La investigación mexicana polarizó opiniones entre los expertos; pudo ser una oportunidad en la industria nacional de inmunizaciones o se dilapidó el recurso
El gobierno de México analiza declarar ya el fin de la pandemia como lo hizo Estados Unidos, y la vacuna Patria nunca llegó. Para desarrollar el proyecto del biológico, desde 2020 hasta el momento se han invertido 422 millones 897 mil 939 pesos, de acuerdo con una solicitud de información al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); sin embargo, el plan gubernamental está a punto de ser rebasado.
Incluso, a nivel internacional la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudia declarar el fin de la emergencia por Covid-19 durante este año.
La investigación mexicana polariza las opiniones entre los expertos, ya que por un lado se considera como una oportunidad para que se desarrolle nuevamente una industria nacional para producir vacunas en forma masiva con miras a enfrentar posibles pandemias.
Y por el otro, señalan que los recursos públicos se han dilapidado porque la vacuna ya no cumplirá con el objetivo de su creación, y el virus ha mutado en varias ocasiones; ante este panorama es necesaria una vacuna actualizada.
Las dudas de los expertos también fueron expuestas por los investigadores del Laboratorio AviMex, en un documento con resultados preliminares que publicaron en la American Society for Microbiology de Estados Unidos, donde reconocieron que “la aparición de variantes del virus que pueden escapar parcialmente a las respuestas de anticuerpos es motivo de preocupación”.
Hasta el momento no se han publicado resultados de las fases de investigación, pero dicho ensayo detalló que la vacuna fue probada inicialmente en 62 cerdos de entre tres y 10 semanas de edad, libres de patógenos específicos y con un peso similar de aproximadamente 1.5 kilogramos.
Ahí también reconocieron que el estudio tuvo limitaciones: “Primero no pudimos evaluar la respuesta inmune localmente en la mucosa nasal o el tracto respiratorio de los cerdos vacunados, ya que aún no se establecieron ni calificaron localmente los métodos de muestreo apropiados y las pruebas estandarizadas para evaluar la inmunidad en la mucosa. Además, no se realizó desafío, ya que el modelo porcino no es susceptible al SARS-CoV-2”.
El doctor Alejandro Macías, excomisionado especial para la Atención de la Influenza en México entre 2009 y 2010, refirió que la vacuna Patria podría permitir contar con una plataforma de producción de vacunas para otra pandemia.
“El objetivo de la vacuna Patria es más hacia que México tenga una plataforma de producción de vacunas para una siguiente pandemia que permita una respuesta muy rápida para contar con millones de dosis. Ha sido lenta, hay que recordar que una vacuna raramente está lista antes de 10 años”, explicó.
Afirmó que, si la vacuna Patria tiene resultados positivos para inmunizar a la población, “como parece que han mostrado los estudios iniciales, pues es una buena promesa para que México recupere en el futuro paulatinamente la soberanía en la producción de las vacunas”.
Aseveró que la inversión está justificada, y no se puede comparar con los miles de millones de pesos que invirtieron las empresas transnacionales: “Hubo empresas, en este caso Moderna, que recibieron más de mil millones de dólares, lo mismo que invirtió, por ejemplo, Pfizer, entonces la inversión en México no tiene comparación con eso, y está más que justificada”, explicó el médico Alejandro Macías.
Por su parte, el doctor Héctor Enrique Rossete señaló que existen múltiples mutaciones de la variante ómicron y subvariantes de la misma, que son las causantes de la mayoría de los contagios actuales, por lo que la vacuna Patria, desarrollada con la cepa original de Wuhan, tendría una eficacia “muy limitada y hoy llegaría demasiado tarde y ya no es la vacuna ideal que se requiere”.
“[Con la inversión] el gobierno pudo haber adquirido más vacunas y aplicarlo para el sector Salud, por el desabasto de medicamentos. Creo que no era lo ideal ni lo correcto y ahora podemos decir que fue dinero tirado a la basura”, comentó en entrevista con este rotativo.
Destacó que existe una comunicación ambigua de parte del gobierno, que genera dudas sobre si la investigación continúa o se ha detenido, debido a declaraciones en sentido opuesto de la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, y el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
“La misma encargada del Conacyt nombró a la vacuna como la mejor del mundo, cosa que no es cierta, ni mucho menos ahorita que no está desarrollada, entonces vemos que por una parte dice que sigue su fase y por otro lado tenemos un secretario de Salud que, hace unos días, dice que finalmente no se desarrolló y que por cuestiones reales no se llevó a cabo. Entonces, ya no sabemos si sí sigue en curso o ya le pararon”, expuso.
La inmunóloga María Antonieta Basurto comentó que la vacuna Patria puede ser un buen biológico, pero las vacunas tienen que ir actualizándose de acuerdo la evolución del virus, porque éste ha cambiado tanto que necesita un inmunológico actualizado que incluya, por lo menos, la variante original de ómicron, y no sólo la cepa primigenia.
“La variante ómicron ha cambiado tanto, ya es muy diferente a la cepa original (utilizada en el desarrollo de Patria), la proteína S consiste en mil 273 aminoácidos; ómicron, en cualquiera de sus subvariantes, tiene alrededor de 20 a 30 mutaciones, concentradas principalmente en el dominio RBD”, explicó.
Abundó en que las mutaciones le pueden dar una ventaja evolutiva al virus, por ejemplo, ayudarle a transmitirse más fácilmente o ser más virulento, por lo que la vacuna Patria tal vez proteja parcialmente contra Covid-19, pero si se utilizará como refuerzo, también debe comprobarse su eficacia mediante estudios clínicos específicos para ese objetivo.
“No basta con decir que un biológico es bueno, hay que probar que verdaderamente es bueno con estudios científicos, para eso están las fases preclínicas y las fases clínicas”, aseveró.
En la respuesta a la solicitud de información, el Conacyt detalló que destinó 135 millones 264 mil 464 pesos durante 2020, y 49 millones 224 mil 023 pesos en 2021, para el desarrollo de la vacuna contra el SARS-CoV-2, con la cepa NDV LaSota.
Hasta octubre de 2022, se llevó a cabo el estudio de Fase II de la vacuna Patria, con resultados intermedios en muestras procesadas, y se invirtieron 40 millones 127 mil 833 pesos. De noviembre del año pasado a la fecha, se le asignaron 198 millones 281 mil 619 pesos más para realizar la conducción del estudio de Fase II/III del proyecto.