La asistencia semanal o más frecuente a misa es mayor entre los adultos que se autoidentifican como católicos en Nigeria (94%), Kenia (73%) y Líbano (69%).
(ZENIT Noticias – Center for Applied Research in the Apostolate / Washington).- ¿Cuál es el país con mayor asistencia a misa? No podemos asegurarlo porque no se han realizado encuestas sobre el tema en todos los países del mundo. La Encuesta Mundial de Valores (EMV) se encuentra en su séptima edición (comenzó en la década de 1980) y contiene datos de 36 países con una gran población católica. Entre ellos, la asistencia semanal o más frecuente a misa es mayor entre los adultos que se autoidentifican como católicos en Nigeria (94%), Kenia (73%) y Líbano (69%). El siguiente segmento de países, donde la mitad o más de los católicos asisten cada semana, incluye Filipinas (56%), Colombia (54%), Polonia (52%) y Ecuador (50%). Menos de la mitad, pero un tercio o más asisten cada semana en Bosnia y Herzegovina (48%), México (47%), Nicaragua (45%), Bolivia (42%), Eslovaquia (40%), Italia (34%) y Perú (33%).
Entre tres de cada diez y una cuarta parte de los católicos asisten a misa cada semana en Venezuela (30%), Albania (29%), España (27%), Croacia (27%), Nueva Zelanda (25%) y Reino Unido (25%).
En la encuesta de CARA, alrededor del 24% de los católicos en los Estados Unidos asistían a misa cada semana o más a menudo antes de la pandemia de COVID-19 en 2019. En nuestra encuesta más reciente a finales del verano de 2022, el 17% de los católicos adultos informaron que asistían a misa con esta frecuencia, con un 5% viendo misa en línea o por televisión desde casa en su lugar. Otros países con una asistencia católica a misa similar a la de Estados Unidos son Hungría (24%), Eslovenia (24%), Uruguay (23%), Australia (21%), Argentina (21%), Portugal (20%), la República Checa (20%) y Austria (17%). Los niveles más bajos de asistencia semanal se observan en Lituania (16%), Alemania (14%), Canadá (14%), Letonia (11%), Suiza (11%), Brasil (8%), Francia (8%) y Países Bajos (7%).
Cabría suponer que cuantos más católicos religiosos haya en un país, más probabilidades habrá de que asistan a misa con frecuencia. Sin embargo, no existe una fuerte correlación entre el número de católicos que se identifican como «religiosos» y la asistencia frecuente a misa.
La encuesta WVS preguntó a los encuestados: «Independientemente de si va a la iglesia o no, ¿diría usted que es… una persona religiosa, no religiosa, atea o no lo sabe?». El siguiente diagrama de dispersión muestra la relación entre el porcentaje de encuestados católicos de un país que se identifican como personas religiosas y el porcentaje que indica que asisten a misa una vez a la semana o más a menudo.
Hay países en los que existe una estrecha relación entre las respuestas a ambas preguntas, como Países Bajos, Argentina, Ecuador, Filipinas, Kenia y Nigeria. Pero para muchos otros países su ubicación está lejos de la línea de regresión. Líbano, por ejemplo, tiene una asistencia a misa muy alta, comparativamente hablando, pero el porcentaje de católicos que se consideran religiosos es sustancialmente inferior en comparación con otros países. El 97% de los católicos uruguayos se considera religioso, pero sólo el 23% asiste a misa semanalmente o con más frecuencia.
Aparte de Uruguay, los países donde es más probable que los católicos se consideren religiosos son Nigeria (95%), Albania (94%), Eslovaquia (93%), República Checa (92%), Italia (92%), Lituania (92%), Kenia (92%), Colombia (92%), Bolivia (91%) y Polonia (90%).
Más de tres cuartas partes, pero menos de nueve de cada diez católicos de los siguientes países, se consideran personas religiosas: Croacia (88%), Bosnia y Herzegovina (88%), Eslovenia (87%), Hungría (86%), Portugal (85%), Letonia (85%), Perú (84%), Filipinas (83%), Ecuador (82%), Brasil (82%), Argentina (79%), Países Bajos (78%), México (77%) y Nicaragua (76%).
Los católicos de Estados Unidos se sitúan justo por debajo de este grupo, con un 74% que se considera una persona religiosa. Le siguen Francia (72%), Austria (69%), Australia (67%), España (67%), Alemania (65%), Suiza (63%), Líbano (62%), Reino Unido (59%), Venezuela (57%), Canadá (55%) y Nueva Zelanda (55%).
