Cuál es la zona arqueológica más grande de México

Entre roca volcánica y llanuras, esta zona arqueológica en Puebla es también una de las más enigmáticas del país

México es bien conocido por sus zonas arqueológicas. Entre estas, hay sitios imponentes como Chichén Itzá, Teotihuacán o la gran pirámide de Cholula, pero hay una zona arqueológica enorme y singular que es, hasta el momento, la más grande de México: te presentamos Cantona.

¿Dónde está Cantona, la zona arqueológica más grande de México?

Cantona se encuentra al noreste de la ciudad de Puebla, entre los municipios de Tepeyahualco y Cuyoaco, justo en el Valle de Serdán, también conocido como los Llanos de San Juan.

En frente, se observa el Cerro de Pizarro, un volcán extinto que se levanta a 3,080 metros sobre el nivel del mar. Una de sus erupciones fue responsable de crear el malpaís (campo de lava seca) sobre el que se edificó Cantona: una superficie escabrosa y semiárida.

A lo lejos y por su cercanía con la frontera con Veracruz, se puede observar el Cofre de Perote, la octava montaña más alta de México con una altura de 4,282 metros por encima del nivel marino.

Llegar no es complicado. Desde la ciudad de Puebla, es un camino de casi dos horas en auto; desde la CDMX, unas tres.

¿Cómo es Cantona, la zona arqueológica más grande de México?

Contrario a otras zonas arqueológicas más llanas y con calzadas y calles ‘mejor’ planeadas, Cantona tuvo que adaptarse al accidentado entorno conformado por roca volcánica, razón por la que sus construcciones son, en gran medida, asimétricas; característica poco común en Mesoamérica.

Utilizaron piedra para edificar templos, serpenteantes calzadas, calles amuralladas, pasillos y privadas interconectadas: alrededor de 4,000. Al ser la ciudad más importante del Altiplano, contenía numerosos espacios religiosos y políticos, de entre los que destacan 27 juegos de pelota, la mayor cantidad para un sitio arqueológico en México.

En su periodo de mayor ocupación, se calcula que llegó a tener 7,500 unidades habitacionales, de las cuales se conocen apenas 2,700 en la parte sur.

Hoy en día, es posible recorrer dos grandes calzadas, patios, pasear por los restos de las casas, conocer la acrópolis (el punto más alto) donde se concentran templos y residencias de los gobernantes, 12 estructuras piramidales y tres conjuntos de juego de pelota, así como el museo de sitio.

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