Luego de que Morena acabara con el último bastión del PRI y por tanto el grupo político Atlacomulco al ganar las elecciones del Estado de México, dio el banderazo presidencial con una cena y movimientos entre las corcholatas; los aspirantes se alistan y entre renuncias y licencias para competir persiste la duda si el presidente se va a meter en la selección de su sucesor.
En esta edición Maite Azuela, Solange Marquez, Juan Pablo Becerra Acosta y Luis Cárdenas, moderados por David Aponte, Director General Editorial de EL UNIVERSAL conversan sobre la coyuntura electoral y la preparación de Morena y la oposición rumbo a 2024.
Después de un breve anuncio en ante medios de comunicación el canciller dio a conocer su renuncia para buscar la presidencia siendo el abanderado de Morena, levantando reacciones y movilizando a las otras corcholatas.
La columnista Solange Martínez consideró que «Marcelo sí tiene la idea de que tiene posibilidades de ganar. La cantidad de renuncias que se han dado dentro de la cancillería demuestran que creó toda una estructura dentro de la cancillería que ahora va a ser la estructura que va a estar apoyándolo en la campaña».
«Al dar un paso al frente es un adelanto que Marcelo no va a estar contento o se va a quedar tranquilo de no quedar electo», señaló la analista, quien prevé que el paso que dio Ebrard es clave para lo que se verá en los próximos meses.
Por su parte Maite Azuela enfatizó que los partidos satélites de Morena han dejado clara su postura. En el evento del Partido Verde en donde arroparon a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, es muy clara la apuesta que tiene ese partido, así como la presencia de Fernández Noroña por parte del PT, consideró.
«Es la primera vez que Claudia Sheinbaum hace de líder, ella ha consolidado la relación que tiene con los gobernadores y ellos han apostado por ella», sostuvo.
Por su parte Juan Pablo Becerra-Acosta cuestionó si realmente López Obrador no se va a meter. «El énfasis de la cena no fue la unidad, sino la prohibición, la advertencia de que una ruptura sería inaceptable».
«El objetivo principal del presidente es sin duda su sucesión. No hay ni obras del gobierno tan relevantes», declaró.
En ese sentido, Luis Cardenas subrayó que no ve a López Obrador como el dedazo priista «pero sí veo a toda una maquinaria que va a hacer todo para cumplir el capricho del presidente».