En cuanto a la identificación como persona religiosa, los católicos de Estados Unidos y Francia son bastante similares (74% y 72%, respectivamente). Sin embargo, sólo el 8% de los católicos en Francia asiste a misa semanalmente, frente al 17% de los católicos en Estados Unidos (y el 24% asistía semanalmente antes de la pandemia).
Aunque parece haber una desconexión entre identificarse como persona religiosa y asistir a misa semanalmente, hay un tercer factor que puede explicar la distribución comparativa de ambos atributos. Si ha observado detenidamente los países, habrá notado cierta agrupación económica.
El PIB es el valor total de todos los bienes y servicios producidos en un país en un año. Al dividirlo por la población se obtiene el PIB per cápita, que es la medida estándar de la riqueza comparativa media por persona entre países (datos: Indicadores del Desarrollo Mundial, Banco Mundial).
El ajuste entre el PIB per cápita y la frecuencia de asistencia a misa es mayor que entre la religiosidad y la asistencia a misa (R2 de 0,575 frente a 0,097), aunque en una relación curvilínea. La asistencia a misa desciende bruscamente a medida que el PIB per cápita aumenta hasta los 10.000 dólares y, a continuación, este descenso se ralentiza y se aplana a medida que el PIB per cápita sigue aumentando. Este diagrama de dispersión tiene algunos valores atípicos. Brasil, por ejemplo, se aleja bastante de la línea de regresión, con una asistencia a misa inferior a la esperada, e Italia presenta casi lo contrario, con una asistencia superior a la que cabría esperar utilizando el PIB per cápita como predictor.
La religiosidad tiene una relación más lineal, aunque más débil, con el PIB per cápita (R2 de 0,399). Hay un gran grupo de países con un PIB per cápita inferior a 25.000 dólares que tienen uno de los porcentajes más altos de católicos que se consideran religiosos. En los países con ingresos más altos, la religiosidad disminuye. Hay un grupo de países en Europa Occidental, Norteamérica y Oceanía con niveles más bajos de autoidentificación religiosa. Suiza, con el PIB per cápita más alto de los países estudiados, tiene tanto niveles bajos de asistencia semanal a misa como un número relativamente menor de católicos que se autoidentifican como personas religiosas. En este diagrama de dispersión, el Líbano es el caso atípico más significativo, con niveles de autoidentificación religiosa más bajos de lo esperado.
En esta pequeña muestra de países, podemos suponer que el catolicismo es más fuerte en lo que se suele llamar el mundo en desarrollo, donde el PIB per cápita es más bajo, mientras que parece contraerse en los países «desarrollados» más ricos. Los mecanismos precisos asociados al desarrollo económico y a la riqueza que influyen en la participación de los católicos en la fe y en su identificación como religiosos no están claros. Sean cuales sean, tienen una importancia significativa.
Nota: En las encuestas, las frecuencias de asistencia a misa declaradas por los propios encuestados pueden estar infladas por un sesgo de deseabilidad social. Sin embargo, este sesgo puede ser relativamente similar en todas las poblaciones. Por lo tanto, las diferencias entre países en cuanto a asistencia son probablemente exactas, aunque los niveles reales de asistencia a misa pueden ser inferiores a los declarados. Nigeria es el país con mayor porcentaje de asistentes semanales, con un 94%. Según el Annuarium Statisticum Ecclesiae 2020, Nigeria tenía 32.576.000 católicos y 4.406 parroquias. Con la frecuencia de asistencia señalada, habría 6.920 asistentes semanales por parroquia. Esto requeriría numerosas misas cada fin de semana. Kenia cuenta con 16.467.000 católicos en 6.353 parroquias. Teniendo en cuenta sus frecuencias de asistencia a misa, el resultado sería de 1.900 asistentes semanales por parroquia, lo que no es descabellado.
Con información de Nineteen Sixty-four, un blog de investigación del Center for Applied Research in the Apostolate (CARA) de la Universidad de Georgetown editado por Mark M. Gray. CARA es un centro de investigación sin ánimo de lucro que realiza estudios científicos sociales sobre la Iglesia católica. Fundado en 1964, CARA tiene tres dimensiones principales en su misión: aumentar la autocomprensión de la Iglesia católica; servir a las necesidades de investigación aplicada de los responsables de la Iglesia; y avanzar en la investigación académica sobre la religión, en particular el catolicismo. La traducción del contenido original en lengua inglesa fue realizada por el director editorial de ZENIT.