J. LUIS SEEFOÓ LUJÁN // No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad 

Juan 3:18 

No abusar de la Fe 

La alta jerarquía de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, siempre ha estado ligada al poder económico y político del momento, nunca -o muy rara vez- se ha colocado del lado de los pobres. Así ocurrió en la Colonia lo mismo que en los tiempos de las haciendas depredadoras de los peones acasillados. 

Y nunca vacilaron en mediatizar -controlar- a la gente con la promesa del cielo y  el temor del infierno. Una combinación de manipulación ideológica con  persecución policial y un uso -abuso- de castigos físicos -tortura- sancionados por la llamada Santa Inquisición, que de santa sólo tenía el nombre. 

Esto viene a propósito de la campaña orquestada en contra del establecimiento del Centro de Salud Mental en el edificio que ocupara el Centro de Salud en la esquina de Niños Héroes y Justo Sierra. La desinformación, aparte de la continua labor oral en las iglesias, tiene al menos, tres expresiones: 1) la carta del obispo Javier Navarro Rodríguez (23-09-22); 2) las lonas colocadas en el santuario Guadalupano el año pasado y en el Centro de Salud ahora; y, 3) los textos que a nombre de la Virgen llaman a apoyar el proyecto de Raúl Ventura (marzo 2023). 

En la comedida  circular signada por Javier Navarro Rodríguez, obispo, y José Antonio Oseguera Barragán, secretario canciller, del 23 de septiembre de 2022 expresan su extrañamiento porque el 21 de septiembre, Alfredo Ramírez Bedolla, en vez de entregar a la Iglesia el terreno e instalaciones del Centro de Salud (Niños Héroes y Justo Sierra, abanderó las obras de remodelación para el funcionamiento del Centro Comunitario de Salud Mental (CECOSAME) del gobierno estatal. 

Obispo y canciller escriben que “Desde Cárdenas Batel hasta Ramírez Bedolla, la diócesis ha reiterado la petición de reubicar al Centro de Salud y ha ofrecido terrenos para su construcción en otro lugar” y que el 10 de marzo de 2022, en Casa de Gobierno presentaron el proyecto y recordaron la “devolución del espacio federal ocupado por el Centro de Salud (…) y que el gobernador se mostró favorable al proyecto y animó a seguir adelante”. 

El mismo texto obispal agrega que el 7 de mayo remitieron carta al gobernador subrayando: “nos convendría tener el documento de entrega, que Usted mismo había sugerido, pero el 13 de mayo, Ricardo Bernal Vargas (Patrimonio Estatal) nos escribió: “… el inmueble, propiedad del Estado de Michoacán que solicita, ya se encuentra destinado a oficinas estatales”. Y para rematar, el 29 de agosto, Carlos Torres Piña, Secretario de Gobierno,  informó que “el espacio que desocuparía el Centro de Salud sería utilizado para atender personas con problemas de adicción al alcohol o a las drogas”. 

¿San Miguel Canoa zamorano? 

El alto clero no se caracteriza por su cercanía a la bondad, humildad y, menos, a la verdad. La historia registra dramáticos eventos que corroboran una conducta, no son hechos aislados, de manipulación de la población fiel a la creencia religiosa.  El 14 de septiembre de 1968, el sacerdote Enrique Meza azuzó a los pobladores de San Miguel Canoa que lincharon y asesinaron a un grupo de trabajadores y estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. La Cristiada no estuvo exenta del manejo ideológico y la promoción de la violencia -para la salvación de almas- a una escala mayor. 

Siempre colocada del lado de los explotadores, la alta clerecía “se despachó” desde el púlpito contra Hidalgo y Morelos, lo mismo que fustigó a Juárez como años más tarde se ubicó al lado de los terratenientes en la Revolución mexicana. 

Hoy experimentamos un reverdecimiento abierto de un discurso contrario a las políticas de salud pública. No digo que “antes” la iglesia se ubicara a favor del reparto agrario, la salud preventiva, el alfabetismo, prevención de embarazos, no, pero su discurso había sido más mesurado. Ahora leemos: “No queremos un manicomio tan cerca de nuestros hogares y negocios (…) sería un peligro en un lugar tan céntrico”. 

