Fundación Quiera pertenece a la Asociación de Bancos de México (ABM) y Carmela Pírez Carbó, afirma que 2023 es un año de cambios y desafíos.
Visibilizar la vulnerabilidad en la que viven niños, niñas y adolescentes de México ha requerido de un esfuerzo mayúsculo por parte de Fundación Quiera, que ha logrado reforzar su red de organizaciones a lo largo de 30 años.
Actualmente, la fundación de la Asociación de Bancos de México (ABM) cuenta con 52 Instituciones Fortalecidas por Quiera (IFQ’s) distribuidas en 18 estados de la República al cierre del 2022, un avance desde las 48 organizaciones que había en el 2021.
”Para las organizaciones de la sociedad civil y para nosotros, el 2022 fue un año de aterrizar el aprendizaje y adaptación. Se consolidaron los cambios que tuvimos con la pandemia”, dijo la directora general de Fundación Quiera, Carmela Pírez Carbó.
Con la relación entre Fundación Quiera y las IFQ’s se busca fortalecer las capacidades institucionales y modelos de intervención a fin de facilitar el desarrollo integral de niños y jóvenes en situación o riesgo de calle a través de inversión social.
De acuerdo con la directora, el impacto por las acciones de las IFQ’s se tradujo en 21 mil 651 personas beneficiadas y requirió de una inversión de 30.8 millones de pesos.
Además, el año pasado canalizaron recursos extraordinarios con 1.5 millones de pesos para capacitaciones.
”Fortalecer vidas a través de la inversión que estamos haciendo, pero fortalecer también es invertir los recursos de manera más eficiente, reforzarse internamente y vamos trabajar en un proceso de mejora continua”, dijo Pírez Carbó, quien lleva 10 años como directora de Fundación Quiera.
Fundación Quiera cambia de presidenta
El 2023 representa un año de cambios para la fundación, pues al concluir el periodo de Daniel Becker en la presidencia de la ABM, Fundación Quiera tendrá nueva presidenta, que actualmente es Janina Furszyfer de Becker.
”Es un año de cambios, de adaptarnos a las nuevas personas y siempre tener en mente que la meta final es mejorar la calidad de vida y garantizar los derechos de niños, niñas y jóvenes. El camino es igual de importante”, dijo Pírez Carbó.
Hacia delante lo que se busca es seguir fortaleciendo a las organizaciones, en este proceso de acompañamiento y darles visibilidad a las infancias y reconocerlas como objeto de derechos que les permitan tener una mejor calidad de vida.
