El origen del ritual se remonta a más de tres siglos, pues las familias cuentan con imágenes heredadas de hace al menos 350 años. Los crucifijos tienen materiales de fabricación diversos, sea madera, yeso o pasta de maíz, y en tamaños varios, desde 22 centímetros a 1.80 metros.
Por: Rafael Manuel Tovar
(ZENIT Noticias / Ciudad de México).- El «Tendido de Cristos» es una práctica religiosa importante en el municipio jalisciense de San Martín de Hidalgo, México, que conmemora la crucifixión de Jesucristo, declarada Patrimonio Cultural de Jalisco en 2016.
Consiste el tendido de Cristos en la conversión de las casas sanmartinenses en capillas hogareñas durante el Viernes Santo, para guardar luto a la figura de Jesucristo tras morir en la cruz. Es un gesto de honor hacia la memoria del Salvador y de fe.
La ceremonia inicia con el lavado del cendal o tela muy delgada que se coloca sobre un crucifijo. Cada capilla familiar cubre los pisos y muros de un pequeño espacio de la casa con hojas de alfalfa, trébol, ramas de sabino, jaral y sauz en forma de altar, el cual se decora con incienso, copal, veladoras, naranjas agrias, flores y la figura de un crucifijo y de la Virgen de los Dolores.
La celebración inicia con una misa de bendición de los Cristos, seguida de conciertos de mariachi con temas sacros y populares, y la venta de dulces típicos y artesanías. Las familias de cada casa ofrecen a los asistentes calabaza cocida, chilacayote, aguas frescas y tamales de cuala, platillo a base en maíz, canela, azúcar, leche y aceite de coco.
Durante toda la noche, la expresión de fe se manifiesta en que las familias velan la sagrada imagen como en un funeral y, a la mañana siguiente, inicia la ceremonia para levantar al Cristo del altar, con plegarias y petición de bendiciones.
El origen del ritual se remonta a más de tres siglos, pues las familias cuentan con imágenes heredadas de hace al menos 350 años. Los crucifijos tienen materiales de fabricación diversos, sea madera, yeso o pasta de maíz, y en tamaños varios, desde 22 centímetros a 1.80 metros.
Como toda tradición de fe, el Tendido de Cristos entreteje arte, expresión de cultura cristiana y compromiso de solidaridad, valores evangélicos surgidos del pueblo y símbolos exteriores del amor a Dios.