Otro que decanta mayor enjundia, parece escrito por modernos Juan Diegos a quienes la Virgen hizo revelaciones únicas. Ellos repiten: “La Virgen de Guadalupe nos necesita, para defender el terreno del antiguo Centro de Salud (…) personas que no son de la diócesis de Zamora pretende ocupar este espacio para un centro psiquiátrico cosa que los habitantes de Zamora no estamos de acuerdo, pues representa un peligro para la sociedad, ya que dicho centro no cuenta con la infraestructura para ese fin. En otros países los centros psiquiátricos están ubicados en lugares aislados de la ciudad y con sistemas sofisticados de protección para impedir que se escapen de los mismos”.  

El texto que circula en las redes hace un “llamado a la Sociedad Zamorana Católica para impedir la ocupación de ese espacio” y anuncia premios: “La virgen de Guadalupe nos recompensará abundantemente”. 

Omisión de Bedolla y de la Jurisdicción Sanitaria 02 

Por alguna razón –incomprensible en un ambiente que requiere de transparencia y certeza gubernamental-, ninguna autoridad dice “esta boca es mía”. Del nivel municipal no hace mucha falta pues toda la vida la administración panista ha sido aliada del clero aunque, como gobierno civil, se exigiría una posición laica; del gobierno estatal, en concreto de Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador, y de Elías Ibarra Torres, Secretario de Salud con Silvano y Bedolla, se esperaría una posición pública precisa. 

Anoto cuatro momentos ilustrativos de la omisión: 1) Ni  la  jurisdicción sanitaria ni la secretaría de salud (Dr. Elías Ibarra Torres) comparecen en el juicio civil entablado por Raúl Ventura Navarro por la posesión pacífica, pública y sistemática de un “bien ignorado”, el terreno de  1,765.42 metros cuadrados donde estaba la Casa de la Cultura (Ocampo – Niños Héroes) que “se encontraron sin dueño”; 2) a pregunta expresa (y entrega de un amplio expediente) en la reunión con personal del Centro de Salud, el Dr. Elías evadió el tema argumentando “que apenas había tomado posesión del cargo”; lo cual sin ser falso trató de obviar que estuvo en el mismo puesto durante el periodo de Silvano); 3) La carta enviada por el obispo al gobierno estatal explicando su extrañamiento por la decisión de reacondicionar el edificio del Centro de Salud para la atención de salud mental; y, 4) el silencio ante estos mensajes beligerantes de la iglesia cobijados en “voces ciudadanas”. 

¿Zamora necesita servicios públicos de salud mental? 

Más allá de los daños autoinfligidos como morderse las uñas, arrancarse el pelo, causarse leves heridas o quitarse la vida, la soledad de varios cientos de adultos mayores sin sustento material ni afectivo de sus familias; el impacto emocional que cursan los familiares de las más de 500 personas asesinadas por año en Zamora-Jacona; la afección de niños, esposas, madres de los 68 hombres y 45 mujeres en calidad de desaparecidos (2011-2022); el deterioro emocional –y físico– que experimentan varios cientos de adictos al “cristal”, los problemas de salud mental son crecientes y demandan de profesionales que los atiendan bajo una orientación de política pública. 

El discurso reproducido y animado desde el púlpito no abona a la construcción de una sociedad sana, tolerante. Estigmatizar a la población necesitada de orientación por insomnio, depresión, ansiedad, autismo se aleja del espíritu cristiano; por favor, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad (Juan 3:18). 

Zamora, Michoacán, marzo 25 de 2023 

jlseefoo@hotmail.com 

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JOSÉ LUIS SEEFOÓ LUJÁN

Dr. José Luis Seefoó Luján. Investigador en el Colegio de Michoacán. Normalista rural en los años sesenta, realizó estudios de economía en la Universidad Autónoma de Nayarit.

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