En México hay un déficit habitacional de más de 9 millones de residencias mientras la producción de vivienda va a la baja.
En el primer bimestre del año, la construcción de vivienda alcanzó su nivel más bajo en una década a causa del impacto económico de la pandemia, la inflación en los materiales de construcción y la demora en el otorgamiento de permisos, lo que amenaza con ‘cuartear’ los ingresos de los desarrolladores este año, señalaron especialistas.
En el periodo enero-febrero, la producción de vivienda alcanzó las 17 mil 69 unidades, el menor volumen registrado desde el 2013, según el Registro Único de Vivienda (RUV). Se trata de una caída de 6 por ciento anual.
“El sector, por cuestiones que todos conocemos, como la inflación, el alza en las tasas de interés, y el incremento en las reservas territoriales de tierra, ha traído como consecuencia una caída considerable en el registro y la colocación de la vivienda”, comentó Alberto Moreno, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) nacional.
De acuerdo con cifras del gobierno federal, en el país hay un déficit habitacional de más de 9 millones de viviendas, sin embargo, el encarecimiento del acero, cobre, cemento y otros minerales y combustibles, han encarecido la poca oferta inmobiliaria que hay.
“No se está ofertando lo suficiente habiendo cerca de 4.8 millones de derechohabientes que están esperando la oportunidad de adquirir una vivienda”, alertó el empresario.
Jorge Paredes, director general Realty World México, explicó que uno de los principales impactos en la menor construcción de vivienda es la reducción de la oferta y del financiamiento por parte de las instituciones, así como menor colocación de créditos puente para desarrolladores y altas tasas de interés.
“La pandemia dejó un hueco importante que afectó el ingreso disponible de la gente, hubo muchos negocios afectados, quitó mucho dinero de circulación en la economía y eso aunado al tema de alza en tasas de interés, eso produce efecto en el número de créditos que se otorgan”, explicó.
El año pasado, recordó, el Infonavit fue la institución con menor número de créditos colocados, con una caída anual de 18.9 por ciento en volumen, seguido del Fovissste con una reducción de 4.1 por ciento y la banca con una baja de 4 por ciento.
Agregó que el desarrollo de vivienda en algunos estados fronterizos, enfrentan además problemas por la disponibilidad de tierra urbanizada y la falta de agua, lo que complica el desarrollo de la oferta.
Nearshoring competirá por mano de obra
La relocalización de empresas a México, especialmente en la frontera, por el llamado nearshoring, traerá oportunidades para la vivienda, pero también representará un reto para la mano de obra que requiere la industria, debido a que será cada vez más demandada en plantas y fábricas, señaló el director general de Realty World.
“El impacto va a ser para bien en algo que lo vemos como una realidad que vayamos a tener indicadores favorables, la demanda de vivienda se va a incrementar en la frontera, Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, estos son los estados más beneficiados por el famoso nearshoring”, dijo.
Destacó que generar empleos formales es un círculo virtuoso, porque hay más gente con capacidad de crédito para una vivienda otorgada por institutos como el Infonavit.
“Cualquier oferta de vivienda media o tradicional que tú eches al mercado se vende sola, también ahí tienes el problema de la mano de obra porque el nearshoring está compitiendo para la mano de obra, ellos necesitan para sus fábricas y la industria de la vivienda necesita mano de obra para construir”, aseveró Paredes.
Agregó que otra tendencia que está favoreciendo al país es el turismo, principalmente en Nayarit, Quintana Roo y Sinaloa donde se ha mostrado una mayor colocación de vivienda por el repunte del turismo nacional y extranjero.
De acuerdo con Carlos Martínez, director general del Infonavit, muchos desarrolladores han migrado de la vivienda social a otros segmentos más caros por los bajos márgenes de ganancia.
“Para este año lo que tenemos proyectado es que se coloquen créditos con un valor de alrededor de 220 mil millones de pesos, pero ahora ya no queremos hablar de cuántas viviendas se van a comprar, queremos gastar en lo que la gente quiera”, dijo, asegurando que se acabaron las colocaciones masivas de vivienda como en pasadas administraciones que había inmuebles abandonados.