mundo con mayor número de personas desplazadas, la mayoría ha encontrado refugio en Costa Rica.
La información aparece en una ficha informativa elaborada por expertos del brazo humanitario de la Unión Europea (UE), en la que se expone la situación en México y Centroamérica, las necesidades humanitarias y las acciones que la UE está realizando.
“Las personas vulnerables precisan de asistencia humanitaria para cubrir sus necesidades básicas, como sanidad, agua, saneamiento, vivienda, educación, seguridad, protección y recuperación de recursos”. Y los solicitantes de asilo requieren otras necesidades, como acceso a servicios y empleo; adicionalmente enfrentan xenofobia y discriminación.