Alza de asesinatos en los últimos 8 años ha deteriorado el estado de bienestar en 14.8% y ocasionado una pérdida de 324 mmdp en inversión, muestra informe
El aumento de los asesinatos en los últimos ocho años provocó un deterioro de la paz en México de 14.8% y una pérdida de 324 mil millones de pesos en inversión extranjera directa, de acuerdo con el Índice de Paz México 2023.
Además, el impacto de la violencia es seis veces mayor que las inversiones públicas realizadas en el sector salud y más de cinco veces superior a las efectuadas en educación en 2022.
Aunque en los últimos tres años ha habido una disminución “modesta, pero constante” de los homicidios dolosos, la violencia sigue generalizada con una delincuencia organizada responsable de altos niveles de homicidios por disputas territoriales para el desarrollo de sus ilícitos.
De acuerdo con la décima edición del informe anual del Instituto de Economía y Paz (IEP), el mayor deterioro de la paz entre 2015 y 2022 se registró en 2017, el penúltimo año del sexenio del exmandatario Enrique Peña Nieto, cuando hubo una disminución de 9%. Después, las tasas de deterioro se desaceleraron gradualmente y en 2020, durante la pandemia, el país experimentó su primera mejora general (-2.5%), a la que le siguió un progreso marginal tanto en 2021 (0.2%) como 2022 (-0.9%). Sin embargo, destacó el informe, las mejoras de los últimos tres años son relativamente menores en comparación con los deterioros significativos alcanzados antes de 2020.
El último Índice de Paz México refiere que en los últimos ocho años el país registró alrededor de un cuarto de millón de homicidios dolosos, en los cuales entre 2015 y 2019 casi se duplicó la tasa de muertes, al pasar de 15 a 28 por cada 100 mil habitantes.
“En general, la tasa de homicidios ha aumentado un 62.6% desde 2015. México ha registrado más de 30 mil homicidios en los últimos cuatro años. La tasa de 24 muertes por cada 100 mil habitantes del país en 2022 le da la decimosexta peor tasa del mundo”, destacó.
Al presentar el estudio, el director en México del Instituto para la Economía y la Paz, Carlos Juárez, afirmó que hay una mejora en tres de los cinco rubros que analiza el informe: homicidios, delitos con armas de fuego y cárcel sin sentencia. Lo anterior porque los asesinatos alcanzaron en 2022 su mayor caída en la tasa, de 7.9%, la tasa de delitos cometidos con armas de fuego bajó 5.5% y la calificación de detenidos sin sentencia mejoró.
“México ha venido cayendo posiciones en la última década y hoy ocupa la posición 137 de 163 países en el Índice Global de Paz, estamos muy abajo, habíamos estado en 143, incluso más abajo todavía, y con las mejoras en homicidios vamos recuperando posiciones, pero estamos muy bajo.
“Sin embargo, es importante contar con un enfoque integral para abordar la compleja dinámica de la inseguridad, la violencia y la resiliencia socioeconómica”, dijo.
El estudio expone que nueve estados registraron mejoras en sus tasas de homicidio desde 2015, mientras que los 23 restantes se deterioraron, entre ellos Colima, Zacatecas, Guanajuato, Baja California y Nuevo León, que también presentaron los mayores aumentos en sus calificaciones de homicidios y delitos con armas de fuego.
“Es fundamental aumentar la inversión en los sistemas de justicia y de seguridad, así como hacer frente a la corrupción y mejorar la gobernanza. Construir la paz en México requiere de políticas públicas complejas y articuladas, que fortalezcan las instituciones y reconstruyan la confianza de la gente en sus gobiernos para fomentar la colaboración”, consideró Juárez.
Impacto económico de la violencia
Los niveles de violencia costaron a México 4.6 billones de pesos el año pasado, lo que equivale a 18.3% del Producto Interno Bruto (PIB), estimó el IEP.
La organización de expertos independientes consideró que el impacto económico de la violencia para cada mexicano fue de 35 mil 705 pesos, es decir, más del doble del salario promedio mensual de un trabajador.
Por primera vez se incluyó en esta edición del Índice de Paz México un análisis sobre la polarización política y social en el país.
El reporte concluye que la polarización socava la capacidad de los gobiernos para operar con eficacia y cohesión, así´ como también disminuye la confianza y la disposición de los ciudadanos para participar en los procesos cívicos.