Décimas

Benjamín González Oregel

                1.– El presidente Andrés Manuel López Obrador reivindicó el método de las encuestas para la selección del candidato presidencial de su movimiento subrayando que respaldará sólo a quien surja de la encuesta: “son mis hermanos, y mi hermana, pero quien gane la encuesta es al que voy a apoyar”. Su pronunciamiento sobre la sucesión presidencial surgió de la descalificación que hizo del candidato a gobernador de Coahuila por el Partido del Trabajo, Ricardo Mejía Berdeja quien se presenta como aspirante cercano al mandatario. “No quiero que se use mi nombre, se me hace un acto de deshonestidad usar mi nombre para una campaña cuando no tengo relación”. Aseveró que cuando los candidatos surgen de las encuestas, “nos guste o nos guste, es el pueblo el que decide. Se acaba el dedazo, puede ser mi hermano, mi hijo, pero se somete a una prueba, un escrutinio, una encuesta y el pueblo dice no, pues no. eso debe quedar muy claro”.

Que la sentencia no olvide,
El aspirante preclaro,
Lo debe tener muy claro:
Es el pueblo quien decide.
¡Claro, que AMLO incide!
Otros tejen la madeja.
La solución por es compleja,
Pero quien vive en Palacio,
A rendirse es muy reacio,
Lo sabe Mejía Berdeja.

                2.– Andrés Manuel López Obrador afirma que demandará por daño moral al abogado César De Castro, abogado de Genaro García Luna, y que si se obtienen recursos económicos por ese proceso serán entregados a las víctimas de la violencia desatada a raíz de la guerra contra el narcotráfico durante el gobierno de Felipe Calderón. Este viernes, 26 de mayo, en Palacio Nacional, refirió que el objetivo del litigante de intentar ligarlo al crimen organizado era “involucrarnos a nosotros para cuando menos lograr lo que siempre ha deseado la mafia del poder: el que se acepte de que todos somos iguales. Y no, no somos iguales, nosotros no somos corruptos, nosotros no establecemos relaciones de complicidad con nadie. Y eso es lo que él tiene que aclarar”.

El odio al calderonato,
Por más que negarlo quiera,
Hoy lo descubre cualquiera;
Sin llegar a ser chivato.
No será juicio barato,
Pues AMLO pinchará en hueso.
Después de un largo proceso,
En cortes americanas;
Andrés perderá sus canas,
Y el tal César saldrá ileso

                3.– “¿Quieren con firmas? con firmas; ¿quieren sin firmas? sin firmas”, declaró el panista Santiago Creel, presidente de la Cámara de Diputados, sobre la polémica por el requisito sugerido por Acción Nacional para quien aspire a ser el candidato presidencial de la oposición. El líder del PAN, Marko Cortés, planteó que el aspirante a la candidatura debe conseguir el equivalente en firmas al 1 por ciento de la lista nominal de electores en al menos 17 estados. Es decir, un equivalente a 956 mil firmas. Según Lilly Téllez, para esto se requieren algo así como 30 millones de pesos. Según Alito, cualquiera de los precandidatos del PRI, puede conseguir más de un millón de firmas –se ha dicho que él ya cuenta con 2 millones–. Como una propuesta “brillante” calificó Andrés Manuel López Obrador la iniciativa del PAN de reunir casi un millón de firmas para decidir la candidatura a la presidencia, con el antecedente de que en el proceso electoral de 2018, candidatos independientes recurrieron a la falsificación. Y luego ironizó: “Sí lo logran, pero no muchos. O sea, porque hay como 60, como 100. ¿Cuántos lograrán juntar un millón de firmas de ellos? Como unos 10 o cinco. Y le tienen que meter, tienen que hacer trabajo. Es muy buena la propuesta, brillante, porque cuando menos van a estar entretenidos trabajando y para que ya nos dejen un tiempo”.

Nada sorprende de Marko,
Acostumbrados nos tiene;
Y Creel a todo se aviene.
Sin ser capitán del barco.
Para librar ese charco,
Desde tribunas lo alientan;
Y si las palmas aumentan,
Mientras la fecha se acerca,
Con otro apretón de tuerca,
Hasta la madre le mientan.

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Colegio Fray Jacobo Daciano