Expertos señalan que cifra de incautaciones en este gobierno no afecta estructuras criminales; Sedena reporta aumento de 58.66% de decomisos de material bélico en 4 años
En los cuatro años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el aseguramiento en flagrancia delictiva de material bélico por parte del Ejército presenta un aumento de 58.66%, en comparación con el mismo periodo de Enrique Peña Nieto.
En respuesta a una solicitud de información hecha por EL UNIVERSAL vía Transparencia a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en el periodo de 2019 a 2022 se incautaron 6 millones 577 mil 148 armas de fuego, cargadores, cartuchos, granadas y vehículos. Mientras que en los cuatro años de Peña Nieto, de 2013 a 2016 fueron 4 millones 145 mil 406.
Especialistas en seguridad refieren que el aumento de incautaciones no significa una mayor eficacia en los operativos, sino que está entrando al país más material bélico y muchas de estas son abandonadas por la delincuencia. Tampoco ven que esta cifra de aseguramiento signifique que las estructuras criminales estén siendo afectadas.
Según el documento obtenido por EL UNIVERSAL, con López Obrador las armas de fuego aseguradas son 24 mil 593; cargadores, 104 mil 861; cartuchos, 6 millones 417 mil 398; granadas, 2 mil 12, y vehículos, 28 mil 284.
De 2019 a 2022, los estados con mayor número de aseguramiento de armamento bélico son Sonora, con 3 millones 791 mil 236; Tamaulipas, 835 mil 791; Michoacán, 445 mil 876; Zacatecas, 240 mil 368 y Jalisco, 203 mil 749.
Con Peña Nieto las armas de fuego son del orden de 25 mil 86; cargadores, 118 mil 202; cartuchos, 3 millones 967 mil 134; granadas, 2 mil 959 y vehículos, 32 mil 25.
Las entidades que documentan el mayor número de incautaciones de 2013 a 2016 son Tamaulipas, con 2 millones 57 mil 552; Sonora, con 372 mil 415; Sinaloa, con 293 mil 479; Guerrero, con 260 mil 529, y Michoacán, con 255 mil 132.
No ven eficacia
Óscar Báez Soto, doctor en Ciencias Penales y Política Criminal, señala que al acudir el Ejército a un determinado lugar donde hubo un enfrentamiento van a estar las armas.
“Los delincuentes huyen… Normalmente las armas las traen en los vehículos y las abandonan, también hay casos que la autoridad llega a un campamento o realiza cateos en casas de seguridad y los criminales se dan a la fuga dejando el material bélico”, detalla el también doctor en Derecho Penal.
Comenta que los criminales utilizan un número adicional de cartuchos por cada arma de fuego que portan para el momento de enfrentarse con sus rivales o el propio Estado y puedan tener más capacidad de fuego.
Enfatiza que el hecho de tener un mayor número de aseguramientos de armas de fuego no quiere decir que se está afectando a la delincuencia organizada.
“Sería subjetivo decir que está existiendo una afectación a la delincuencia… se sigue matando gente y no ha impactado el hecho de asegurar más armas”, resalta el investigador.
También subraya que hay una cifra negra de las armas de fuego que entran al país por contrabando; además, sostiene que los delincuentes no sólo utilizan este tipo de material bélico en la forma que tradicionalmente lo venían haciendo, ahora se apoyan en las nuevas tecnologías al usar drones para vigilar y atacar a sus rivales o instalaciones de gobierno.
Josué González, consultor en materia de seguridad nacional, señala que las células criminales están armadas hasta los dientes y, al final del día, la cantidad de armas aseguradas es un paliativo.
“No es un tema que vaya de origen a las causas primigenias… la delincuencia tiene un mundo de armas en todo el país, pero hay una cifra negra, no sabemos realmente cuál es la proporción que se está incautando”, asevera.
En el caso del aumento de incautaciones en cartuchos, el especialista comenta que cuantitativamente el número de enfrentamientos globales que existen son menores, pero cualitativamente son más ríspidos con más intercambio de balas, mayor número de bajas.
Juan Manuel Aguilar Antonio, investigador posdoctoral en el Centro de Investigaciones Sobre América del Norte, expresa que a pesar de que el Jefe del Ejecutivo federal maneja en el discurso la política de “abrazos no balazos”, en los hechos los enfrentamientos con el crimen no han cesado.
Refiere que hemos visto múltiples operativos de captura a líderes del crimen organizado en este sexenio, lo que inevitablemente desemboca en enfrentamientos de las Fuerzas Armadas con grupos delincuenciales, para posteriormente realizar decomisos de armamento.
A su vez, Martín Íñiguez Ramos, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, remarca que 80% de las armas ilegales provienen de Estados Unidos, y no es el único país proveedor, pero hay un vacío de información al respecto.
“Provienen de Israel, Brasil, Bélgica, Italia, Francia, Europa del este, y Rusia y estamos dejando de lado el otro tráfico de armas con las que surten al crimen y que son muy famosas por su perfeccionamiento”, expuso.