Se duplica el precio de la vivienda en este gobierno

Alta demanda, carestía de materiales y menor oferta en sector de interés social, las causas: expertos; hasta marzo, inmuebles tuvieron valor de un millón 602 mil pesos

Las casas y departamentos duplicaron su precio desde que comenzó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la creciente demanda, la carestía de los materiales para la construcción y la menor colocación de vivienda popular.

A lo largo y ancho del territorio nacional, las viviendas con crédito hipotecario tuvieron un precio promedio de un millón 602 mil pesos entre enero y marzo de este año.

Ello representa el doble que, a finales de 2018, cuando empezó el gobierno actual y la media era de 805 mil pesos, de acuerdo con datos de Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).

Detrás del incremento se encuentran la escasez histórica de vivienda en el país y la carestía reciente de materiales de construcción, como el acero, aluminio, vidrio y cemento, explicó Fernando Soto-Hay, fundador y director general de Tu Hipoteca Fácil, empresa de asesoría patrimonial hipotecaria.

Además, expuso, los costos tuvieron un ajuste tras la pandemia de Covid-19, debido al teletrabajo y porque los usuarios valoran más la vivienda que antes de la crisis sanitaria.

“Se modificaron los perfiles de vivienda construida, ya que ahora los desarrolladores se enfocan en ofrecer vivienda mejor ventilada, balcones y áreas verdes. La gente se dio cuenta de la importancia de ser propietario de su casa o departamento, lo que aumentó el apetito por comprar vivienda y el valor aumentó”, comentó Soto-Hay.

Desde su punto de vista, la escasez de vivienda y la falta de proyectos de inversión hará que estos inmuebles se sigan apreciando en los siguientes años.

El analista de Real Estate de Propiedades.com, Leonardo González, coincidió en que los precios de las viviendas van a continuar subiendo.

 “Los precios mostrarán una persistente alza ante el déficit de viviendas, el amplio rezago habitacional, la incursión de los millennials en el mercado, así como la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral, pues cuentan con más capacidad para contratar hipotecas y eso significa una demanda adicional de inmuebles”, expuso.

Destacó también que el cemento, el acero, la varilla y otros materiales se han encarecido más que la inflación, lo que se traslada al precio final.

Segmento popular

Leonardo González señaló que se observa una contracción en la oferta de casas y departamentos, sobre todo, de interés social, lo que ha consolidado los segmentos medios.

En marzo pasado, la banca privada redujo 4.2% el crédito para la vivienda de interés social, de acuerdo con información del Banco de México (Banxico).

El financiamiento para la vivienda popular lleva casi ocho años disminuyendo de manera consecutiva, ya que los préstamos no han dejado de caer desde agosto de 2015 al restar la inflación.

Desde la perspectiva de Jorge Paredes, presidente de la inmobiliaria Realty World México, la colocación de vivienda asequible empezó a disminuir a mediados del sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, porque se eliminaron subsidios para adquirir estos inmuebles entre los estratos económicos más bajos de la población.

Paredes también destacó el encarecimiento tanto de la tierra como de los insumos para construir casas y departamentos, así como las reglamentaciones municipales que han hecho oneroso y lento el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios destinados al segmento de interés social en México.

El programa que concentraba los subsidios para la vivienda, administrado por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), se redujo a menos de la mitad al iniciar el gobierno actual.

Por otra parte, Leonardo González expuso que hay un rezago de cerca de 9 millones de viviendas en el país, lo que influye notablemente en la demanda y el parque habitacional requerido por la población, “pues a pesar de que los salarios han mejorado, hay una menor accesibilidad a la vivienda por sus precios”.

La oficina nacional de ONU Hábitat dio a conocer que la vivienda que se produce en México es inalcanzable para cerca de 40% de la población.

Apenas 15% de los mexicanos tienen la posibilidad de adquirir una propiedad sin destinar más de 30% de sus ingresos para el pago del crédito hipotecario, es decir, sin comprometer el goce de otros derechos con el pago excesivo del alojamiento.

Sociedad Hipotecaria Federal prevé que las entidades con la mayor cantidad de demanda de créditos para adquirir vivienda nueva y existente durante este año serán Nuevo León, Jalisco, Estado de México y la Ciudad de México.

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