En los cinco primeros meses de 2023, han sido ultimados 3. Si se tienen en cuenta las amenazas y agresiones a los representantes de la Iglesia Católica, el número es más que alarmante, pues se dieron 800 incidentes entre octubre de 2021 y octubre de 2022.
(ZENIT Noticias / Ciudad de México).- El Departamento del gobierno de Estado de Estados Unidos ha publicado los datos del Catholic Multimedia Center de Estados Unidos, ONG informativa sobre noticias religiosas, que informa de los sacerdotes asesinados en el mundo. México ha padecido el mayor número en América Latina.
Por decimocuarto año consecutivo, México es el país latinoamericano con mayor número de sacerdotes católicos asesinados. En los cinco primeros meses de 2023, han sido ultimados 3. Si se tienen en cuenta las amenazas y agresiones a los representantes de la Iglesia católica, el número es más que alarmante, pues se dieron 800 incidentes entre octubre de 2021 y octubre de 2022. Este número puede ser mayor, pues se trata de las agresiones constatadas y no tiene en cuenta las amenazas digitales.
En los últimos 10 años, 39 sacerdotes han sido asesinados. El mayor agresor ha sido el crimen organizado. Es notorio que el testimonio de los sacerdotes sobre personas desaparecidas o extorsionadas incomoda a los cárteles criminales, que no tienen reparo en matar a quien se les interpone. La acción de la justicia oficial es lenta y, en la mayor parte de las veces, impune, como el caso de los dos sacerdotes jesuitas muertos en Chihuahua hace un año.
El 78% de la población en México es católica. Los sacerdotes, a pesar de los ataques de la prensa internacional para desacreditarlos, tienen alta autoridad moral entre los fieles y activan el compromiso y trabajo social en las comunidades.
Es de notar que son raras las agresiones a pastores protestantes, aunque son muy numerosos en todos los Estados de la República. Se dan casos, como el asesinato al pastor Armando López, muerto en la carretera de Venustiano Carranza, Chiapas, o el pastor Efrén Martínez Ruiz, de 73 años, en la Ciudad de México, ambos durante el pasado año y con el propósito de robarles dinero.
La violencia extendida en el país hiere a toda la población. Es lamentable que también agrede a quienes trabajan diariamente en el servicio desinteresado y generoso por la gente.