Gabinete de seguridad federal ve a Jalisco Nueva Generación detrás de los casos recientes; son nuevas técnicas que aplican para infundir terror a sus enemigos
El recrudecimiento de la guerra de fentanilo y del huachicol llevó a los cárteles de la droga a endurecer su modus operandi contra sus rivales y las fuerzas de seguridad, por lo que ahora utilizan coches bomba para amedrentar, como en fechas recientes en que se presentaron dos casos en menos de un mes.
En el gabinete de seguridad federal ven al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) detrás del vehículo que estalló en junio en Celaya, Guanajuato, dejando 10 guardias nacionales heridos, y del localizado en Teocaltiche, tras una balacera entre sicarios del CJNG y del Cártel de Sinaloa por el control de esa zona de los Altos de Jalisco.
Según funcionarios consultados, el grupo criminal liderado por el capo michoacano Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, optó por esta práctica para evitar el acecho de sus enemigos como los cárteles de Santa Rosa de Lima y de Sinaloa, este último en proceso de cambio en este tipo de técnicas sofisticadas para e infundir terror.
Las autoridades federales detectaron que células del Cártel Jalisco Nueva Generación emplean diversas modalidades para hacer detonar vehículos estacionados con explosivos artesanales, ya sea a través de control remoto o al encenderlo.
Por ejemplo, en Teocaltiche, el grupo de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX), de la Secretaría de Seguridad de Jalisco, descubrió en el interior de una camioneta un artefacto conectado del acelerador a la batería del vehículo, listo para explotar al momento de ser encendida; tenía las llaves puestas como trampa.
De acuerdo con el personal, el explosivo desactivado estaba compuesto por un tanque de oxígeno y dos extinguidores llenos de material con características similares a la pólvora.
De las minas antipersonales y drones con explosivos con los que combatió a sus rivales en Tepalcatepec y Aguililla, en la región de la Tierra Caliente de Michoacán, el CJNG pasó ahora a los autos bomba, como lo hiciera primero en Guanajuato su acérrimo enemigo del Cártel de Santa Rosa de Lima, en 2020, con la colocación de autos cerca de una base de la Guardia Nacional en la capital del estado, y junto a la refinería Antonio M. Amor, en Salamanca, respectivamente.
De acuerdo con funcionarios consultados, el Cártel Jalisco Nueva Generación cuenta con diversos campamentos para la fabricación de explosivos en la región sureste de Jalisco, integrada por los municipios de Chapala, Concepción de Buenos Aires, Jocotepec, Manzanilla de la Paz, Mazamitla, Quitupan, Santa María del Oro, Tizapán, Tuxcueca, Valle de Juárez y Teocaltiche, que colinda con Michoacán, en donde se creé que este grupo criminal puso a prueba los drones con cargas explosivos en los caminos de terracería, casas e inmuebles abandonados en localidades de la Tierra Caliente.
En enero, personal de la Secretaría de Seguridad de Jalisco aseguró un campamento improvisado en el municipio de Quitupan, con artefactos explosivos, dispositivos, un tubo cañón y un cilindro con material explosivo.
Dos meses después, militares decomisaron en Teocaltiche un vehículo tipo tanqueta con aparente blindaje artesanal, cargadores con armamento de diverso calibre y artefactos explosivos.
De igual forma, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), al realizar reconocimientos terrestres en las inmediaciones del poblado Las Pilas, perteneciente al municipio de Santa María del Oro, localizaron cuatro artefactos explosivos, 34 artefactos tipo niple, dos minas hechizas antipersonal y cantidades diversas de pólvora.
Por lo anterior, los elementos castrenses, inspeccionaron la zona y aseguraron del interior de varias cajas 15 cargadores, 280 cartuchos calibre 5.56 milímetros, tres chalecos balísticos, cuatro placas balísticas, 74 artefactos explosivos, 34 artefactos tipo niple, dos minas hechizas antipersonal y más de un kilo de pólvora.
Ante la nueva modalidad de uso de explosivos del CJNG, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés) capacitó a personal de las fiscalías General de la República, Jalisco, Nuevo León, Sinaloa, Michoacán, Baja California Sur y de la Ciudad de México para el manejo de este tipo de artefactos.
En noviembre de 2021, la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a José Luis Hernández López, alias El Bad Boy, identificado como pionero en la elaboración de artefactos explosivos, primero para el Cártel Santa Rosa de Lima y luego para Jalisco Nueva Generación.