SILVIO MALDONADO BAUTISTA // Hernia hiatal… ¿Y…

En virtud de que en los últimos años he visto varios casos de “hernia hiatal” entre mis familiares, creo que vale la pena escribir algunas notas que den luz a quienes la tengan y aún no hayan recurrido al facultativo que les hablará con más detalle de tal entidad patológica.

Les recuerdo que soy médico, pero estoy lejos de la especialidad de gastroenterología y por ello tengo que recurrir a las publicaciones respectivas de los que tienen todo derecho a manejarlas. Así las cosas, lo primero que se me ocurre es decirles qué es una hernia hiatal.

¿Qué es una hernia hiatal?

Una hernia hiatal ocurre cuando parte del estómago se presiona hacia arriba a través del diafragma. El diafragma es un músculo largo que se encuentra entre el abdomen y el pecho y que participa importantemente en la respiración. El diafragma tiene una pequeña abertura llamada hiato, por la cual pasa el esófago para conectarse con el estómago. El estómago puede ser empujado hacia arriba y entrar por esta abertura y causar una hernia hiatal.

En la mayoría de los casos, una hernia hiatal pequeña no causa problemas. Es posible que una persona no se percate de que la tiene, hasta que un médico la descubre checando otra condición. Pero una hernia hiatal grande deja que la comida y el ácido retrocedan hacia el esófago, provocando acidez. Medidas de cuidado propio y medicamentos usualmente alivian estos síntomas. No obstante, una hernia hiatal grande puede requerir cirugía.

En mis tiempos -tengo 86 años- cuando alumnos de primaria los maestros nos recetaban algunas nociones sencillas de anatomía del cuerpo humano y nos hacían repetir como pericos: ”¡el cuerpo humano se compone de cabeza, cuello, cuerpo y extremidades!; ¡el cuerpo humano se compone de cabeza, cuello, cuerpo y extremidades”!

Justamente por el cuerpo formado por la caja torácica, desciende el esófago para llegar al estómago. El esófago conduce los alimentos hasta el estómago que está en el abdomen. Entre abdomen y tórax se encuentra ese músculo -diafragma- importantísimo para la respiración. El diafragma tiene un orificio natural  (hiato) que normalmente permite el paso del esófago al abdomen. Aquí en ese orificio o hiato es donde se llega a producir la hernia hiatal. En ocasiones es en otro orificio o hiato secundario el que deja libre paso a una porción de esófago o estómago que se asoman en la cavidad torácica.

Con perdón de ustedes, dicen los carniceros que el diafragma de las reses, igualmente separador de tórax y abdomen es una de las carnes más blandas y sabrosas. Le llaman arrachera.

Causas posibles

En muchos casos, la causa es desconocida. Una persona pudo haber nacido con una abertura hiatal grande o ha incrementado la presión en el abdomen. Esto, particularmente sucede en el embarazo, obesidad, al toser o hacer esfuerzo durante movimientos del intestino.                                                                                        Las hernias hiatales pueden ocurrir cuando el tejido muscular que rodea el hiato se debilita. De esta manera, la parte superior del estómago se hincha y pasa por el diafragma hasta la cavidad toráxica. También puede suceder que haya lesión en el área, nacer con el hiato anormalmente grande o que haya presión intensa y persistente en los músculos circundantes. Esto se da al toser, vomitar o esforzarse mientras hay actividad del intestino, también por levantar objetos pesados. 

                                                                                                                                                                                  Hay varios tipos de hernias hiatales : deslizante y paraesofágica o fija (a un lado del esófago).             Hernia hiatal deslizante este es el tipo más común de hernia hiatal. Ocurre cuando la sección del esófago que se une con el estómago se desliza dentro del pecho a través del hiato. Las hernias deslizantes tienden a ser pequeñas, usualmente no provocan síntomas y pueden no requerir tratamiento.  

                                                                                                                                           Hernia paraesofágica o fija: Este tipo no es tan común, pero resulta ser más preocupante. La mayoría de los casos no son serios. Sin embargo, existe un riesgo de que la sangre que circula hacia el estómago se bloquee. Si esto sucede, podría causar daños severos, por lo que es considerada una emergencia médica. El estómago y esófago se mantienen en sus posiciones normales, pero parte del estómago sale hacia el hiato colocándolo a un lado del esófago. Aunque esta hernia no presente síntomas, el peligro está en la posibilidad de que el estómago se estrangule o pierda suministro de sangre.                                                                     Síntomas La mayoría de las hernias hiatales puede no causar síntomas. Sin embargo, las hernias hiatales largas pueden causar algunos como: acidez, eructos, dificultad para tragar, dolor en el pecho o abdomen                                                                                                                                                                                     También sentirse especialmente lleno después de las comidas, vomitar sangre o evacuar heces negras, lo que puede indicar hemorragia gastrointestinal.

Algunas personas con hernia hiatal no presentan síntomas, sin embargo, otras pueden tener acidez. Esta se puede relacionar con reflujo gastroesofágico u otro padecimiento gastroesofágico. A pesar de que parece tener una conexión, ninguna condición conduce a otra. Una persona puede tener una hernia hiatal sin experimentar alguna enfermedad gastroesofágica o al revés.

Cuando alguien experimenta acidez, sufre dolor en el pecho que puede ser confundido con el dolor de un ataque al corazón. Por eso es importante someterse a pruebas para tener un diagnóstico adecuado.

Tratamiento

Como lo mencionamos anteriormente, la mayoría de las hernias hiatales no requieren tratamiento. La presencia de síntomas y su gravedad son los que determinan el tipo de tratamiento. Si el paciente tiene reflujo o acidez, tiene que ser tratado con medicamentos. En caso de que estos no funcionen, se necesita cirugía.

En caso de que los medicamentos no funcionen, posiblemente se necesite cirugía para reparar la hernia hiatal. Sin embargo, la cirugía no es comúnmente necesitada y se reserva para situaciones de emergencia.

La operación puede constar de empujar al estómago hacia el abdomen, haciendo la apertura del diafragma más pequeña. Se reconstruye el esfínter esofágico débil o se remueve el saco herniario.

En algunos casos, la cirugía se hace con una incisión simple en la pared torácica (toracotomía) o en el abdomen (laparotomía). En otros casos, el cirujano puede insertar una pequeña cámara y herramientas quirúrgicas especiales por medio de incisiones muy pequeñas en el abdomen (laparoscopía). Esta operación se realiza mientras el cirujano ve las imágenes del cuerpo del paciente mediante un monitor.

Las hernias pueden formarse de nuevo. Se puede reducir el riesgo de esto tomando en cuenta los siguientes puntos:

Deja un comentario

SILVIO MALDONADO BATUISTA

Silvio Maldonado Bautista. Dr. en Medicina por el IPN. Novelista. Director emérito del CIIDIR (Poner el nombre completo). Radica en Morelia, Michoacán.

Gracias por visitarnos