El organismo internacional puso el foco en el crecimiento mundial, la bajada de la inflación y la estabilidad de los sistemas financieros
La economía mundial pospandemia se enfrenta a desafíos clave, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo multilateral presentó este martes una actualización de su último informe de «Perspectivas de la Economía Mundial» y señaló que los países continúan recuperándose gradualmente de la crisis sanitaria por la covid-19 y el impacto de la invasión de Rusia en Ucrania.
«Sin embargo, muchos desafíos aún nublan el horizonte y es demasiado pronto para celebrar», escribió en una nota el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
De acuerdo al FMI, hay tres aspectos en los que los países deberán poner el foco.
1. Baja en el crecimiento económico
Por un lado, indicó que la economía global crecerá menos en 2023 y 2024 que en 2022: pasará del 3,5% al 3,0% los dos años.
«Crecen las señales de que la actividad mundial está perdiendo impulso», dijo Gourinchas, en parte por las políticas monetarias restrictivas aplicadas en la lucha contra la inflación.
Pese a que subió el pronóstico de crecimiento para este año en 0,2 puntos porcentuales respecto a la previsión que hizo en abril, el organismo resaltó que «permanece débil» frente al promedio de este siglo, de 3,8%.
Este menor crecimiento se explica principalmente por el desempeño de las economías desarrolladas, donde el crecimiento caerá desde el 2,7% en 2022 al 1,5% en 2023.
En cambio, los países emergentes acelerarán su ritmo de crecimiento desde el 3,1% el año pasado al 4,1% este año y el próximo.
Esto último se da por el vigor que registran las economías asiáticas, sobre todo China e India.
América Latina y el Caribe, sin embargo, verán una caída más fuerte que el promedio mundial según los pronósticos del FMI, desde el 3,9% en 2022 al 1,9% en 2023 y 2,2% en 2024.
«Muchos productores de materias primas sufrirán una disminución de los ingresos por exportaciones», explicó Gourinchas.
2. El problema de la inflación
El segundo desafío es reducir aún más la inflación.
Si bien el incremento en los precios al consumidor dejó atrás el máximo registrado el año pasado -8,7% en el promedio mundial- y este año el organismo espera que se ubique en 6,8%, la inflación subyacente (que no toma en cuenta productos volátiles como alimentos y energía) «disminuirá más gradualmente».
«Más preocupante, se espera que la inflación subyacente en las economías avanzadas se mantenga sin cambios en una tasa promedio anual de 5,1% este año, antes de disminuir a 3,1% en 2024. Claramente, la batalla contra la inflación aún no está ganada«, expresó el economista jefe.
El FMI dijo que debió revisar al alza la proyección de inflación para 2024.
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3. Asegurar la estabilidad financiera
El tercer desafío planteado a los países por el organismo internacional es asegurar la estabilidad financiera, luego de haber superado con éxito las turbulencias en algunas instituciones bancarias en Estados Unidos y Suiza en los primeros meses del año.
«Por ello, los bancos centrales deben seguir centrándose en restaurar la estabilidad de precios y fortalecer la supervisión financiera y el control de riesgos», dijo el FMI en su informe.
El reporte también marca que se «deberían construir amortiguadores fiscales, con la composición del ajuste fiscal asegurando un apoyo específico para los más vulnerables».
Recuperación del poder adquisitivo
Más allá de las luces amarillas puntualizadas por el FMI, Gourinchas destacó que un indicador relevante para las personas evolucionará de forma favorable.
Durante los últimos años, el crecimiento de los salarios no acompañó la inflación -en el promedio mundial- y, si bien los mercados de trabajo se han mostrado fuertes, con altas tasas de empleo y bajo desempleo, eso tuvo como resultado una reducción en los costos laborales.
«Si los mercados laborales se mantienen fuertes, deberíamos esperar, y dar la bienvenida a que los salarios reales recuperen el terreno perdido«, dijo Gourinchas.
El economista jefe afirmó que eso se traduce en que el crecimiento de los salarios nominales seguirá siendo fuerte durante un tiempo. «De hecho, la brecha entre los dos ha comenzado a cerrarse», agregó.
«Sigo confiando en que hay espacio para acomodar el repunte de los salarios reales sin desencadenar una espiral de salarios y precios», estimó.